Opinión

¿Arde la milpa… y todo lo demás?

Las protestas de los productores de maíz y trigo en el norte me dejan un muy mal sabor de boca.

Hasta donde entiendo y en lo inmediato, lo que está en juego es el precio de garantía para 3.5 millones de toneladas de maíz, pues el gobierno federal y el de Sonora solo han cubierto mil 800 toneladas producidas por agricultores con 10 o menos hectáreas, dejando fuera a los productores con 11 hectáreas o más. El problema es bastante similar para los productores de trigo.

Víctor Villalobos Arámbula, titular de la SADER, sostuvo un encuentro con productores de nopales en la alcaldía Milpa Alta

Víctor Villalobos Arámbula, titular de la SADER, sostuvo un encuentro con productores de nopales en la alcaldía Milpa Alta

Cuartoscuro Archivo

Los agricultores aducen que la caída de los precios internacionales de los granos ha hecho que el precio del maíz baje 45 por ciento hasta llegar a cuatro mil 500 pesos por tonelada; a este último precio es al que las grandes empresas están dispuestas a pagar el grano, siendo que los agricultores requieren vender la tonelada a siete mil pesos.

Al problema anterior se suma que la última cosecha se realizó sin los créditos blandos ofrecidos anteriormente por Financiera Rural, recientemente extinguida por la 4T. Ello llevó a por lo menos nueve mil agricultores a contratar créditos con intereses superiores, incrementando sus costos de producción.

Un agregado más es el extraño papel jugado ahora por SEGALMEX; los agricultores se quejan de que simple y llanamente no se sienta a negociar con las grandes empresas compradoras y, de hecho, las ignora.

Desde hace cuatro meses, las uniones de productores se acercaron en diversas ocasiones al gobierno federal para resolver el diferendo, pero ha sido en vano. Ya se plantaron frente a Palacio Nacional; ya tomaron las oficinas de PEMEX, carreteras y hasta el aeropuerto de Sinaloa, pero nada. Para que quedara claro, el propio presidente les espetó hace dos días: ·”Que se queden con el aeropuerto, pero no nos vamos a dejar chantajear por corruptos,” además de acusarlos de ser un movimiento de productores de élite que han abusado de los subsidios, amén de ser adversarios de la 4T. Mmmmhhh…

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Mire, don Víctor, el presidente ha emitido similares acusaciones sobre tantas personas, agentes económicos, organizaciones, etc., etc., que ya uno no sabe si creerle o no.

Vayamos por partes. Existen 12 mil 400 productores medianos y mil 375 grandes, los cuales producen aproximadamente el triple de toneladas que los pequeños propietarios; también es cierto que utilizan los subsidios que dan los precios de garantía.

No digo que sean blancas palomitas, pero hasta donde entiendo, dichos productores podrían dedicarse a otro cultivo más rentable, pero México necesita que produzcan maíz, grano en el cual todavía somos deficitarios. Luego entonces, requieren de los apoyos del gobierno para sus cosechas cuando los precios bailan como en esta ocasión. Si no se les apoya, podríamos irnos despidiendo de la Ley de Desarrollo Rural y de los objetivos de la autosuficiencia alimentaria.

En cuanto a los grandes compradores, no hay manera de someterlos, como quisiera el inquilino de Palacio Nacional; por lo menos esa sería la intención del presidente, según trascendió de una reunión en la que se abordó el tema (El Economista, 5/5/2023). Me explico: Gruma o Cargill pueden comprar fuera del país el grano requerido y si la Secretaría de Economía quisiera imponerles un arancel por importación, tendríamos un serio problema con el T-MEC.

Ayer mismo, Benajmín Valdés, representante de los productores de Sinaloa, lanzó una última carta en entrevista con el periodista José Cárdenas. Los agricultores proponen que el diferencial entre el precio internacional y precio requerido sea compartido a partes iguales por el gobierno federal, las compradoras y los productores mismos. De no darse el acuerdo, los agricultores están dispuestos a seguir la sugerencia del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, de irse a tomar las bodegas de las compradoras. Vaya bronca internacional…

A continuación y si los agricultores ya desesperados venden sus cosechas a cuatro mil 500 pesos, lo más probable es que quiebren y no le platico la mega bronca para los estados del norte y para el gobierno federal.

En lo inmediato, las economías de Sinaloa, Zacatecas, Tamaulipas, Sonora y Chihuahua, se colapsarías, pues el campo les es muy importante en el desarrollo local. Le seguirían de cerca Guanajuato y Michoacán. Por cierto, de los estados que le menciono, cinco son gobernados por MORENA y dos por el PAN.

Lógicamente, la próxima siembra estaría en un altísimo riesgo y la falta de maíz haría que el precio de la tortilla se disparara para fin de año o para 2024. Los expertos en productos agrícolas estiman que el kilo de tortilla rondaría los 40 pesos; o sea el doble. El incremento en el costo de la canasta básica sería sensible, en un país donde al día de hoy 40 por ciento de los mexicanos no puede costearla.

Y todo esto ocurriría en un año electoral…

Colaboró: Upa Ruiz uparuiz@hotmail.com

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