La apertura de nuevos negocios locales, concesionarias y cadenas de tiendas de conveniencia han puesto a temblar la permanencia y estabilidad de muchos mercados públicos de la CDMX, aunque es una problemática que se vive a gran escala y no solo en México, tanto trabajadores como consumidores han puesto su granito de arena para que estos recintos, llenos de color, calor y cultura, no mueran.

El Mercado de Iztapalapa, a unos cuantos metros de dicha alcaldía, cumple este año 64 años de su fundación, precisamente el 12 de noviembre. En el centro de uno de los 8 barrios originarios de la demarcación, el mercado sigue más vivo que nunca y con ganas de resistir el paso del tiempo y las vicisitudes de la vida política y social.

Rolando Peralta Giménez, Secretario general del mercado 39 cabecera Iztapalapa, contó a Crónica distintos procesos de cambio y adaptación que ha vivido dicho mercado y, además, algunas de las exigencias que desean para que su lugar de trabajo jamás muera y pueda seguir pasando de generación generación.

Vive

"Durante la pandemia se cerraron muchos locales y fallecieron algunos de nuestros amigos, pero el mercado jamás dejó de funcionar, claro está que hubo mucho menos afluencia de gente pero, ahora, estamos en pleno empuje para reactivar la economía de nuestro mercado" comentó.

Lejos de sentirse abandonados por la alcaldía se comentó que se está trabajando en conjunto para que este sitio tenga mayor difusión en materia del reconocimiento como patrimonio cultural y como uno de los mercados con mayor historia de la demarcación.

A pesar de que recientemente el Mercado Iztapalapa tuvo mejoras en su infraestructura, desde cambio de techos, iluminación, audio y cortinas, lo que se ha exigido dese hace ya bastante tiempo es la existencia o la implementación de un estacionamiento, pues, se afirma, es necesario para una tener un mejor acceso al sitio y hacer más práctica la visita de los consumidores, además de mejor la seguridad, no solo del mercado, sino de toda la alcaldía.

De ayer a hoy

La vida cambia todo el tiempo. Los pasillos del mercado Iztapalapa parecen ser una muestra de cómo en la vida las personas vienen y se van. Una nueva compradora llega y compra verduras, carne y un poco de fruta, en pocos instantes ya no está, pero ha llegado alguien nuevo.

Desde juguetes, lencería, plásticos, herbolaria, plantas y toda la canasta básica, eso es lo que se puede encontrar en este espacio donde están a la disposición del cliente 200 locales de los cuales 198 están en servicio.

"Después de la pandemia la dinámica ha cambiado, cuando antes venía muchísima gente mayor ahora vienen muchísimos jóvenes, es una de cosa que cambiaron con el Covid-19. Además, ahora, nuestros dias de mayor afluencia son los fines de semana, justo los días en los que los jóvenes descansan. Antes el 70 por ciento de nuestra gente eran los adultos y 30 los jóvenes, ahora es todo al revés", expuso Rolando Peralta.

Comentó que, incluso, los ambulantes que antes recurrían a vender cazuelas o jergas lo han dejado de hacer pues los jóvenes "muchas veces prefieren ir a los centros comerciales" pues se les hace más sencillos, sin embargo esto es también es lo que les ha perjudicado en ventas, pues cada vez más estas tiendas de conveniencia que se esparcen todo el país, absorben gran parte de su clientela y, por ende, sus ganancias.

"Como mercado no podemos competir , estamos en la lucha, además Iztapalapa está lleno de tradiciones, mercados y por ser un pueblo originario la misma gente nos respalda y le da vida a todo, ¿nuestro secreto? Mantener nuestra calidad, y ser constantes" expuso Peralta.

Mencionó, además, que es importante que las tradiciones se sigan pasando de generación en generación, pues después de tantos años de cultura y trabajo, es importante que los más jóvenes valoren su cultura, su barrio y conozcan su localidad, incluyendo, sus mercados.

El regreso a clases impulsa economía

De acuerdo con vendedores del mercado 39 cabecera Iztapalapa, en un recorrido que realizó Crónica cerca de la zona, comerciantes de uniformes escolares comentaron las dificultades a las que tuvieron que someterse tras estar cerrados casi 2 años y no vender ni un conjunto de uniformes.

“Estuvimos cerrados durante los dos años, este año que nos enteramos muchos niños regresarían a clases, no dudamos en abrir y comenzar a hacer promoción en grupos de Facebook y con nuestros conocidos.

“La verdad es que nos recuperamos y se vio un cambio brutal, tuvimos ganancias y seguimos recibiendo pedidos y esperemos así continuemos”, explicó Daira, una joven que atiende el negocio familiar de uniformes.

También comentaron que la alcaldía dio un apoyo a locales del Mercado como forma de agradecimiento de estar años dando servicio a la comunidad, pero a partir de eso no han vuelto a tener la atención y el interés de preguntar a los locatarios que les hace falta y en que pueden apoyarlos.

“Ayuda necesitamos, no quiere decir que a partir de que terminó la pandemia ya nos pusimos de pie, en realidad es cuándo más apoyo necesitamos para sostener nuestros locales, esperamos venga la alcaldía que está a unos cuantos pasos y puedan preguntar las deficiencias y sugerencias que les tenemos”, explicaron vendedores de locales de comida.

Los compradores opinan

Vecinos de la alcaldía Iztapalapa cuentan a Crónica la importancia del Mercado y el porqué prefieren comprar aquí la canasta básica y no en otro sitio.

La señora Julia de aproximadamente 65 años, es una de las compradoras frecuentes en el mercado, menciona que prefiere esperarse y trasladarse aunque le quede lejos que comprar en otro mercado.

“Es un lugar que sus productos y alimentos están de calidad, el precio es muy accesible y la atención que los vendedores dan, causan que tengamos las ganas de seguir haciendo el mandado aquí, desde que era pequeña yo venía con mis padres y ahora que soy mayor de edad mis nietos y sobrinas continúan comprando aquí”, explicó mientras esperaba le dieran la carne que compró.