La Feria de Alimentos de Origen Prehispánico está de vuelta, rindiendo homenaje a la riqueza gastronómica ancestral de México y destacando los ingredientes que han sido parte fundamental de nuestra dieta desde tiempos inmemoriales. En su segunda edición, este evento busca rescatar los saberes de nuestros pueblos originarios, quienes nos legaron un legado culinario invaluable.

La Macroplaza de San Lucas, en la alcaldía Iztapalapa, es el escenario donde los asistentes pueden deleitarse con una gran muestra gastronómica durante tres días, del 28 al 30 de julio. 

La feria, de acceso libre y apta para toda la familia, abrirá sus puertas desde las 12:00 hasta las 20:00 horas, ofreciendo una oportunidad única para sumergirse en una experiencia culinaria llena de tradición y sabor.

Un viaje culinario por los ingredientes ancestrales de México

La esencia de la feria reside en celebrar y revalorar los alimentos prehispánicos que han perdurado en nuestra cultura a lo largo de los siglos. Maíz, frijoles, cacao, nopal y otros elementos emblemáticos estarán en el centro de atención, protagonizando platos exquisitos y bebidas tradicionales.

Como en la edición anterior, los visitantes podrán encontrar venta de artesanías que reflejan nuestra herencia cultural, así como eventos culturales como talleres y pláticas que profundizarán en la rica historia prehispánica de México y cómo sus saberes aún influyen en nuestra sociedad y tradiciones.

La alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada manifestó su apoyo y compromiso para impulsar estos saberes ancestrales y reconocer la riqueza cultural de nuestros pueblos. Además, se espera la participación de otras demarcaciones, enriqueciendo la feria con la diversidad culinaria de distintas regiones de México.

Además, se invitó a la ciudadanpia a no perder la oportunidad de sumergirse en esta experiencia única, saboreando platillos a base de insectos, hortalizas y ingredientes recuperados de las culturas prehispánicas. También se podrá aprender sobre su preparación y aplicación en una alimentación saludable, con la posibilidad de llevar esos conocimientos a nuestras propias cocinas y abastecer nuestras tiendas alimentarias con productos auténticos y nutritivos.

Conferencias, pláticas y música tradicional también complementarán esta feria, enriqueciendo el viaje culinario y cultural que promete sorprender y enamorar a los asistentes.

Transporta al pasado a sus visitantes

Durante la inauguración del evento, varios asistentes compartieron sus impresiones y emociones al ser parte de esta experiencia culinaria y cultural única.

Andrés Cedillo, un visitante entusiasmado, comentó: "Es increíble cómo esta feria nos acerca a nuestras raíces. Los platillos son deliciosos y llenos de historia. Me siento orgulloso de probar sabores que han sido parte de nuestra cultura desde hace tanto tiempo".

María Ramírez, de 65 años, expresó: "Me encanta que podamos compartir y aprender sobre las tradiciones culinarias de nuestros antepasados. Recordar cómo preparaban los alimentos, los ingredientes que usaban, es preservar nuestra identidad como mexicanos".

Una joven estudiante de gastronomía, afirmó: "Esta feria es una gran oportunidad para enriquecer mi conocimiento sobre la cocina prehispánica. Los talleres y las pláticas me han inspirado a experimentar con nuevos ingredientes y técnicas en mis propias creaciones culinarias".

Estos testimonios reflejan la conexión emocional y educativa que la Feria de Alimentos de Origen Prehispánico ofrece a sus asistentes. No solo es un evento para degustar sabores exquisitos, sino también para reconectar con nuestras raíces y apreciar la importancia de preservar nuestras tradiciones ancestrales.