Los semáforos son elementos vitales para una ciudad, ya que son capaces de controlar el flujo vehicular y peatonal con el fin de evitar accidentes lamentables. A pesar de que su funcionamiento no requiere de tecnologías muy avanzadas, es importante darles mantención con regularidad.

“Un semáforo en mal estado puede significar que un gran número vidas estará en peligro”, explica Alfonso Moral, Gerente General de Auter, empresa que lleva más de 40 años liderando el rubro de los sistemas de control de tránsito en Chile.

Pero, ¿Es suficiente la instalación de un semáforo para proveer de seguridad a las ciudades? Lo cierto es que, según comenta Moral, existe todo un mundo de soluciones viales que contribuyen a que las ciudades se conviertan en lugares más confiables para que los peatones y conductores circulen sin temor.

Justamente, persiguiendo esa motivación, Auter se ha encargado de buscar todo tipo de tecnologías que permitan incrementar la seguridad vial de Chile. Semáforos, radares de velocidad, cámaras de vigilancia, pantallas informativas, entre otros, son parte del catálogo de innovaciones que los han llevado a liderar este rubro.

Un sistema de seguridad vial completo

Solo basta con buscar accidentes causados por un semáforo apagado o en mal estado en Google, para darse cuenta de lo relevantes que resultan estos aparatos para las ciudades.

Por esta razón, en Auter poseen un equipo de ingenieros expertos encargados de reparar y dar mantenimiento a cualquier semáforo que hayan instalado previamente, lo que va más allá de reparar una luz que se encuentre en mal estado. Para entender de qué se trata esto, hay que comprender el funcionamiento de un semáforo.

“Muchos creen que uno instala un semáforo y ya está todo listo. Pero lo cierto es que lo que se hace es instalar intersecciones que se pueden componer de varios semáforos. Estos son operados a través de un controlador previamente programado, el cual, en el caso de Auter, puede ser monitoreado y mantenido a distancia de una central operada por profesionales que los monitorean las 24 horas del día”, señala Alfonso Moral.

En este sentido, Moral establece que para poder programar estos dispositivos es necesario hacer un exhaustivo estudio que justifique la presencia de los semáforos en una intersección, así como también permita analizar cuál es el tiempo óptimo para que las luces cambien de color. Este proceso se hace antes de instalar un semáforo, pero también puede volver a realizarse tras meses o años de funcionamiento para analizar si los tiempos en verde o rojo van en línea con el flujo vehicular.

Sin embargo, esto solo es una parte de lo que compone los actuales sistemas de control de tránsito. Parte del servicio que ofrece Auter también incluye otras tecnologías como cámaras y radares especializados.

Un estudio realizado en 2014 por Insurance Institute for Highway Safety, demostró que el uso de cámaras en los semáforos salvó más de 1.300 vidas ese año debido a que los conductores se ven presionados a respetar las detenciones en los cruces y los límites de velocidad. “En Chile hemos realizado pruebas tanto con radares y con cámaras puestas estratégicamente en las calles, observando también una disminución en el número de accidentes”, comenta Moral.

Auter, una empresa que fabrica sus propios productos

Pero, sin duda, uno de los sellos que caracteriza a Auter y que los ha llevado a distinguirse de otras empresas del rubro, es que ellos mismos son los fabricantes de sus semáforos y sistemas de control, a diferencia de competidores que importan todo desde el extranjero.

Esto mismo, permite que el servicio ofrecido a municipios y empresas de todo Chile, sea 100% personalizado, tanto así, que en ciertas ocasiones Auter también provee soluciones para productos que no forman parte de su catálogo: “Nos ha pasado que hay competidores que tienen que recurrir a nosotros porque no pueden avanzar con implementaciones que requieren de un nivel más alto de ingeniería”, señala Alfonso.

Actualmente, en Auter trabajan más de 400 personas, muchas de ellas profesionales aptos para crear soluciones tecnológicas únicas, adaptables a todo tipo de proyectos viales, inclusive, los que incluyen pantallas informativas que comúnmente se suelen ver en carreteras y autopistas.

El nivel tecnológico que han demostrado los ha llevado también a colaborar con proyectos de inversión pública, tal como el programa Red Activa dispuesto en una comuna de la capital chilena. Este se trató de la implementación de una botonera inclusiva instalada en un grupo de semáforos, los cuales al ser accionados a través de una pulsera especial, permitían que la luz verde extendiera su duración para el paso de adultos mayores y personas con alguna discapacidad.

Proyectos deportivos y educativos

Pero en Auter no todo es tecnología y semáforos. También, la empresa se ha dado el tiempo de invertir en aportes sociales ligados al deporte y la educación.

El Club Deportivo Arturo Fernández Vial, es uno de los equipos de fútbol más antiguos de Chile y es uno de los más representativos de la Región del Bío Bío. Actualmente se desempeñan en la Primera División B del país y en su camiseta se puede ver cómo el logo de Auter adorna sus mangas.

“Para Auter es importante impactar de forma positiva en la sociedad y por eso hemos decidido ser parte de la historia del fútbol auspiciando a Fernández Vial. Creemos que el proyecto de este club puede ayudar a cientos de jóvenes a desarrollarse profesionalmente en este popular deporte”, manifiesta Alfonso Moral.

En términos educativos, la empresa chilena también ha aportado con ayudas a diferentes colegios del país, los que han recibido asesoramientos personalizados dependiendo de las necesidades que manifiestan sus estudiantes.

En el canal de YouTube de Auter, se puede ver cómo la compañía ha formado alianzas con ocho establecimientos educacionales de diferentes regiones del país. Actualmente, en el país la educación es uno de los temas que más se discuten a nivel político, por lo que ayudas que entregan empresas como Auter ayudan a avanzar en mejorar la calidad de la educación chilena.