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Las colonias Doctores y Buenos Aires, en la alcaldía Cuauhtémoc, están en disputa, pues integrantes de dos de los cárteles más grandes se están peleando el control de estos territorios.
El Cártel de los Beltrán Leyva y la Unión Tepito comenzaron una gresca en la que los colonos, comerciantes y los propios narcomenudistas aseguran no quieren verse inmiscuidos por el nivel de violencia que esta pelea a desatado entre ambos grupos delictivos.
El sábado pasado un hombre fue acribillado a manos de Julián, quien antes de ser uno de los pistoleros de la Unión trabajaba como ayudante de un microbusero.
Él es el encargado de cobrar el derecho de piso a comerciantes de la zona, el sólo se encarga de establecimientos como fondas, tiendas de abarrotes y farmacias mientras que su compañero es quien debe pasar a los locales de venta de autopartes pues la cuota para ellos es diferente.
El joven de 22 años fue el encargado de dar muerte a un líder de narcomenudistas que vende sustancias ilícitas en la Doctores.
El hombre asesinado pagaba 500 mil pesos de derecho de piso a la Unión de Tepito, pero mantenía negocios con los Beltrán Leyva, quienes se han encargado de mantener un bajo perfil en la zona, pero han ido fortaleciéndose y ampliado sus redes no sólo en la alcaldía Cuauhtémoc, sino en Iztapalapa, Coyoacán y Tláhuac.
El método de los Beltrán, cuenta Julián, es sigiloso. No presumen ni se asumen los dueños de la plaza, trabajan con base en el miedo y la intimidación, pero si hacer alusión a quienes son o a que célula delictiva pertenecen.
Los de cártel del norte no sólo se dedican a la distribución y venta de drogas en estás colonias, comenzaron a operar grupos pequeños para el robo de autopartes, secuestro, robo a transeúnte y a comercios.
Además, de acuerdo a Pablo, los Beltrán Leyva comenzaron una red de venta de obras de arte valuadas en millones de pesos que han sido sustraídas y remplazadas por falsas.
“Una vez me dieron una pintura de un wey que yo ni conocía y resulta que valía 2 millones de pesos, le tuve que pagar a un valuador para que fuera a mi casa y que me dijera cuanto costaba. Ellos querían que la vendiera, no les interesa la obra si no el dinero”, explica Pablo.
Al contrario de los Beltrán Leyva, Óscar Andrés Flores, alias “El Lunares”, poseía una colección de pinturas y jarrones valuada en más de 250 millones de dólares.
Las bodegas donde están las obras se encuentran en las colonias Peralvillo, Guerrero y Lindavista.
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