Metrópoli

Amor por el box en la Benito Juárez

Francisco es un entrenador de box que da clases a jóvenes con la idea de preparar físicamente a muchachos de la zona y, si se da, crear peleadores profesionales

El gimnasio de la glorieta scop 

Francisco y Alexander entrenando en el parque Glorieta COP.

Francisco y Alexander entrenando en el parque Glorieta COP.

Lizeth Diana Hernández

En la alcaldía Benito Juárez, habita Francisco Ramírez, quien ha dedicado su vida, por amor, al box; tanta es su pasión que da clases en la Glorieta SCOP desde hace más de cuatro años. 

Francisco Ramírez dedica sus mañanas y tardes a apoyar a jóvenes, estudiantes de prepa y algunos pequeños que están interesados por aprender box.

Francisco explica que durante la pandemia se resguardo en su hogar y no pudo realizar estas actividades, pero ahora ha vuelto a las andadas y afirma que tiene a varios jóvenes con potencial que incluso desean ser peleadores profesionales.

“Me gusta darles un poco de mi aprendizaje, los chicos que toman las clases conmigo le echan muchas ganas y son disciplinados vienen los días que les digo y siempre son puntuales”, explica Francisco, "mis hijos crecieron y yo no me di cuenta hasta que se fueron de casa: sentí la soledad de no tener a quién enseñarle, así que mi esposa me dijo que diera clases pero no tenía lugar para darlas". 

Un buen día, Francisco puso un letrero en la Glorieta de la SCOP, diciendo que buscaba niños y jóvenes que quisieran aprender un poco de box. Ese sería su gimnasio. 

Comenzó con tres pequeños. Sus primeros alumnos debieron emigrar a una escuela profesional en donde se contaba con todos el equipamiento para entrenar. Pero llegaron nuevos chicos de secu y prepa a preguntar sobre sus clases. 

Francisco Ramírez profesor de Alexander tomando clases de box en la Glorieta COP en la Benito Juárez.

Francisco Ramírez profesor de Alexander tomando clases de box en la Glorieta SCOP en la Benito Juárez.

Lizeth Diana Hernández

"A todos les digo lo que aprenderán y les enseñó la técnica y la forma de hacerlo, unos aprenden más rápido otros más lento, pero aprenden que es lo importante", señala Francisco.

Alexander es uno de los alumnos de Francisco. Se convirtió en alumno de box un día que caminaba por las calles de Narvarte y vio que chavos de su edad con los guantes. Además tenía el atractivo de ser al aire libre en época de Covid. 

"Las clases son muy personalizadas, llegas y le dices a Paco que es lo que quieres, en qué quieres mejorar y aprender y él te enseña y te orienta", menciona Alexander.

Francisco invita a todos los jóvenes de la comunidad a que tomen su clase muestra y de gustarles se inscriban a sus clases personalizadas de box.

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