
En el salón reina la expectativa debido a la llegada inminente de Destiny, un tiburón ballena. Tiene cita con la prensa para contar su experiencia como protagonista de la nueva aventura marina de la casa de Mickey Mouse: Buscando a Dory. Finalmente aparece acompañada de Silvia Navarro, quien como en el largometraje le presta su voz para responder las preguntas de los reporteros.
Destiny escucha atenta ¿Cuál es el tema clave en el regreso a la pantalla de Dory, 13 años después de Buscando a Nemo?, se le cuestiona. Tras un momento pensando se olvida del cetáceo y en español fluido responde con un tono cálido, sin perder seriedad:
“El mensaje que queremos dar es para toda la gente. Me parece que es mucho más importante para los jóvenes: hablamos de la unión familiar, que es una responsabilidad; del valor que tienen los amigos, que se vuelven como tu familia, pero también el cómo las debilidades de ciertos individuos se transforman en su parte más encantadora.
“Se muestra a mi amiga Dory con poca memoria de corto plazo, lo cual la hace encantadora, valiente y arriesgada. Me ven a mí, soy corta de vista, tengo inseguridades y miedos, porque no conozco otro mundo. La idea es decir que las pequeñas diferencias o lo que te hace inseguro, en otros lugares o momentos se vuelven las cosas que te hacen maravilloso”, dice Destiny.
Además de Destiny, acompañan a Dory en su travesía por recuperar a sus padres perdidos Marlin, Nemo, aleta especial incluida; Hank, pulpo sin sentido del humor con sólo siete tentáculos, y la ballena beluga Bailey, convencido de un fallo en sus habilidades de navegación. Todas esas características diferentes, a decir de la cariñosa Destiny, tienen un por qué.
“La película y Disney se encargaron de (retratar) la importancia que tenemos de manera individual, (de enfatizar) toda debilidad se convierte en algún momento en nuestra fortaleza, depende del cristal con que se mire”, expresa la amiga por tubería de Dory, quien deja claro cómo evita el instinto de devorar al pez cirujano regal: “Soy vegetariana, sólo como plancton”.
CONCIENCIA. Para conectar a los niños con la naturaleza e inspirarlos a actuar para proteger el planeta, incluyendo los océanos y la vida marítima, Disney lanza la iniciativa con el hashtag #QueSiganNadando.
En la dinámica, cuando un fan utilice en Twitter, Instagram o comparta en Facebook el video de esta iniciativa (disponible en las fanpages de Compromiso Disney y Disney Películas), Disney donará un dólar, hasta alcanzar los 50 mil. El total se destinará al programa Roots & Shoots del Jane Goodall Institute.
“Estoy en total desacuerdo del uso de animales en general”, comenta Silvia Navarro, quien agradece la oportunidad de dar vida a Destiny, rol con el cual se identifica.
“Está medio loquita como yo, también usa lentes de contacto, es tan fan de Dory como yo y se vuelve valiente cuando menos se lo espera”, finaliza.
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