
Solidaridad, lealtad, bondad, cuidado del agua y promoción de la lectura son algunos de los valores que inculcan en niños y adultos Provencio y Remigio, dos de las más de 300 marionetas con que cuenta la compañía teatral Shuto.
Radicada en Ciudad Juárez, Chihuahua, Shuto nació en 1991 a iniciativa de Carlos Quevedo.
A decir de Carlos, el sapo Provencio y el perro Remigio no sólo entretienen, sino que han sido un instrumento pedagógico bien recibido por grandes y chicos.
Actualmente Shuto tiene catorce obras de teatro con marionetas, que son escritas y dirigidas por Carlos, quien además crea los muñecos.
Recorriendo escuelas, teatros, museos y todo foro donde sea invitado, el grupo Shuto ha hecho de las presentaciones un programa de enseñanza de valores, que cuenta con el reconocimiento y el apoyo de la Universidad de Nuevo México, la Senecu Fine Arts Society, la asociación civil texana Paso del Norte Health Foundation y la asociación Salud y Desarrollo Comunitario de Ciudad Juárez.
El programa de difusión de valores se basa en tres obras: El parque de los fantasmas, en la que se usa títere de guante y se promueve la lealtad; El jardín, en la cual se emplean títeres de varilla que difunden la solidaridad y el cuidado del agua, y Remigio y la visita, que es con marionetas que impulsan la bondad.
"Hay una magia con el títere. Si a un niño lo quieres mucho y te quiere mucho, siente el valor del amor y la bondad; si un niño ve a alguien en problemas lo apoya incondicionalmente, es el valor de la solidaridad, y si le preguntas a un niño cómo me veo te va a decir bonita o fea, porque no tiene prejuicios, es el valor de la honestidad. La cosa es que se van perdiendo esos valores conforme vamos creciendo.
"La idea del programa es que los niños a través de las vivencias con los títeres en obras interactivas hagan conciencia de que tienen esos valores, y el lugar ideal para hacer ese trabajo es en las escuelas, porque no son sólo
las presentaciones, sino talleres para los maestros para que continúen con dinámicas pedagógicas la inserción de los valores y crear autoestima", dijo en entrevista con Crónica.
Carlos señaló que asimismo hay un programa de educación sexual con títeres, el cual está dirigido a jóvenes de secundaria.
El titiritero considera que actualmente muchos valores, si no se han perdido, por lo menos "están bastante extraviados como para que nos cueste trabajo encontrarlos y es causa de un montón de vicisitudes sociales que estamos pasando".
Con 16 años de difundir su espectáculo, Carlos lamenta que el teatro de títeres sea "una tradición muy extraviada en México".
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