“Apreciar el talento de jóvenes artistas que viven en México o fuera de él, a través de conciertos interactivos que involucran otras artes como teatro, pintura, danza y fotografía” es la razón de ser del proyecto Faro de Talentos, dice a Crónica su creadora, la violinista Mercedes Alejandra Romero Rivera.

La iniciativa, también de rescate musical, se realizará el último sábado de mes durante 2023 en La Privada Roja, un espacio cultural y gastronómico de la colonia San Rafael, en la capital mexicana, para hacer un maridaje entre culinaria y arte.

Iniciará el 25 de febrero, a las 19 horas, con un recital de guitarra clásica a cargo de José Alfredo Amezcua, originario de Paracho (Michoacán), quien interpretará obras españolas de los siglos XIX y XX, así como Tierra Mestiza, del compositor mexicano Gerardo Tamez, en dueto con Mercedes Romero en el violín. Además de una copa de vino, el boleto ($250 pesos) incluirá la rifa de un cuadro de Alfonso del Valle Azcué.

Faro de Talentos busca acercar al público a la música de manufactura nacional -con escasa difusión o raramente escuchada en los foros del país- mediante un disfrute culinario posterior a los conciertos, pero también con la integración de otras disciplinas artísticas y charlas introductorias para conocer sobre los compositores y sus creaciones.

La idea, impulsada por el artista plástico y fundador de La Privada Roja Alfonso del Valle y el empresario Emiliano del Valle Harp, cuenta con asesoría de los investigadores de música y ópera mexicana Emmanuel Pool y Enid Negrete.

En la programación, explica la curadora, “damos prioridad a artistas mexicanos jóvenes con proyectos independientes o de impacto social que no han podido darles una mayor difusión”, pero interesados en promover el repertorio nacional, el cual tiene desventaja frente a los compositores europeos, pese a su gran calidad.

“No hay suficiente divulgación de estos autores y en épocas pasadas las mujeres (del mundo de la música) tenían aún menos reconocimiento en el medio”, agrega.

Por otro lado, se está dando oportunidad a artistas radicados en el extranjero, por estudios o trabajo, “para devolver un poco al país la fuga de talento de sus intérpretes de alto nivel”.

El programa musical

En marzo tocará el turno al cuarteto de guitarra Delfos, con arreglos propios de un repertorio diverso; en abril, al pianista y cantante José Luis Gonzales con un ciclo para voz y piano; y en mayo, a Mercedes Romero con obras para violín y piano de autores mexicanos como Ricardo Castro, Manuel M. Ponce, Juan Reynoso, José F. Hernández y una pieza propia.

En este último recital se estrenará Danza Capricho, composición inédita de Rafael Galindo (1859-1945), violonchelista y académico del Conservatorio Nacional de México, así como fundador y vicedirector de la Orquesta Típica de la Ciudad de México.

Otras rarezas del proyecto serán un programa dedicado al fagot, con arreglos especiales y acompañamiento de piano, a cargo de Erik Javier López, quien estudia en la Universidad de Georgia (Estados Unidos).

A mediados de año habrá un concierto de ópera mexicana: nuestra historia contada desde la voz con las sopranos Aurora Sanz y Diana Mata. Será “un repaso de las arias operísticas escritas en el territorio que hoy es México, desde el virreinato hasta el siglo XX”, adelanta Mercedes Romero.

Un espacio histórico recuperado

La Privada Roja, inmueble construido en 1907, debe su nombre al color de sus ladrillos. Antes de su abandono en la década de los 40, solía ser punto de encuentro de artistas como Frida Kahlo, Diego Rivera y Tina Modotti o figuras políticas como Francisco I. Madero.

Fue rescatado en la década de los 90 y actualmente está habilitado como recinto cultural y de comercio boutique, donde se realizan actividades artísticas y de ocio.

La programación puede consultarse en redes sociales: IG @privadaroja, TW @Privada_Roja y FB LaPrivadaRojaOficial/