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Israel rescata a cuatro rehenes y mata a al menos 210 gazatíes en la operación

Más de 400 personas resultaron heridas en el campo de refugiados de Nusairat. Hamás ve la acción como una agresión contra civiles, incluidos niños y mujeres

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Palestinos heridos durante la operación militar israelí en el campo de refugiados de Al Nusairat

Palestinos heridos durante la operación militar israelí en el campo de refugiados de Al Nusairat

EFE

Una operación israelí de rescate en el campo de refugiados de Nusairat, en el centro de la Franja de Gaza, dejó este sábado un saldo de al menos 210 gazatíes muertos y más de 400 heridos.

Las cifras fueron confirmadas por el Gobierno de Hamás, que también reportó que las víctimas fueron llevadas al hospital Mártires de Al Aqsa, en la cercana ciudad de Deir al Balah, y al pequeño hospital de maternidad Al Awda, en Nusairat.

El Ejército israelí ejecutó la operación, centrada en dos puntos específicos del campo de refugiados, donde se realizaron intensos ataques para liberar a cuatro rehenes secuestrados por Hamás.

La operación, descrita como una de las más complejas llevadas a cabo por las fuerzas israelíes, comenzó a las 11 hora local tras recibir la aprobación el jueves anterior.

Según el portavoz del Ejército, los soldados se enfrentaron a cientos de combatientes de Hamás, y uno de los vehículos de rescate quedó atascado, siendo liberado posteriormente en una batalla intensa.

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Rescate de los rehenes

Los rehenes rescatados son Noa Argamani, de 25 años, Almog Meir Jan, de 21, Andrey Kozlov, de 27, y Shlomi Ziv, de 40. Todos ellos fueron secuestrados por Hamás durante el festival de música 'Nova' el 7 de octubre.

En la operación de rescate, los soldados lograron extraer a Argamani de un punto y a los otros tres rehenes de otro, en medio de intensos enfrentamientos con los combatientes de Hamás.

El portavoz militar israelí, Hagari, destacó la complejidad y peligrosidad de la operación, señalando que el fuego continuó incluso después de que los rehenes ya habían sido trasladados a Israel.

Durante la operación, un combatiente israelí resultó gravemente herido. La situación fue descrita como extremadamente peligrosa, con soldados operando en medio de numerosos combatientes enemigos y enfrentándose a condiciones adversas para lograr el rescate.

Hamás condenó enérgicamente la operación israelí, calificándola como una agresión contra civiles, incluidos niños y mujeres, y responsabilizando tanto a Israel como a la administración estadounidense por lo que describió como un "crimen catastrófico". 

Ademas, expresó que la sangre de decenas de civiles inocentes fue derramada y responsabilizó plenamente a la ocupación israelí y a sus aliados.