El violento asalto la noche del domingo del aeropuerto de Majachkalá, capital de la república rusa de Daguestán, de mayoría musulmana, protagonizado por una turba que pretendía linchar a los pasajeros de un vuelo procedente de Israel, dispara el temor a que la guerra entre Israel y Hamás dispare en el mundo un rebrote tanto de la judeofobia como de la islamofobia, con resultados trágicos.
Cientos de airados daguestaníes tomaron la terminal 2 del aeropuerto de forma violenta y decenas de ellos llegaron cruzar hasta la pista de aterrizaje y rodear el avión procedente de Israel, que no abrió sus puertas en cuanto la tripulación fue advertida de la amenaza, tras los llamados en canales de Telegram de la llegada de la aeronave.
De acuerdo con la prensa local, Echo de Daguestán, la turba gritó consignas antisemitas y "Allahu Akbar" (Alá es grande). También se escucharon disparos.
Las fuerzas de seguridad logaron despejar tras varias horas de disturbios el aeropuerto. En el operativo resultaron heridas más de 20 personas, entre agentes de la Policía y civiles.
"Los médicos están tratando en hospitales a diez víctimas del incidente en el aeropuerto de Majachkalá", señaló el Ministerio de Salud de Daguestán, según la agencia TASS. Dos de ellas están en estado crítico y diez más han sufrido heridas menores.
La Agencia Federal de Transporte Aéreo ordenó el cierre del aeropuerto hasta el próximo 6 de noviembre y el Ministerio del Interior de Daguestán abrió un caso penal por organización de disturbios masivos.
Pasada la medianoche solamente pequeños grupos de personas permanecieron en el aeropuerto a los que la Policía intentaba convencer de que regresen a sus casas.
El Gobierno de Daguestán ha abierto un centro operativo las 24 horas del día y movilizado todos los departamentos.
La comisionada de Derechos Humanos de Rusia, Tatiana Moskalkova, condenó con firmeza el asalto y las intenciones de la turba, afirmando a su vez que "los acontecimientos en el aeropuerto tienen claramente como objetivo incitar al odio étnico y pueden conducir a graves violaciones de los derechos humanos".
"El objetivo es desestabilizar la paz civil en Rusia. En estos tiempos difíciles, insto a los ciudadanos de Daguestán a no sucumbir a las provocaciones y a seguir estrictamente la ley y los llamamientos de las autoridades de la República", recalcó.
Por su parte, el gobernador de la república norcaucásica, Serguéi Melikov, escribió en su canal de Telegram que "las acciones de quienes se reunieron hoy en el aeropuerto de Majachkalá son una grave violación de la ley”.
"Todos los daguestaníes se identifican con el sufrimiento de las víctimas de las acciones de personas y políticos injustos y rezan por la paz en Palestina. ¡Pero lo que ocurrió en nuestro aeropuerto es indignante y debería recibir una evaluación adecuada por parte de las fuerzas del orden! ¡Y esto definitivamente se hará!", indicó.
Pese a la rapidez en la condena rusa, las relaciones entre el ultranacionalista israelí, Benjamín Netanyahu, candidato a criminal de guerra por las agresiones de su Ejército contra la población palestina, y el presidente ruso Vladimir Putin, con orden de arresto internacional de la ONU por los crímenes de guerra de su Ejército en Ucrania, las relaciones entre los dos países se están deteriorando rápidamente, pese que Israel es una de las pocas potencias aliadas de Estados Unidos que no impuso sanciones a Rusia por la invasión de Ucrania.
Pocas horas antes de los disturbios antiisraelíes en Daguestán —vecina a la también república rusa musulmana de Chechenia—, el embajador de Rusia en Tel Aviv, Anatoli Viktorov, fue convocado este domingo al Ministerio de Exteriores de Israel para expresarle una protesta diplomática por la visita a Moscú de una delegación de Hamás, que se reunió con dirigentes del gobierno ruso, aunque el presidente Putin no los recibió en persona, consciente del escándalo internacional, a sólo tres semanas de que terroristas a las órdenes de Hamás (que controla Gaza) se infiltraran en el sur de Israel el 7 de octubre y mataran a sangre fría a 1,400 israelíes (algunos bebés) y tengan en su poder a 239 rehenes, entre ellos dos jóvenes mexicanos.
La subdirectora de la División de Eurasia de la cancillería israelí, Simona Halperin, le dejó claro al embajador ruso que Israel considera "grave" la falta "de una condena inequívoca y clara" por parte de Moscú "a la organización terrorista Hamás".
"Alojar a los líderes de Hamás, que son directamente responsables del ataque terrorista del 7 de octubre, del secuestro de rehenes y del derramamiento de la sangre de más de 1.400 israelíes, transmite un mensaje de que es legítimo cometer actos de terrorismo contra los israelíes", le advirtió la diplomática israelí, como recoje la nota de Exteriores pasada a la prensa.
Si bien es cierto que el gobierno ruso ha pedido expresamente a Hamás la liberación de los rehenes, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, pidió este fin de semana a Israel a que renuncie a la estrategia de "tierra quemada" en la Franja de Gaza.
"Estamos enviando señales a los israelíes, enviamos señales sobre la necesidad de seguir buscando un arreglo pacífico y no llevar hasta el final la estrategia de tierra quemada en la Franja de Gaza", dijo Lavrov, un firme partidario de la estrategia de Putin de “tierra quemada” en Ucrania.
En un repentino tic pacifista, Lavrov advirtió que "si Gaza es destruida, si dos millones de residentes son expulsados, como plantean algunos políticos en Israel y en el extranjero, esto creará una catástrofe que se prolongará durante muchas décadas, si es que no siglos".
"Así que, por supuesto, hay que parar. Y debemos anunciar un programa humanitario para salvar a la población que se encuentra bajo un bloqueo. No hay ni agua, ni electricidad, ni alimentos, ni calefacción. No hay nada de eso", señaló.
Sin nombrar directamente a Hamás, Lavrov subrayó que, "al tiempo que condena el terrorismo", Rusia está "categóricamente en desacuerdo que contra el terrorismo se pueda responder violando las normas del derecho internacional".
"Incluido el uso indiscriminado de la fuerza contra infraestructuras donde es sabido que se encuentra la población civil, lo que incluye a los rehenes", añadió.
A su vez, advirtió que el hecho de que no se arregle el conflicto en Oriente Medio es el principal factor que se aprovecha para "alimentar el extremismo y el terrorismo en la región".
Y recordó que Rusia se opuso en su momento a la celebración de elecciones en Gaza en 2006 con el argumento de que, debido a la presencia de los radicales, su resultado podría ser contraproducente para las negociaciones de paz con Israel. De hecho, la aplastante victoria de los palestinos que se niegan a cualquier negociación con el “Estado sionista terrorista”, acabó con la expulsión de la Franja a Cisjordania de los moderados de Fatah y desde entonces controla con mano de hierro Gaza.
Lavrov recordó que EU insistió en que "debe haber democracia", Rusia se negó a reconocer los resultados de esos comicios, pese a que ahora recibieron a líderes de Hamás en Moscú.
En cualquier caso, en lo que coinciden Moscú y Washington es en que la solución a la crisis pasa por la creación de dos Estados (el israelí y el palestino, ahora ocupado por israelíes, colonos y soldados) y en el peligro real de que este conflicto, que polariza como ninguno a la opinión pública mundial y a sus gobernantse, reactive una peligrosa escalada de ataques contra inocentes por crímenes de odio en cualquier parte del mundo.
El 6 de octubre, un día antes del salvaje ataque terrorista de Hamás en el sur de Israel, donde fueron asesinados una treintena de niños, Wadea al Fayoune festejó su sexto cumpleaños en su casa de la periferia de Chicago, a miles de kilómetros del conflicto, junto a sus padres inmigrantes, familiares y compañeros de clase.
Once días después, cuando la venganza de los bombardeos israelíes sobre Gaza, se ensañaba con los aterrorizada población palestina (este domingo se superó la cifra de 8 mil muertos de los que más de tres mil son menores de edad), la madre de Wadea al Fayoune, abrió la puerta al casero que rentaba la casa, dejándola herida de gravedad, pero se ensañó con el niño, al que asesinó asestándole 26 puñaladas.
¿Su "crimen"? Sus padres son inmigrantes palestinos que creyeron estar a salvo del odio en EU.
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