¿No se aburren los grandes Maestros?
Los ajedrecistas de élite a menudo dedican toda su vida a jugar y a estudiar por una variedad de razones, aunque pueden caer presa de un desgaste emocional o agotamiento.
Recordemos a este propósito a Karpov en 1984. Llevaba 48 juegos en su match pactado a 6 victorias contra Kasparov. Llegó a tener ventaja de 5-0. Kasparov, contra todo pronóstico, aguantó la presión, ganó los juegos 47 y 48 y colocó el marcador 5-3. La FIDE intervino y suspendió controversialmente el encuentro para el gran disgusto de Kasparov quién conservaba una inmensa energía.
En general, la mayoría pierde gran parte de su interés al acercarse a los 40 años por un motivo muy humano: con los años disminuyen sus capacidades mentales y al no mejorar más, el desengaño y la falta de ilusión penetra poco a poco en el alma. Todos sabemos que aprender un idioma nuevo es fácil cuando somos niños, y muchos aprenden hasta tres o cuatro idiomas, dependiendo del afortunado dinamismo de sus padres.
Los factores que influyen
Algunos de los factores que contribuyen a la continua pasión de los grandes ajedrecistas son:
- 1) La profundidad y la complejidad: el ajedrez es un juego increíblemente complejo y profundo con un número casi infinito de posibles posiciones y jugadas. Los retos mantienen ocupados a los maestros, siempre hay algo nuevo que aprender, explorar y mejorar. La búsqueda de dominar un sistema tan complejo resulta muy estimulante.
- 2) Aprendizaje continuo: no se trata sólo de jugar. Los expertos están estudiando y analizando constantemente nuevas estrategias, aperturas, finales y juegos históricos. Este proceso interminable asegura que siempre habrá algo fresco e interesante que explorar dentro del juego.
- 3) Competencia: la búsqueda de convertirse en el mejor jugador o simplemente superarse a sí mismo, ganar torneos, subir el rating.
- 4) Reto intelectual: la necesidad de un pensamiento crítico toma de decisiones y resolución de problemas lo convierte en un gran estímulo mental. Para muchos, el reto mental y la satisfacción de superar al oponente son enormes motivadores.
- 5) Comunidad y estilo de vida: la comunidad ajedrecística es un círculo cerrado donde los jugadores forma amistades, tutores y rivalidades. En muchos casos provee un sentido de permanencia y propósito.
- 6) Variedad de formatos: además del ajedrez clásico, existe el rápido, el ajedrez en línea, a la ciega, lo que mantiene el juego diversificado y excitante. La variedad obliga a desarrollar diferentes habilidades.
- 7) Enseñanza y entrenamiento: muchos maestros sienten una gran alegría al poder compartir sus conocimientos a jugadores más jóvenes. Puede darse en forma personal o a través de tratados de ajedrez.
- 8) Crecimiento personal: el ajedrez no es solamente memorizar aperturas y táctica, también involucra desarrollar habilidades como la paciencia, disciplina, concentración y resistencia emocional.
- 9) Amor por el juego: para finalizar, muchos grandes maestros genuinamente aman el juego. Este se convierte en parte integral de su identidad y es una fuente de alegría, fascinación y exploración intelectual.
- Mate en 3, Evreinov
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Respuesta a la semana anterior 1 Ae5