Metrópoli

Sindicato de Espino se opone a mudanza del "cerebro del Metro" al C5

Los cursos para ser regulador los imparte personal del Sindicato Nacional, por lo que es de total interés para la dirigencia sindical mantener esta operatividad

Movilidad y seguridad

A diario, capitalinos y población flotante hace uso del Sistema de Transporte Colectivo Metro,. Aproximadamente, seis millones de personas viajan por esta red.

A diario, capitalinos y población flotante hace uso del Sistema de Transporte Colectivo Metro,. Aproximadamente, seis millones de personas viajan por esta red.

Foto: Twitter

El Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, que dirige desde 40 años Fernando Espino Arévalo, dio a conocer este miércoles su oposición a la mudanza de la infraestructura de Puesto Central de Control (PCC), el llamado "cerebro del Metro", a las instalaciones del C5 del Gobierno de la Ciudad de México al argumentar que en caso de un siniestro en el complejo de seguridad los usuarios de este medio de traslado "corren un alto riesgo", además de señalar que el inmueble desde donde se monitorea cómo transcurre la vida en la capital del país no fue construido "con estándares técnicos", entre otras razones.

Sin embargo, Espino Arévalo no menciona que la mudanza del PCC le quitaría el control total de la marcha de los trenes, pues bajo su dirigencia sindical los reguladores tienen el poder de controlar la calidad del servicio para los usuarios.

Trabajadores del Sindicato Nacional, de Espino Arévalo, y de la disidencia a esta organización fueron consultados por Crónica luego de que se emitió el pronunciamiento del dirigente, que señalan en coincidencia que el flujo de los trenes, su rapidez o lentitud está en manos de los reguladores del PCC, que a su vez envían las órdenes a los conductores sobre cómo debe transcurrir el servicio para los usuarios.

"Desde los reguladores se controla la marcha de los trenes, y esto es de lo más sensible del servicio. De aquí depende el destino de los usuarios, en sus tiempos de traslado", confirman los trabajadores.

La mudanza significa que el señor Fernando Espino Arévalo perdería ese control. Ya no podría estar manipulando el servicio a su favor y con lo que se ha presionado a todas las administraciones que han estado al frente del organismo, principalmente los que han llegado de la oposición, como PRD y hoy Morena", señalan los trabajadores.

Agregan que todos quienes trabajan en el PCC son sindicalizados, y lo ideal sería que para acabar con estos amagos de la marcha lenta es que la empresa, la autoridad del Metro, designe a los operadores de esta área.

El conflicto se crea cuando no se obedece de alentar el servicio, entonces vienen las advertencias "de no hay préstamos, no hay plaza laboral para familiares o no hay pago para el tiempo extra".

Los cursos para ser regulador los imparte personal del Sindicato Nacional, por lo que es de total interés para la dirigencia sindical mantener esta operatividad.

En el inciso C del oficio emitido se lee: "El tema que nos ocupa no debe resolverse a la ligera, amerita que se analice con toda seriedad y atendiendo argumentos técnicos, tomando en cuenta una adecuada planeación en base en un proyecto operativo, con estudios de factibilidad e ingeniería en que se analice el impacto que puede generarse".

Y más adelante advierte que la planeación del traslado carece de profesionalismo por no estar apegada a "sus necesidades reales".

El Sindicato Nacional propone instalar un Puesto de Control en cada línea del Metro, "tal y como lo opera en las líneas A y 12, con lo que se garantizaría la prestación de un servicio de calidad y seguridad que demandan los habitantes de la Ciudad de México. Y firma Fernando Espino Arévalo.

En octubre pasado, este diario informó que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, pretende instalar el PCC en el C5 para mejorar la marcha de los trenes, así como aprovechar la tecnología conectada a la fibra óptica todo en favor de los seis millones de usuarios que viajan a diario por el STC.