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Hacker asegura que Bolsonaro quiso manipular las urnas de votación en 2022

El expresidente habría pretendido invadir las redes judiciales para cuestionar el sistema de votación y lanzar su campaña contra las urnas electrónicas en Brasil

Intrigas Electorales

Bolsonaro ofreció un posible

Bolsonaro ofreció un posible "indulto" en caso de que el hacker fuera arrestado

El hacker Walter Delgatti, quien previamente había trabajado para una diputada de ultraderecha, reveló en una comisión parlamentaria detalles alarmantes sobre la presunta participación del expresidente Jair Bolsonaro en tramas para cuestionar la integridad del sistema de votación.

Delgatti declaró que Bolsonaro le sugirió la invasión de las redes de la Justicia electoral con el objetivo de demostrar la fragilidad del sistema en la previa de las elecciones de 2022

La confesión de Delgatti también incluye afirmaciones preocupantes sobre las acciones de Bolsonaro en el intento de alterar el proceso electoral. Según Delgatti, el exmandatario incluso ofreció un posible "indulto" en caso de que el hacker fuera arrestado por sus actividades ilegales.

Además, Bolsonaro y sus asesores supuestamente planearon la creación de una urna electrónica falsa que mostraría un elector votando por un candidato, pero el voto sería registrado a favor de otro, supuestamente para demostrar un fraude inexistente en el sistema.

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Encuentros secretos

Los encuentros entre Delgatti y Bolsonaro habrían sido facilitados por la diputada de ultraderecha Carla Zambelli, quien trabajaba con el hacker en ese momento. Delgatti afirmó que fue enviado en varias ocasiones por Bolsonaro al Ministerio de Defensa para discutir estas operaciones con expertos en informática.

El pirata informático aclaró que durante estas reuniones en la residencia oficial de la Presidencia, explicó a Bolsonaro la robustez de los mecanismos de seguridad del sistema de votación.

En respuesta a estas revelaciones, Bolsonaro enfrentó juicio ante el Tribunal Superior Electoral en junio pasado y fue despojado de sus derechos políticos por ocho años. La acusación se centró en una reunión en la que el expresidente intentó convencer a embajadores extranjeros de supuestos fraudes en el sistema de urnas electrónicas.

Esta campaña de descrédito había ganado fuerza desde que la Corte Suprema anuló los juicios por corrupción que llevaron a la cárcel a Luiz Inácio Lula da Silva, quien luego lideró las encuestas electorales para 2022.

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