
El libro “María y la llegada de la DM1” es un texto que busca sensibilizar a la población sobre la diabetes tipo 1. La idea es acompañar a niñas y niños que viven con esa condición, explicó la legisladora local y autora Mónica Magaña Mendoza.
El cuento se presentó en el cierre de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) y Mónica Magaña relató que la historia nació de su propia experiencia de vida con esta condición crónica y desde el trabajo con la comunidad del programa Somos Uno, donde familias recién diagnosticadas le han compartido sus retos y miedos, al enterarse del diagnóstico.
Datos oficiales señalan que en Jalisco hay más de 2 mil 500 pacientes con diabetes tipo 1. El programa estatal Somos uno atienda a personas desde los cero a los 23 años de edad.
Por medio de la historia de María, se busca explicar lo que implica un diagnóstico de diabetes tipo 1; los miedos, la incertidumbre y también la fuerza que se descubre al aprender a convivir con una condición, sin renunciar a los sueños ni a la infancia.
“Lo que quisimos hacer fue una historia en la que damos el mensaje más potente para Jalisco y para toda persona que vive con esta condición: que no están solos, que estamos para acompañarlos, y que este cuento sensibiliza, acompaña e informa”, señaló Magaña Mendoza.
Compartió que en su experiencia, vivir con DM1 la llevó a trabajar por un modelo de atención integral para la infancia en Jalisco, que hoy se refleja en una ley pionera, en el programa Somos Uno y en un ecosistema de atención que ha permitido detectar y acompañar a cientos de familias.
“Mi modo de sobrevivencia fue abrazar la causa y trabajar por ella. Esta historia sintetiza lo que hemos visto en cuatro años de acompañar a niñas, niños, a las mamás y a los papás”, expresó la legisladora.
Mónica Magaña estuvo acompañada por María Elena Mota Oropeza de la Asociación Mexicana de Diabetes y el doctor Eduardo Márquez, coordinador del Comité Científico de la Federación Mexicana de Diabetes, quien destacó el valor literario y educativo del cuento en donde la autora construye una “ficción hiperrealista” que ayuda a entender la situación de quienes habitan el “reino de la diabetes tipo 1”, con recursos de cuentos clásicos para hablar de la realidad: la varita mágica que en realidad es un lápiz de insulina, o la brújula que se convierte en un sensor de monitoreo continuo de glucosa.
“La educación no es parte del tratamiento de la diabetes, es el tratamiento mismo y con enorme delicadeza y respeto la autora, invita a quien vive con diabetes a soñar, a no definirse como una condición, a evitar sentirse o saberse víctima de un padecimiento, y aceptar una característica, aún sabiendo que vivir con diabetes es replicar aquel mito del Sísifo, de empujar una roca por la cuesta y alcanzar la felicidad de la cima”. afirmó.
Jaqueline Elizabeth, una niña de 10 años que vive con esta condición, habló de su experiencia con la diabetes tipo 1 desde hace 5 años, y leyó un fragmento del cuento en el que María llega al hospital, conoce a la doctora Ana y descubre que, con el tratamiento adecuado, podrá seguir haciendo lo que más ama. Por medio de esta lectura, las niñas y niños presentes pudieron reconocerse en la historia y escuchar un mensaje de fortaleza.
En su participación, ambos coincidieron en la importancia del acompañamiento emocional, la educación terapéutica y las herramientas lúdicas para las familias recién diagnosticadas.
“María y la llegada de la DM1” forma parte del trabajo que Mónica Magaña ha impulsado desde el Congreso del Estado como la ley que dio pie al programa Somos Uno que atiende de manera integral a niños, niñas, adolescentes y ahora también jóvenes con diabetes tipo 1, así como la creación del Centro D1A, que hoy acompaña a más de 600 familias.