Recientemente se han hecho públicas imágenes que evidencian una alarmante falta de control por parte de las autoridades de la alcaldía Miguel Hidalgo, en lo que respecta al estacionamiento en áreas designadas para el uso público y la movilidad sustentable. La ciclovía del circuito Gandhi, un espacio pensado para fomentar el uso de la bicicleta y la recreación al aire libre, se ha convertido en escenario de una práctica inexcusable: el estacionamiento de múltiples vehículos.

Las fotografías compartidas por los ciudadanos demuestran claramente cómo numerosos automóviles  ocuparon no solo la ciclopista destinada a los ciclistas, sino también las áreas verdes que flanquean la vialidad.

Esta situación no solo representa una falta de respeto hacia los espacios designados para actividades saludables y ecológicas, sino que también refleja una clara falta de compromiso con la movilidad sustentable y el respeto por el entorno.

Lo que agrava aún más esta situación es la denuncia por parte de algunos testigos que afirmaron que, a pesar de la presencia de autoridades en la zona, aparentemente no se tomaron acciones para sancionar a los automóviles estacionados de manera indebida. 

De acuderdo a los capitalinos, la inacción por parte de las autoridades en este caso alimenta la percepción de impunidad y la sensación de que las normativas de tránsito y de uso del espacio público no se aplican con igualdad.

Según testimonios de ciudadanos afectados, algunos de los automóviles llevarían estacionados en la ciclovía y las áreas verdes desde las 17 horas del martes pasado. A pesar de los intentos de los residentes de solicitar ayuda al personal de tránsito para resolver la situación, se alega que se les ignoró, lo que agrega frustración a la ya preocupante problemática.

Los inconformes con el caso expresaron que es esencial que las autoridades correspondientes aborden este incidente de manera inmediata y transparente. Plantearon que las áreas verdes y las ciclovías son elementos vitales para la calidad de vida en las ciudades, y su uso indebido no solo atenta contra la movilidad sustentable, sino también contra el bienestar de la comunidad en general.

Los ciudadanos conisderaron merecer respuestas claras sobre por qué se permitió que los vehículos obstruyeran la ciclovía y las áreas verdes, y por qué no se tomaron medidas inmediatas para sancionar a los infractores. La confianza en la capacidad de las autoridades para salvaguardar los espacios públicos y promover un entorno urbano más sostenible está en juego.

Este incidente debe servir como un llamado de atención para reforzar la vigilancia y las sanciones en casos de estacionamiento indebido en áreas designadas para el tránsito peatonal y ciclista. Además, es crucial promover la educación vial y el respeto por los espacios públicos para construir una ciudad más amigable con el medio ambiente y centrada en el bienestar de sus habitantes.