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Nearshoring, oportunidad para relanzar la integración en América Latina y El Caribe

Leonardo Lomelí, rector de la UNAM, advierte que es momento de avanzar en una nueva industrialización de la región que impulse el desarrollo tecnológico. 

La consultora británica Deloitte afirma que se han anunciado inversiones en México por 30 mil millones de dólares asociadas a nearshoring.

Ante el nearshoring, el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí, advirtió que es momento de avanzar en una nueva industrialización de la región que impulse el desarrollo tecnológico.

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El rector de la máxima casa de estudios, Leonardo Lomelí Vanegas, advirtió que el mundo vive un nuevo periodo de globalización, de multipolaridad, en el que la relocalización de la producción -conocida como nearshoring- muestra oportunidades para relanzar esfuerzos de integración de América Latina y el Caribe.

“Es un momento que debemos aprovechar y avanzar en una nueva industrialización de la región, que permita impulsar el desarrollo tecnológico y lograr un aumento en la generación de valor agregado”, externó en el marco de su intervención durante la presentación de la edición especial de la Revista CEPAL “75 años de la CEPAL: Hacia un modelo de desarrollo más productivo, inclusivo y sostenible”.

Durante el evento, realizado en formato híbrido, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), enfatizó que algunos de los sectores en los que se debe profundizar esta integración son el farmacéutico y de ciencias de la vida, de dispositivos médicos de fabricación avanzada, entre otros.

Ante el secretario Ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), José Manuel Salazar-Xirinachs, Lomelí Vanegas subrayó la necesidad de buscar las complementariedades entre países, a fin de lograr un crecimiento rápido, que saque a la región de la tendencia de un crecimiento inercial cada vez más bajo y volátil, experimentada en las últimas cuatro décadas.

Asimismo, sostuvo que se debe impulsar un desarrollo sostenible y responsable con el medio ambiente, inclusivo, que genere empleos de calidad, ayude a reducir la desigualdad y aumentar la movilidad, de la mano de la ampliación de la protección social y del Estado de bienestar, entre otros aspectos.

Antes, Salazar-Xirinachs expuso que la edición especial de Revista CEPAL es una manera de conmemorar los 75 años de ese organismo multilateral e invita a repensar, reimaginar y transformar el presente; a distinguir los qué y los cómo para gestionar las grandes modificaciones, detectar las brechas existentes, los grandes desafíos y las maneras de salir adelante, “para que América Latina y el Caribe puedan navegar con éxito en esta nueva etapa de la globalización”.

Sostuvo que se han vivido grandes cambios estructurales geoeconómicos que han transformado la geopolítica. Entre ellos, citó, que la participación de Estados Unidos en la producción mundial medida por la Paridad de Poder de Compra cayó de 20 por ciento en 1991 a 16 por ciento en 2022, mientras que la de China aumentó de cuatro por ciento a 18 por ciento, en el mismo periodo.

La nación asiática también se ha constituido en el principal socio comercial para la mayoría de los países, con 14.4 por ciento de las exportaciones globales, mientras que las de nuestro vecino del norte representaban 8.3 por ciento en 2022. Asimismo, Rusia, India, China y África del Sur han sobrepasado la producción de los países conocidos como G7.

El titular de la CEPAL explicó 11 grandes transformaciones necesarias en el modelo de desarrollo, entre las que están: el crecimiento alto, sostenido, sostenible e inclusivo; la reducción de la desigualdad y el aumento de la movilidad y cohesión sociales; la ampliación de la protección social y el Estado de Bienestar, la educación efectiva para todos y acceso amplio a la formación profesional; el avance hacia la igualdad de género y la sociedad del cuidado; el impulso ambiental para promover la sostenibilidad y enfrentar el cambio climático; la transformación digital; la migración ordenada y regular, entre otros.

En su oportunidad, la directora del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Dorotea López Giral, apuntó que el ejercicio de repensar estratégicamente la región no solo compete a los gobiernos sino también a otros actores como las universidades, responsables de formar capital humano, pilar fundamental para consolidar el desarrollo.

“La responsabilidad que tenemos las universidades, en particular las públicas, es en todas las aristas de la formación, como la investigación y la generación de espacios de cambio”, dijo.