Metrópoli

"Ni perdón ni olvido"; estudiantes marcharon a 55 años de la masacre de Tlatelolco

Hicieron un llamado para que sus derechos humanos no sean violentados y que alumnos dejen de ser víctimas de censura, marginación y desaparición forzada

Previo al inicio de la marcha, en la explanada se colocaron coronas de flores en memoria de las 300 víctimas ejecutadas.

Jorge Aguilar

A 55 años de la masacre del dos de octubre de 1968, miles de estudiantes se reunieron en la Plaza de las Tres Culturas en el barrio de Tlatelolco para conmemorar la marcha anual que busca no olvidar la muerte impune de alrededor de 300 personas, entre las que se encontraban amas de casa, intelectuales y población civil que demandaban mejores condiciones educativas, libertad de presos políticos, desaparición del cuerpo de granaderos y omisión de grupos policiacos dentro de los planteles de educación media y superior, igualmente suplicaban la derogación del artículo 145 del Código Penal Federal.

Tomando como punto de partida la Plaza de las Tres Culturas, diversos contingenges de diferentes universidades públicas de la Ciudad de México, como el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) se reunieron para expresar el motivo de su lucha y protesta, que a decir de los asistentes, continúan peleando por una educación libre sin discriminación, ya que en algunos planteles, las autoridades a cargo transgreden derechos importantes como la libertad de expresión o la enseñanza sin tintes políticos e ideológicos.

Previo al inicio de la marcha, en la explanada se colocaron coronas de flores en memoria de las 300 víctimas ejecutadas.

Los contingentes avanzaron por la avenida Ricardo Flores Magón y se incorporaron al Eje Central Lázaro Cárdenas.

Jorge Aguilar

Piden protección a los estudiantes

Sumado a la protesta por una educación transparente, los estudiantes marcharon con la finalidad de que luego de cinco décadas de la matanza de casi 300 personas en las inmediaciones de Tlatelolco, siempre sean recordadas todas las personas que se pronunciaron en contra de el Gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, administración que se caracterizó por incluir en sus elementos policíacos, personal que reprimía a todo aquel que comulgara con ideas políticas que estuvieran en contra del régimen de ese momento.

Al iniciar su recorrido, los contingentes avanzaron por la avenida Ricardo Flores Magón y se incorporaron al Eje Central Lázaro Cárdenas; en ese momento, los líderes de las organizaciones gritaban súplicas y peticiones hacia el Gobierno federal, demandas que exigían que nunca más los judiciales y estuvieran encima de los estudiantes, asimismo reclamaron que los alumnos que deciden pronunciarse sean discriminados.

"No somos porros, somos estudiantes"; "venimos a marchar porque en nuestras escuelas tenemos que ser libres, no podemos continuar con maestros que nos digan que valemos menos por nuestra inclinación política, todo el movimiento estudiantil es para dejar que claro que no perdonamos ni olvidamos, la escuela debería de ser nuestro lugar seguro y a veces ahí encontramos mayores trabas para ser libres", expresó la integrante de un contingente de la UNAM.

"Aunque la matanza ocurrió hace 55 años, a la fecha tenemos una lista muy larga de estudiantes que no regresaron a casa y nadie sabe dónde están, el Gobierno no nos protege, el estado es quien debería poner atención a todos los que solamente querían estudiar y llevaban una mochila con pocos pesos en su bolsa, ¿Por qué se los llevaron? Ellos iban a cambiar el país, hoy si lucha es conmemorada por nosotros", argumentó.

Lamentaron que décadas después, alumnos sigan siendo objetivos de asesinatos para grupos criminales.

Jorge Aguilar

"En México es más peligroso ser estudiante que narcotraficante"

Bajo la lluvia, los manifestantes entonaban los himnos "Goya" y "Huelum", cantos alusivos a las máximas casas de estudios de la nación, al mismo tiempo en el que levantaban carteles que decían: "No hay raza por quién hablar ni espíritu", "Nuestras muertes viven en la chispa de la pólvora", "No nos reconciliamos, juicio y castigo". Levantando las banderas guinda, dorado y blanco, miles de estudiantes hicieron un llamado para que sus derechos humanos no sean violentados y que aspirantes a licenciaturas como periodismo, docencia y profesionales de la salud dejen de ser víctimas de censura, marginación y desaparición forzada. A su vez, lamentaron que décadas después, alumnos sigan siendo objetivos de asesinatos para grupos criminales.

"¿Por qué nos asesinan si? Si somos el futuro de América Latina. El Estado no protege al periodista, al médico y al estudiante, todos ellos están desaparecidos, queremos que cualquier persona que quiera estudiar esas carreras, lo haga libre. Vamos a pasar lista por todos los muchachos de Ayotzinapa que vivimos se los llevaron y así los queremos; uno, dos, tres, cuatro, cinco... cuarenta y dos, cuarenta y tres; el Gobierno no los protegió, es similar a lo que pasó en el 68 en Tlatelolco, pero a comparación de que es una matanza moderna que no puede quedar impune, en México es más peligroso ser estudiante que narcotraficante, no quiero ser una presa de la historia y que mañana me toque a mí, fuera la policía de las escuelas", reveló una estudiante del IPN.

Al avanzar por las avenidas Hidalgo y Cinco de Mayo, los protestantes aceleraron el paso hacia la Plaza de la Constitución, e inmediatamente comenzaron el pase de lista de los 300 estudiantes del Colectivo Estudiantil de 1968 y de la población que decidió marchar en solidaridad con los inconformes, personas que horas más tarde fueron asesinadas por la policía, autoridades que dispararon en contra todos los que se ubicaron en la Plaza de las Tres Culturas y en los domicilios aledaños, pues ingresaron de manera negligente, sin una orden judicial.

"¿Por qué nos asesinan si? Si somos el futuro de América Latina", gritaron.

Jorge Aguilar

Pliego petitorio que 55 años después se sigue escuchando

Cuando los colectivos arribaron al Zócalo capitalino, los estudiantes levantaban el puño y gritaban las demandas del pliego petitorio que escribieron los universitarios de aquella época, requerimientos que pedían la eliminación de la fuerza policiaca en las facultades, la excarcelación de presos políticos, la desaparición del cuerpo de granaderos y la derogación del artículo 145 del Código Penal Federal, Ley que amenazaba con aplicar prisión de dos a seis años a quien realizara propaganda política entre extranjeros o entre nacionales mexicanos, difundiendo ideas, programas o normas de acción de cualquier gobierno extranjero que perturben el orden público o afectaran la soberanía del Estado mexicano.

Minutos más tarde, los dirigentes de los colectivos se colocaron en la parte superior de un templete, sitio en el que con megáfonos y acompañados de aplausos y cantos de las universidades, rechazaron cualquier tipo de violencia y represión hacia la comunidad estudiantil. Además, realizaron un minuto de silencio por todas las víctimas asesinadas. "¡Los agresores no pasarán!", "Compañeros, cualquier agresión la vamos a demandar y a eliminar, vamos a estudiar, no a que nos agredan, esto es por todos los asesinados; no a la impunidad", exclamaron.

Realizaron un minuto de silencio por todas las víctimas asesinadas.

Jorge Aguilar

A su vez, anarquistas pertenecientes al "Bloque Negro" realizaron pintas y trataron de derribar una de las vallas de protección que cubren los monumentos históricos, sin embargo los disturbios no impidieron que los manifestantes continuaran su camino y pronunciamiento de exigencias y palabras de solidaridad hacia los aniquilados por la represión.