Vivir Quintana realiza un cálido recorrido desde su familia hasta la deconstrucción del amor
ENTREVISTA. Previo a su concierto en el Lunario del Auditorio Nacional, la cantante compartió el origen y proceso de creación de ‘Te mereces un amor’, donde destaca experiencias familiares, el feminismo y el amor propio
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La cantautora Vivir Quintana.
“Cuando aprendes a ver a tus padres de manera horizontal duele un montón. Cuando era niña los veía como superhéroes, sabía que ellos me iban a salvar si algo sucedía, pero creces y les vas quitando esa responsabilidad”, mencionó Vivir Quintana sobre el origen de “La casita de la esquina”, tema que abre su álbum Te mereces un amor. Después de seis años desde que salió el primer sencillo, la cantautora coahuilense presentará su primer disco en el Lunario del Auditorio Nacional, completamente lleno, este 16 de febrero.
Su madre, le reclamaba de que no les había escrito una canción a su familia y fue así que con ritmos de banda norteña, logró una tierna canción llena de nostalgia. “Ahora estoy en un momento con mi familia en que cada vez que tengo oportunidad voy a Coahuila. Les digo a mis hermanos que no hay que perdernos detalles de nuestros papás porque siento que andamos tan ocupados en lo que tenemos o queremos hacer, que nos olvidamos que la vida se acaba, las cosas pasan y no sabemos cuánto van a durar”, señaló.
En entrevista con Crónica Escenario, explicó que el inicio del disco representa su norte, su hogar y su familia. Conforme avanzan en los siguientes temas, la composición músical es más suelta y coquetea con otros géneros como la cumbia o la balada. Mientras que las letras se van abriendo a más expresiones del amor como el de pareja, la amistad y el que se tiene a uno mismo.
Vivir Quintana destaca el valor de “las amigas” en su vida y en su carrera
Un punto clave en este trayecto de la construcción de Te mereces un amor, fue en febrero del 2020 que Mon Laferte la contactó para pedirle una canción sobre la lucha feminista en México. El 7 de marzo del 2020, “Canción sin miedo” resonó en el Zócalo y se convirtió en el himno para las mujeres que salen a las calles a exigir justicia.
Tras la importancia que cobró la canción, Vivir se dedicó a profundizar sobre el feminismo para mantener coherencia con el mensaje que comparte a través de su música. “Aprendí que mi realidad no era la misma que la de las demás personas. Procuro ser empática con la gente, porque realmente te están hablando desde su sufrimiento”, señaló.
“También soy más responsable conmigo. Creo que no me había hablado con tanto amor hasta que hice esa canción. Porque a veces salimos a las marchas a decir, ¡no estás sola! pero llegas a tu casa y te sientes sola o le dices a la gente, ¡resiste! pero la resistencia empieza dentro de nosotras”, añadió la cantante sobre los aprendizajes que ha tenido alrededor de su canción y el feminismo.
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Como el tema número siete del disco, encontramos la otra casa, “La casita de la selva”, inspirada en su experiencia viviendo en la Ciudad de México, “la selva de asfalto”. “Era una casa en la Escandón, me fui de ahí porque no me iba bien en la música, batallé un chorro para pagar la renta. Entonces, después de un año regresé a Coahuila, porque me pregunté ¿qué estoy haciendo aquí? Y si no se abren puertas y no pasa nada, estoy aquí aferrada. Entonces hice esa canción, porque me sentía muy triste”, compartió.
El track de la “Escandón” en el que hablan un par de mujeres enamoradas, lo grabaron sus amigas de improviso en una camioneta. Con esta breve narración, da pasó a “Las vecinas”, una dulce canción a piano que declaró que es la única que no lleva guitarra con el propósito de mostrarse en un ambiente de descanso, más libre y cercano. “Lo que siempre va a estar ahí presente es la guitarra, es mi elemento más personal. Es como mi tótem que me da seguridad cuando interpreto mis canciones en vivo, donde me agarro y de aquí no me mueve nadie. Ahora en el Lunario quiero cantar sin guitarra para estar más cercana al público, pero a la vez me da algo de temor”, confesó.
El recorrido de Te mereces un amor, parte de su vida personal en familia, momentos de dolor por la pérdida, los corazones y sueños rotos para llegar a la reconstrucción y a nuevos espacios seguros. Sobre el tema “Sorora”, el último del disco, explicó que, “fue como decir, bueno, ya me siento así, ahora quiero que ustedes también se sientan igual. Es como dejar la puerta abierta para nuevas experiencias en comunidad. Es un viaje de deconstrucción”.
Con colaboraciones como en “¿Quién cuida al pueblo?”, “No estás sola - Llamadas de emergencia” y “Ovarios”, la cantautora continúa una línea para hablar de temas sociales a través de la música. Sobre este tema, para finalizar, reflexionó, “pienso que la música puede servir para comunicar cosas importantes también. No es que las demás no sean importantes, pero sí considero que la música es una de las artes que más se queda impregnada en el cuerpo y en el inconsciente, ¿por qué no usarla a nuestro favor? Procuro estar informada, porque a fin de cuentas somos partícipes también de las dinámicas en el mundo y por medio de la música, confío en que algo se puede cambiar”.
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