
Al son de la marimba, tres amigos originarios del municipio de Huixtla, en Chiapas, pero radicados desde hace 8 años en Ecatepec, Estado de México, recorren calles y avenidas de esta enorme demarcación así como del vecino municipio de Coacalco, para contagiar de su alegría a través de su música, parte esencial de la cultura de su estado natal. La recompensa en su peregrinar diario, además de ser escuchada su música, es ganarse honradamente unas monedas, que además de ser el premio por su interpretación, es el sustento que con anhelo llevan a sus familias.
Caminando por las calles bajo los rayos del sol y haciendo algunas paradas para reposar luego de cargar por kilómetros los 55 kilos de peso de su marimba, estos tres chiapanecos, Jesus, Luis Ángel y Maicol se detienen en la mitad de algunas calles, evitando obstruir el paso de transeúntes y vehículos y se arrancan con melodías a través de las “maderas que cantan”, como nombran a esta eterna compañera de andanzas.
Estos tres amigos, que se consideran hermanos pues comparten alegrías y tristezas y se ayudan en lo que pueden, cuentan que llevan 8 años radicando en Ecatepec, desde donde cada mañana salen en busca de compartir parte de su cultura a través de su música y en busca del sustento diario.
“Hay veces que si nos da la gente y otras que nos vamos con las manos vacías. Esto que hacemos de tocar y llevar un pedazito de nuestra cultura es también para ganar el dinero para llevar de comer a nuestros hogares, y es que debido a la pandemia eventos que ya teniamos se cancelaron y con esto pocas veces nos contratan”, comenta Jesús.
“Entre semana nos dedicamos a recorrer las calles y mientras tocamos también repartimos tarjetas para que la gente nos conozca, ya los fines de semana tocamos en los eventos que poco a poco nos van saliendo”, enfatiza Jesús, quien parece ser el hermano mayor de los tres amigos.
Su gusto por la Marimba viene de tradiciones familiares, desde los bisabuelos, así que el gusto por la música tradicional chiapaneca es una herencia que no cualquiera puede tener, y más si junto a ellos siempre está la Marimba como eterna compañera.
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