Lupita es una madre SOS en las Aldeas Infantiles SOS México, organización de desarrollo social que trabaja por la promoción y defensa de los derechos de la niñez, principalmente por el derecho a vivir en familia, lleva 12 años colaborando con esta organización y afirma sentirse plena y satisfecha con el proyecto que es replicado en cinco estados más de la república: Baja California, Puebla, Michoacán, Chiapas y el Estado de México.

“Estoy las 24 horas con ellos, a mi familia biológica los visito cada mes o cada dos meses, mi mamá de 96 años y mi papá de 84 han apoyado mis decisiones e, incluso, cuando he llevado a mis niños a Veracruz, de donde soy originaria, a conocerlos, los han tratado como familia y los han consentido mucho” afirmó.

Las actividades que ofrece Aldeas Infantiles son variadas, sin embargo, el peso que tienen las cuidadoras infantiles o madres SOS, son de vital importancia para el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes del lugar, pues son ellas las que se encargan de guiarlos para que alcancen sus metas y pulan las deficiencias que han padecido anteriormente en sus vidas, esto sin dejar de lado el estudio académico.

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“En las Aldeas se tiene un enfoque de estudio, todos los niños van a escuelas publicas y una, como madres, los apoya en todo lo que se puede. Hay que darles la confianza de que ahí vas a estar, quizá no en un cien por ciento, pero un ochenta o noventa sí, soy una persona muy hogareña y no me gusta dejarlos solos” afirmó Lupita.

La madre de seis niños a su cargo afirmó que ha pasado por sus cuidados 19 infantes y que el máximo que ha llegado a cuidar han sido nueve. Además de que, expuso, la convivencia que se vive en las Aldeas es totalmente como la de una familia normal, con risas y enojos, pero donde impera el respeto y la escucha del otro, pues “ninguna familia es perfecta y no existen las personas perfectas”, expuso.

“En un inició yo buscaba trabajar en alguna institución como guarderías, pero encontré Aldeas Infantiles y para mí fue un llamado automático a mi vocación. Yo me enamoré del proyecto, sin embargo, no tenía las herramientas, era muy tímida, me llegué a preguntar ¿Qué estoy haciendo aquí? Pues tenía que hacer, como parte de mi trabajo, el llamar la atención, tener el control, dar órdenes, poner límites, etc. Pero afortunadamente Aldeas Infantiles me ayudó en mi desarrollo personal y me otorgó las herramientas para poder ser mejor”.

En pandemia

Durante la pandemia de Covid-19 en 2020, se afirmó, no hubo nuevos ingresos de niños en condiciones de vulnerabilidad por las repercusiones que esto podía ocasionar, sin embargo, para Julio de 2021, poco a poco se fueron aceptando nuevos ingresos.

“Durante la pandemia me estresé muchísimo, pero también traté de ser un pilar muy fuerte porque al final del día “si la cabeza no está bien, los órganos están por todos lados”, fue benéfico porque nos conocimos mejor, pero también un tanto estresante, nos preguntábamos todos los días qué podíamos hacer de nuevo para no ponernos ansiosos”, afirmó Lupita.

Sentada en un sofá azul, con un ambiente hogareño, una casa perfectamente ordenada y limpia, y con algunos de sus seis niños a su cargo a su alrededor Lupita afirmó: “Me siento muy feliz aquí, si volviera a nacer elegiría otra vez Aldeas Infantiles porque hay muchos niños que necesitan cariño y un mano que esté ahí para levantarlos, me siento plena y satisfecha”, finalizó.

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