Metrópoli

Banco del bienestar zarpó, aunque con sucursales que aún hacen agua

La realidad es que sí, que ya está allí la red de banquitos que deseaba el Presidente para dispersar sus apoyos directos en la población. Funcionan aun cuando generan quejas, pero se trata finalmente de las primeras semanas de esa enorme red que ancianos, madres, estudiantes y otrora ninis deberán aprender a utilizar para convertir los programas sociales en dinero contante

Personas de la tercera edad son los clientes frecuentes de estos bancos

Personas de la tercera edad son los clientes frecuentes de estos bancos

En los últimos meses se han abierto cientos de sucursales del Banco del Bienestar en todo el país, sólo en la Ciudad de México hay más de 30 centros operando. El nodo de esta operación es el reparto de los programas sociales federales, los famosos apoyos directos: dinero contante y sonante para jóvenes, ancianos, niños, mamás, entre otros.

Es el nacimiento de un banco, aunque de singulares características. En algunos aspectos de infraestructura, lo asemejan a una caja popular (aunque todos los recursos provienen del erario y no la contribución equitativa de los participantes), y mientras algunas sucursales destacan por acabados y arquitectura cuidadas, otros fueron creados sobre lo que hace unos meses eran módulos de vigilancia o locales de comida rápida.

Varias personas realizan una larga fila para entrar a la sucursal

Varias personas realizan una larga fila para entrar a la sucursal

Con todo y fallas, como la aparente falta de personal y problemas de suministro eléctrico en diferentes sucursales, lo que es un hecho es que la red de estos banquitos están atendiendo clientes.

En un recorrido realizado en las sucursales de Tabacalera, Central de Abastos, Ermita Iztapalapa, Álvaro Obregón y Plaza Tepeyac, se pudo constatar la afluencia de los primeros usuarios. Los clientes también son variopintos. Se ven en las filas, largas o cortas según la sucursal, madres y padres de familia, y muy especialmente adultos de la tercera edad.

Sucursal con poco flujo de clientes

Sucursal con poco flujo de clientes

La sucursal Tabacalera es fácil de identificar por los grandes cristales sobre un edificio clásico de la zona del Monumento a la Revolución: los acabados dentro sí le dan un aire de banco austero.

Allí, desde las 9 de la mañana hay personas esperando; la fila puede llegar alcanzar las 30 personas, muchas de ellas deseosas de hacer aclaraciones sobre porqué no les han depositado, sobre porqué el dinero está siendo reenviado a la cuenta del beneficiario en Banco Azteca (después de que el beneficiario, sin mucha claridad, aceptó domiciliar los recursos de los apoyos y estos están siendo impactados por préstamos u otros servicios contratados en Azteca), sobre si las cuentas no le hacen lógica al beneficiario y muchos más.

Los cinco trabajadores de la sucursal parecen pocos ante este vendaval de aclaraciones sobre los apoyos amlistas. El otro gran servicio es el cajero automático, porque allí el apoyo se convierte en billetes: son muchos los adultos mayores que viven una odisea en el lugar, no son diestros en el uso de la tecnología y tardan hasta diez minutos para retirar su dinero.

Con todo, podríamos pensar en que se trata de una sucursal cinco estrellas.

En contraste, en la de Central de Abastos hay poca actividad. Está instalada en lo que era un local de comida corrida de unos 20 metros cuadrados. Con mala iluminación y sin las instalaciones (sólo el hueco en la pared para el cajero automático) la sucursal es atendida por una persona. Una sola que está sobrada pues el día que se le visita tiene poco que hacer.

Iztapalapa, la alcaldía que viene como guante a los programas sociales, es una de las que reciben instalaciones nuevas y más cuidadas en su edificación. Sobre Ermita está una suerte de barco de cristal que recuerda la pomposidad de otro semejante en Jardines del Pedregal, en Periférico Sur.

Sin embargo, la actividad allí sólo es coordinada por dos personas, incluido el guardia de seguridad. Por ahora, el barco iztapalapense sólo pueden hacer apertura de cuentas, lo que lo colocaría casi en la misma capacidad operativa de los exmódulos de vigilancia policial, que también tienen sólo dos personas y sólo pueden hacer trámites de apertura de cuentas. Lo salva que cuenta con cajero automático. Tienen intermitencias eléctricas, pero los usuarios logran sacar su dinero.

En el gran barco de Iztapalapa, oficialmente abierto, todavía están acabando alguna parte de la infraestructura. Hay trabajadores colando cemento y otros despliegan una escalera para conectar la electricidad que usará la sucursal. Ellos, los de albañilería y electricidad, sí son bastantes: hasta 8.

Otro caso similar, a pesar de que se inauguró hace unos meses, es el banquito del bienestar de la avenida Álvaro Obregón (otra edificación nueva que recuerda una proa) que “tiene fallas en el sistema”. Una de las ejecutivas de apertura de cuentas, amablemente señala que ese es el único trámite que están haciendo. El registro a programas amlistas, otra de las tareas que se encomendó a estas sucursales, no está disponible allí porque el software no funciona.

Al abrir la cuenta en Álvaro Obregón, los requisitos se limitan a un comprobante de domicilio e identificación vigente. En ese momento quien esto escribe no llevaba comprobante de domicilio, pero con la INE fue suficiente y con depositar 50 pesos la cuenta quedó activa.

En su página web, el Banco del Bienestar reporta el estatus de los centros que se han abierto: mil 200 sucursales hasta abril pasado; 200, en este año.

Datos del portal de Bancos del Bienestar refieren que 55 por ciento de las sucursales se encuentran en ejecución o sin construir. De acuerdo con la meta planteada por la Secretaría del Bienestar, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) debió construir dos mil 700 sucursales para 2021. Sin embargo, a julio de 2022 únicamente hay 994 sucursales con algún nivel de operación.

Para saber

El Banco del Bienestar fue creado por el Presidente de México con la principal encomienda de dispersar los recursos de programas sociales del gobierno federal, como los apoyos a jóvenes y adultos mayores, equivalentes a unos 300 mil millones de pesos en apoyos al año. No se trata de un banco para competir en el mercado financiero, de ahorro o inversión

Se ha caracterizado por un plan de expansión ambicioso: aunque en 2021 no se cumplió la meta de 2 mil 700 sucursales; antes de 2023 se pretende tener ya un poco más de esta cantidad.