Metrópoli

Viene nueva oleada judicial contra la administración Mancera

 Entre los excolaboradores del anterior Jefe de Gobierno se abre la disyuntiva de ser perseguidos y colaborar en busca de una situación menos grave en juicio

La cacería de quienes "desfalcaron"

Mancera

Mancera

La administración Mancera será nuevamente motivo de pesquisas policiaco-administrativas y esto ocurrirá en pocas semanas, todo a partir de la postura que Miguel Ángel Vázquez, cerebro financiero de la operación mancerista en los últimos años del sexenio anterior, decidió colaborar con las Fiscalías de Justicia CDMX y con la Federal a efecto de lograr una situación menos grave de cara a juicio por desvío de recursos.

Vázquez era formalmente un subsecretario, pero en la práctica era del grupo cerrado del jefe de Gobierno mancera; déspota y poco respetuoso de las jerarquías en el gabinete capitalino, su detención en febrero de este año fue recibida con beneplácito por algunos exfuncinarios. Hace 15 días, Vázquez abandonó el Reclusorio Norte a efecto de colaborar con las autoridades y seguirá en estatus de detenido, pero en una casa de seguridad de la Fiscalía.

Colaboradores claves de Mancera en dependencias con manejo de recursos, de acuerdo a fuentes confiables y de primera mano consultadas por Crónica, refirieron que ya se les hizo saber que Vázquez comenzó a cantar y ha estado recitando nombres y redes de operación en las áreas de la administración capitalina pasada donde se habrían extraído recursos. Muchos de éstos personajes han comenzado a abandonar la ciudad de México y han dejado de utilizar teléfonos inteligentes (una vía por el que generalmente terminan siendo ubicados). Entre ellos, los llamados frijolitos sin accesos completos a internet (aparatos celulares muy básicos que venden en tiendas con Oxxo) son el único tipo de aparatos que se permiten, además de que los sustituyen continuamente.

Algunos están convencidos de que Vázquez comenzará a ligar a exfuncionarios y a la jerarquía perredista de ese tiempo con desvíos de recursos que habrían afectado a las arcas de la capital. La disyuntiva, al menos para uno de ellos, es simple: tratar de afrontar un juicio que seguramente será muy publicitado como parte de la campaña anticorrupción de Sheinbaum, o seguir los pasos de Vázquez, pensando (quizás correctamente) que en realidad la autoridad quiere llegar a nombres muy resonados y no quedarse en operadores políticos y finanacieros.