Escenario

Steve McQueen contrapone la ocupación nazi y la pandemia un documental sobre Ámsterdam

COBERTURA. “A veces no hace falta viajar muy lejos para ver cosas” porque te las encuentras “en la puerta”, explicó el realizador desde el escenario de la Sala Debussy al estrenar Occupied City

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Steve McQueen en Cannes.

Steve McQueen en Cannes.

EFE/EPA/MOHAMMED BADRA

El realizador Steve McQueen ha elegido la ciudad donde vive, Ámsterdam, como escenario y protagonista de su nuevo proyecto, el documental Occupied City, porque a veces un artista no tiene que “viajar lejos” para encontrar historias, según contó al presentarlo en el Festival de Cannes.

En un recorrido de algo más de cuatro horas por la geografía de Ámsterdam, el cineasta británico contrapone dos tipos muy diferentes de ocupación de la ciudad: el del nazismo y la represión contra los judíos en la época de la Segunda Guerra Mundial y una invasión mucho más reciente, la de la pandemia de covid-19.

“A veces no hace falta viajar muy lejos para ver cosas” porque te las encuentras “en la puerta”, explicó el realizador de Shame (2011) desde el escenario de la Sala Debussy del Palacio de Festivales y Congresos de Cannes, abarrotado hoy para el estreno en una de las proyecciones especiales fuera de competición.

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No es un recinto que habitualmente se utilice para este tipo de sesiones, explicó el delegado general del Festival, Thierry Frémaux, al presentar la película, ya que habitualmente se programan en salas más pequeñas. La visita del responsable de la oscarizada 12 años de esclavitud (2013), sin embargo, lo merecía. Y no es una película “larga”, comentó Frémaux, tan solo una que dura “cuatro horas”.

Sobre la extensión de la película también bromeó el propio director, avisando a los espectadores de que se haría una pausa de 15 minutos en el medio y explicando, casi como una azafata de avión, dónde se encontraban los baños más cercanos.

Menos bromista pareció mostrarse cuando en plena proyección se levantó y, aparentemente, pidió a uno de los asistentes que apagara la pantalla de su teléfono.

El estreno de Occupied City en esta 76 edición del Festival de Cannes -que quedó inaugurada anoche con la gala de apertura, la entrega de la Palma de Oro de Honor a Michael Douglas y la proyección de Jeanne du Barry- vuelve a incumplir una advertencia que McQueen había hecho al propio Frémaux cuando en 2008 presentó Hunger, en la sección Una Cierta Mirada, si bien ambos lo aceptan con humor.

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“La próxima vez, en competición”, contó el director festival que le dijo McQueen tras ganar la Cámara de Oro por aquella obra.

En Occupied City, el plano visual, de estilo observacional y compuesto por una sucesión de postales cotidianas del Ámsterdam de la pandemia, se retrata la más reciente de las dos “ocupaciones” que aborda el documental.

Recorre algunos de los lugares más emblemáticos de la urbe neerlandesa, como el Rijksmuseum o el Barrio Rojo, sin dejar de lado escenas cotidianas de las calles, piscinas, hospitales, bares y hogares. Hasta hay lugar para bodas por videoconferencia y centros de vacunación.

Una voz en off femenina, con un tono muy neutro, se encarga del segundo nivel de “ocupación”. Es ella la que explica el pasado de ese escenario que estamos viendo: cómo se relaciona con la presencia nazi en los Países Bajos y, sobre todo, con la represión contra los judíos.