El activo más valioso que tiene una empresa es el recurso humano, su integridad en los centros de trabajo no es negociable: “sin personal convencido por la seguridad, que se preocupe por su bienestar y el de sus compañeros, las organizaciones no podrían ofrecer entornos seguros, ni mantener la salud de su sociedad”, así lo considera Oswaldo Ramírez, jefe de seguridad, higiene y control ambiental en Química Apollo, compañía de servicios integrales para el sector energético.

La seguridad y el cuidado del equipo de trabajo son pilares fundamentales, por ello menciona que “ningún individuo debe ser afectado en su desarrollo personal, físico, psicológico o social como consecuencia de su labor desempeñada, siendo este el principio de las políticas del Sistema de Gestión de las Empresas”, explica.

Aun, cuando la seguridad es considerada de vital importancia, la realidad es que pocas veces es tomada en cuenta. De acuerdo con OCCMundial, 20 % de los colaboradores mexicanos indica que en sus centros de trabajo no cuentan con lo necesario para sentirse seguros. Esto, principalmente, por malas prácticas, desconocimiento o falta de interés de los altos mandos, lo que da como resultado, negativas en la gestión de recursos, deterioro de las instalaciones o falta de herramientas.

En Química Apollo, la realidad es distinta. Oswaldo Ramírez menciona que todo comienza con los colaboradores, principales actores en la gestión de la seguridad quienes reciben capacitaciones, talleres, se involucran en la evaluación de las actividades, la toma de decisiones y, sobre todo, mantienen una participación activa en la implementación de estrategias.

Se trata de generar resonancia para que ellos se adentren más en la organización, asumiendo que la seguridad es benéfica para cada uno de sus colaboradores y sus compañeros, indica Oswaldo Ramírez. “La seguridad es de todos, no es un tema individual y entre más competente sea el equipo en ello, tendremos más confianza para trabajar en conjunto. No es un requisito, es un hábito permanente”, agrega el responsable de Seguridad de Química Apollo.

Entornos protegidos

Lograr que el entorno de trabajo sea seguro a través de la toma de conciencia, requiere de capacitación, misma que en Química Apollo se imparte desde el primer día que la persona forma parte de la empresa. El colaborador aprende sobre los procesos de la compañía, los comportamientos y las buenas prácticas, además que obtiene las herramientas para evaluar riesgos, cuidar de los demás y de sí mismo.

Las acciones sumadas permiten a los empleados fortalecer las medidas de protección, teniendo mayor participación en los procesos que realiza la empresa.

Oswaldo Ramírez considera que estas acciones y certificaciones de seguridad son el reflejo de los valores de Química Apollo que, a su vez, se traducen en menos incidentes y problemas de salud.

Esto posiciona a la compañía como una de las empresas con un promedio menor de incidentes dentro del sector, un punto por debajo del TRIR (Total Recordable Incident Rate), promedio del mercado: “invertimos más tiempo reforzando la seguridad y capacitando a nuestro personal para prevenir, que atendiendo emergencias”, declara el responsable.

Para continuar de esta manera se requiere del trabajo de los colaboradores, del nuevo talento y de los líderes, siendo en ellos donde comienza la transformación de cualquier empresa.

“Hace 20 años, la inversión económica en seguridad era vista como un gasto o pérdida; ahora es considerada como una póliza de seguro. Se está alcanzando la conciencia de tenerla por el bien de toda la comunidad empresarial: personas y organización, a la que también le representa ahorros significativos”, concluye el jefe de Seguridad, Higiene y Control Ambiental en Química Apollo.