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Congela la 4T Norma contra tortilla “pirata”

Trabajos se suspendieron desde inicios de 2022. Proliferan sitios donde no siguen medidas sanitarias, no usan agua potable, trabajan en ´calabozos´ y reciclan producto. De aprobarse regulación, precio del kilo bajaría hasta 20%.

informalidad

Han proliferado tortillerías informales que carecen de toda norma sanitaria.

Han proliferado tortillerías informales que carecen de toda norma sanitaria.

El gobierno federal abandonó desde principios del año pasado los trabajos finales para la aprobación de la Norma 187, la cual busca garantizar la calidad e inocuidad de las tortillas vendidas en el país.

La Norma, cuyo análisis comenzó desde el arranque del lopezobradorismo, establece medidas de higiene forzosas para las tortillerías y define la información comercial y sanitaria a incluir -de forma obligatoria- en las etiquetas de tortillas y otros productos derivados del maíz ofrecidos en tiendas.

Por parte de la 4T participaban en las mesas los representantes de las Secretarías de Economía, Salud Agricultura y Desarrollo Rural.

Desde hace ya varios años ha proliferado la distribución y venta de tortillas en establecimientos de conveniencia, autoservicios o abarroteras, y en la mayoría de los casos se ignora el origen del producto, sus ingredientes y otras especificaciones sobre la elaboración.

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Este método, aseguran tortilleros y molineros entrevistados por Crónica, ha multiplicado informalidad y competencia desleal, e incrementado los costos de producción, con impacto en la calidad y precio de la tortilla.

De aprobarse, coinciden, habría un descenso de hasta el 20 por ciento en el costo por kilo.

“Si el presidente López Obrador quiere estabilizar la tortilla, esto ayuda mucho más que un arancel a la inexistente exportación de maíz”, afirmó Antonio de la Torre, líder de los tortilleros en Durango.

En la entrega pasada, los integrantes del sector calificaron como “inservible” la medida del gobierno federal de imponer una tasa del 50 por ciento sobre las ínfimas exportaciones de maíz blanco.

ANARQUÍA

En torno a la parálisis de la Norma 187, detalló de la Torre:

“Se lo expusimos al presidente y en su momento nos mandó con la exsecretaria de Economía Graciela Márquez: le llevamos cinco peticiones y la Norma fue la única que se comprometió a impulsar. Avanzamos un 95, 97 por ciento, pero el asunto quedó estancado, además hay muchos cambios de secretarios y subsecretarios; con Raquel Buenrostro no se mueve nada”.

-¿Por qué el desorden en el sector y los riesgos en la calidad de las tortillas? -se le cuestionó.

-A raíz de que se liberó el precio hay anarquía total, surgieron tortillerías en exceso, avaladas por comercializadoras, y comenzaron a sacar el producto fuera de los establecimientos y venderlo en comercios de todo tipo, dizque para competir. Se originaron dos problemas: en esas tiendas los consumidores no tienen información de dónde viene esa tortilla, que la mayoría de las veces se produce en lugares clandestinos, y el otro es que se da más barata: si la tengo en 20, se la tengo que dar a 17 al tendero para que me haga el favor de venderla.

-¿Y si no se vende?

-Ahí está otro lado oscuro: casi todos aceptan la devolución, y viene otro desperdicio de miles de toneladas. Muchas veces ese desperdicio se usa en la producción de tortilla mala.

-¿Cómo puede percatarse la gente de la mala calidad?

-Si agarran un paquete, que se cercioren si vienen los datos de dónde se hizo esa tortilla, de lo contrario, es pirata, viene de sitios donde no pagan impuestos, no siguen las medidas de salud, no usan agua potable, trabajan a puerta cerrada, en lugares que parecen calabozos y usan la tortilla reciclada de otros días. Me han preguntado: ¿por qué compro tortilla y a la hora ya está como piedra o como cuero?

-¿Y por qué?

-Porque le meten olote y se aprovechan de la gente pobre que no tiene para comprar. En el color se ve. Mucha trae exceso de cal. Por la mala calidad, el consumo per cápita ha ido a la baja. La tortilla es identidad del mexicano y la hemos descuidado. Si logramos la Norma podemos bajar hasta un 20 por ciento el precio en tortillerías tradicionales. Muchos ponen sus molinos en un cuartito, donde la gente no ve cómo se muele y despacha, no, hay que abrirnos.

-¿Y entonces por qué el desdén oficial?

-En la Secretaría de Salud dicen que no hay registro de muertos por comer tortilla contaminada, ¿y cómo saben?

INFORMALIDAD

Según el INEGI, hay en el país 100 mil 600 tortillerías. Tanto el Consejo Nacional de la Tortilla (CNT) como el Consejo Rector de la Tortilla Tradicional Mexicana -dos de las agrupaciones más fuertes en el país- concordaron en una cifra cercana a las 135 mil. Las informales, aseguraron, van de un 40 a un 60 por ciento: evaden impuestos, explotan a trabajadores e incumplen licencias de funcionamiento y salubridad.

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“Ahora que llegó Buenrostro los subdirectores responsables de dar seguimiento al tema nos dicen que no se pueden reunir con nosotros hasta que ella no autorice. Ojalá la secretaria sepa que estar en ese puesto no es premio, que la pusieron ahí para trabajar y escuchar a todos los sectores”, expresó Homero López, del CNT.

-¿Por qué los tortilleros recurrieron a la distribución por fuera?

-Las harineras comenzaron a fomentarlo, prometiendo apoyos. Maseca se metió de lleno facilitando motocicletas. El reparto les conviene, pero a nosotros no. El 70 por ciento de los tortilleros carecemos de educación básica de negocio, no sabemos hacer cuentas ni sacar el costo de producción, el cual se obtiene sumando todos los gastos del mes y dividiendo entre el número de tortilla vendida. Muchos se asustarían de saber que no están ganando nada, están perdiendo. Pasan algunos meses y ya no tienen para el gas, harina, refacciones y terminan cerrando.

El costo de producción repunta cuando los tortilleros deben pagar motos, repartidores, gasolina, refacciones, “y todavía la estupidez de recibir lo que no se vendió”, recriminó López García.

-¿Se tiene calculado qué porcentaje están regresando las tiendas?

-Entre el 8 y el 12 por ciento, imagina las miles de toneladas a nivel nacional que sí se le están pagando a las harineras y que los tortilleros terminan vendiendo como desperdicio, o peor, que se guardan en agua para meterlas al otro día en la batidora, tortilla tal vez descompuesta, que ya estuvo sometida a altas temperaturas, por eso después huele agría, suelta agua, se aceda o cuartea. Es insalubridad.

La industria trabaja ya en un programa llamado: ´Démosle la vuelta a la tortilla´, para revertir informalidad.

“Si la gente regresara a comprar en las tortillerías, producto calientito, el kilo estuviera cuatro pesos abajo -puntualizó el dirigente-. El negocio está en la venta del mostrador, pero nosotros mismos hemos prostituido el mercado…