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Obispos de Guerrero negocian con delincuentes, pacificación en la entidad

Otros tres clérigos participan también en esta asumida función negociadora que ha fracasado hasta ahora; alcalde Chilpancingo dice que todo es psicológico

Gobierno nos ha abandonado

Para pacificar Guerrero, obispos de esa entidad se asumieron como negociadores ante los delincuentes.

Para pacificar Guerrero, obispos de esa entidad se asumieron como negociadores ante los delincuentes.

La Crónica de Hoy

El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, dijo que los cuatro obispos de Guerrero buscan una tregua con líderes de grupos de la delincuencia organizada para pacificar el estado, sin resultados positivos.

Al conclir el sevicio espiritual por el Miércoles de Ceniza en la Catedral de Chilpancingo, Guerrero, el clérigo admitió que por separado y en distintos momentos previos al incremento de la violencia buscaron una tregua que incluía el reparto de territorios entre los grupos criminales

“Los obispos de Guerrero empezamos a buscar diálogos con jefes que pueden darnos la paz, pero se mueven intereses en el corazón y en la cabecita de cada uno y no se logró”, señaló ante medios locales que acudieron a la misa.

Los otros obispos “pacificadores de Guerrero” son: Joel Ocampo Gorostieta, de Ciudad Altamirano; Dagoberto Sosa Arriaga, de Tlapa; y el arzobispo de Acapulco, Leopoldo Gónzalez Gónzález.

González Hernández informó que han mantenido el diálogo con los líderes criminales antes de desatarse la violencia contra transportistas de Acapulco, Zihuatanejo, Taxco, Chilpancingo e Iguala

La avaricia en el corazón de los delincuentes ha impedido que haya paz en Guerrero, dijo el Obispo.

La avaricia en el corazón de los delincuentes ha impedido que haya paz en Guerrero, dijo el Obispo.

El purpurado reveló que sus negociaciones fallaron porque los líderes criminales no aceptaron las condiciones de otros, principalmente relacionadas por la repartición de territorios, un asunto de avaricia.

“No los sueltan, les ha costado vidas, ambicionan los cobros, ambicionan un afán de dinero, de poder y con esto no pudimos”, declaró el Obispo José de Jesús González Hernández.

Adelantó que seguirán buscando el diálogo con ellos aunque y luego soltó una aclaración que sonó a cusación; “la solución la tiene el Gobierno, ellos tienen el poder, los recursos, los medios, pero parece que nos han abandonado”.

El antecedente negociador

No es la primera vez que un representante de la Iglesia Católica se asume como negociador de la paz ante grupos criminales.

El antecedente data del 16 de abril de 2018, cuando Salvador Rangel Mendoza, en aquel entonces obispo de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Guerrero, reveló su reunión con un integrante del crimen organizado para que detuviera el asesinato de candidatos del estado.

Luego de esta clerical iniciativa, otros sacerdotes imitaron el ejemplo y anunciaron que "si alguien del crimen se acerca a buscarlo a uno como sacerdote, tiene uno que atenderlo”.

“Es todo psicológico”

Por su parte, para la alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, todo se trata de una “guerra psicológica” que se disputa en redes sociales.

La alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, pidió el apoyo de los medios.

La alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, pidió el apoyo de los medios.

En conferencia de prensa, la funcionaria omitió mencionar la violencia desatada el primer fin de semana en Chilpancingo, que le costó la vida a seis taxistas.

La alcaldesa pidió la colaboración de los medios de comunicación para “ser objetivos” y no permitir que se magnifique en redes sociales la situación “real” de la violencia que atraviesa el municipio.

“No nos puede ganar el miedo, el día que éste sea dominado nos vamos a empoderar de lo que nos toca y corresponde como sociedad”, indicó la funcionaria.

En el contexto, el transporte público de Chilpancingo estuvo suspendido por varios días debido a los ataques contra sus operadores y la violencia general que se vive en la región; tras reuniones con ellos, las rutas foráneas y locales se reanudaron el 13 febrero, pero las escuelas siguen sin clases.

A los taxistas de Chilpancingo asesinados se suman dos más de Acapulco y el conductor de un autobús en Taxco de Alarcón; en los tres municipios se paralizaron las actividades como protesta y exigencia de paz.

Además de este escenario, la mañana del 14 de febrero la titular de la Fiscalía General del Estado de Guerrero (FGE), Sandra Luz Valdovinos Salmerón, solicitó licencia para separarse del cargo por un periodo de seis meses sin goce de sueldo.

Argumentó asuntos de carácter personal y familiar que requieren de su atención.