Metrópoli

Agresiones sexuales, la "puerta abierta" a las enfermedades venéreas en el CEVAREPSI

Las violaciones son delitos comunes que se cometen dentro del penal, ya que funcionan como "castigo" hacia quienes no obedecen o pagan las cuotas de protección

Agresiones sexuales, la

La gravedad de los delitos que los trabajadores de ese reclusorio cometen, orillaron, hace algunas semanas, a una de las víctimas a permanecer varios días intubado en un hospital.

Especial

Los abusos sexuales y violaciones que se cometen dentro del Centro Varonil de Rehabilitación Psicosocial (CEVAREPSI) han colaborado a que los internos se contagien de enfermedades de transmisión sexual, ya que Jaime Abasolo, "cabeza" del penal ordena que internos y custodios abusen sexualmente a presos con enfermedades mentales, sobre todo a quienes no tienen la facultad de expresarse, establecer oraciones y conversaciones para denunciar los crímenes que el funcionario a cargo solapa.

Hasta el momento Crónica ha recibido información que indica que por lo menos 32 internos ya fueron contagiados de alguna enfermedad de transmisión sexual.

Aunque el dirigente decidió que incomunicar a los familiares y cancelar todas las visitas era el método más efectivo para detener la epidemia de hepatitis que azota los internos del reclusorio y afirmando que la repartición de cubrebocas es la protección más efectiva, la realidad es que la transmisión de ese virus, en cualquiera de sus variantes se transmite primordialmente si se introduce en la boca un objeto contaminado con las heces de la persona infectada o con algún fluido, como sangre o semen con el virus de la hepatitis, generalmente a través de un pinchazo de aguja o por contacto sexual; ésta forma de transmisión se denomina vía feco-oral.

Abuso sexual y discriminación a internos incapaces de expresarse verbalmente

La gravedad de los delitos que los trabajadores de ese reclusorio cometen, orillaron, hace algunas semanas, a una de las víctimas a permanecer varios días intubado en un hospital peleando por su vida, testimonios retratados en las diversas denuncias y quejas que los padres han impuesto en contra de ese reclusorio.

"A Carlos lo violan otros compañeros y los custodios lo saben, no le hacen caso porque le dicen que está loco y no tiene derechos; hasta lo bautizaron cambiándole el nombre a femenino porque saben que lo violan muy seguido, eso lo sabe el director y no hace nada. Con los que son más vulnerables y enfermos se ensañan más, si dicen algo les contestan que son unos locos y que todo se lo están imaginando, pero todos los que estamos ahí sabemos que sí le hacen esas cosas", comentó un hombre que recientemente obtuvo su libertad.

Personas que convivieron con Carlos narran con firmeza el “infierno” que él vive dentro de las cuatro paredes en las que diariamente está sometido al abuso sexual y discriminación por parte de internos y reclusos que se aprovechan de su enfermedad.

“Carlos tuvo una sobredosis, o eso es lo que dice el director, se intoxicó muy fuerte con unos medicamentos e incluso estuvo intubado en el hospital Xoco; las pastillas que se tomó las agarró del suelo porque aunque te obligan a tomarlas, las puedes tirar. Aunque le pasó eso, siguen violándolo, no tienen humanidad y nos tratan por igual a todos, le siguen dando pastillas, a veces hasta nueve porque es la forma de tenerte lento y que no les des problemas”, argumentó.

“Las violaciones son a fuerza en el CEVAREPSI, Carlos está enfermo y por estar tan vulnerable no creen en su palabra, ahí te quitan tus derechos y tu dignidad. Una persona adulta abusa de él, cuando tiene visita y su familia le lleva cosas, se las quita, todo esto los custodios lo saben y lo permiten, hasta ellos le roban todo lo que tiene con el pretexto de que debe un cigarro, galletas o una comida, pero por su estado no se puede defender, a veces ni siquiera puede reaccionar, es muy cerrado y tiene miedo por todo lo que le pasa.”, explicó el interno.

En entrevista para Crónica, una mujer, quien es madre de un interno del CEVAREPSI, relató la manera en que trató de ayudar a su hijo después de que sufrió un abuso sexual por parte de otro recluso. Cuando en una visita su hijo le comentó el delito del que fue víctima, la mujer denunció el acto con el director, autoridad que ignoró su protesta y subestimó la narración de las acusaciones, pues él considera que no se puede confiar en las palabras de una persona con discapacidad cognitiva.

“Cuando entró empezó en un dormitorio, después lo pasaron a otro donde un chico abusó de él, fui con el director y me reclamó que mi hijo dice puras cosas erráticas, porque por la confusión no supo expresar si la violación había sido con su miembro o con un palo. Después me sentí muy intimidada porque el señor me comentó que la denuncia de mi hijo no iba a servir y que se la podían voltear, porque seguramente todo era falso y que eso le iba a traer graves consecuencias. El chico que abusó de mi hijo ¿Por qué no contrademandó? Entonces sí es cierto que le hicieron eso.

Violaciones, solapadas

Las relaciones forzadas, la vulneración de la integridad física y la pérdida de la capacidad de decisión para llevar a cabo actos sexuales, son transgresiones que el director de ese instituto aprueba y posibilita, ya que algunos guardias pueden visitar a personas privadas de su libertad y obligarlos a tener relaciones sexuales dentro del penal.

“A Marco lo visita un custodio muy grande de edad, lo sacaba de su dormitorio y lo lleva a una caseta para tener relaciones con él, ésto es obligado. Ese chico tiene un problema muy fuerte en su cabeza, hay veces que está hablando normal y otras que ya no te contesta, por eso se aprovechan de él, porque si los acusa no le van a creer aunque sea verdad que el custodio lo viola”, reveló una persona privada de su libertad de ese centro penitenciario.

Actualmente, ninguna persona tiene la capacidad de conocer las condiciones o el "semáforo" en el que se encuentra la epidemia del CEVAREPSI. El director, quien ha fingido su despido y desaparición para evadir las acusaciones en su contra, solamente observa sin preocupación a su "pueblo", obligándolo a deteriorarse bajo una dictadura cerrada, siendo el "Gran Hermano" que vigila excesivamente a sus ciudadanos, controlando la información que éstos externan, invadiendo su intimidad y suprimiendo los derechos que les permiten tener contacto con el exterior.