Nuevo cambio de líder. El cierre de la novena fecha del torneo Apertura de la liga mexicana ha traído consigo la renovación del primer puesto en la tabla clasificatoria. Atlético San Luis, la gran sorpresa de esta temporada, regresa a lo más alto después de su triunfo ante Mazatlán y del empate que Club América, ahora en la segunda plaza, firmó el pasado fin de semana contra Toluca. Los dos cabezas de la competición superan de esta forma la mitad del calendario y se consolidan como los equipos más regulares, como sólidos candidatos a llevarse el título.

Si bien es cierto que fue Chivas Guadalajara el cuadro que arrancó la campaña con mejores números, manteniendo incluso el primer puesto entre las jornadas dos y cinco, el paisaje del podio ha variado notablemente gracias al buen juego que Atlético y América han sabido consolidar en cada una de sus parcelas tácticas. Ambos clubes, sobre todo en labores ofensivas, están demostrando ser los más efectivos del certamen. En apenas nueve encuentros acumulan veinte y diecinueve goles respectivamente, unas cifras que los convierten hasta el momento en los conjuntos más goleadores de este Apertura.

Los tuneros son sin duda la revelación del año, un relámpago en la noche. La plantilla inició su escalada en la tabla toda vez que se produjo la marcha de André Jardine, actual técnico del América. Las cifras avalan un rendimiento que por ahora está siendo de campeón: Atlético San Luis reúne ya el mismo número de puntos que logró cosechar a lo largo del torneo pasado, un registro que podría servirle para hacerse un hueco en la próxima Liguilla. No en vano, su última racha invita al optimismo, y es que el equipo ha ganado cuatro de los últimos cinco encuentros, presentando además en todos ellos una alineación titular más o menos constante que evidencia lo consolidado que está el grupo.

Los de Gustavo Leal vuelcan gran parte de su estilo de juego en la verticalidad y el contragolpe rápido, dos variables en las que brillan especialmente los extremos. Es ahí donde aparecen Murillo por la derecha y Klimowicz por la izquierda, futbolistas muy veloces, con desborde y capacitados para romper con facilidad la contención en las zagas rivales. De completar el espacio ofensivo se ocupan Villalpando como director de orquesta, que además lleva tres asistencias, y los delanteros Bonatini y Vitor Ferreira, que sellan un registro de tres y cuatro goles cada uno. Es precisamente esta aptitud en la definición la que ha llevado a los puntas a brillar en los pronósticos. No en vano, tal y como puede verse en las mejores casas de apuestas de México presentes en este portal especializado, ambos atacantes figuran como favoritos para reinar en la lista de máximos anotadores.

Al margen de la dinamita que los rojiblancos atesoran en el ataque, la primera línea tampoco está defraudando en términos de consistencia, a pesar de que ya ha concedido once tantos en contra. Hasta la abultada derrota contra Pumas en la jornada número siete y el par de dianas encajadas a manos de Mazatlán, el equipo era el tercero menos goleado del campeonato. El mérito hay que buscarlo fundamentalmente en la pareja de centrales formada por Unai Bilbao y el veterano Cata Domínguez. Se trata de un bloque monolítico que se entiende de maravilla cuando toca achicar en zona y cuando llega el momento de ejercer una salida limpia de balón. Del resto se encargan Chávez y Sanabria, convertidos a día de hoy en los laterales del torneo con mejor ratio de pases acertados.

En la disputa directa por el Apertura aparece en la segunda plaza el Club América, a sólo un punto de Atlético San Luis y con aspiraciones serias de volver a conquistar el liderato general que ya consiguió el curso pasado. La estadística del conjunto azulcrema deja claro que el ritmo de competición, salvo contados tropiezos, se está manteniendo a lo largo del tiempo. Tres victorias y dos empates en los últimos cinco choques y ni una sola derrota como visitante certifican el buen estado de forma por el que atraviesa la plantilla de André Jardine, que tras un periodo de rotaciones parece haber perfilado un dibujo titular de garantía.

El técnico brasileño ha conseguido suavizar las bajas de Reyes y Araujo en el núcleo de la defensa gracias al alto nivel que están ofreciendo en su lugar el recién incorporado Igor Lichnovzky y el canterano Ramón Juárez. La dupla se consagró en el clásico frente a Chivas Guadalajara y desde entonces no ha desaparecido del once inicial. Los dos centrales están mostrando mucha seguridad en las marcas y en las anticipaciones, luciendo además un juego asociativo con los pivotes que apuntala una buena circulación desde atrás. Son completos, tienen físico y derrochan juventud.

La dinámica de Jardine ha vuelto indispensable la conexión con el mediocampo, y es que ahí es donde nace el talento Diego Valdés, la estrella del grupo, la pieza que encarna sin titubeos el rol de enganche superdotado. El chileno no sólo lleva la batuta a base de regate y visión de juego, sino que además es con cinco goles el máximo anotador de los americanistas. Brian Rodríguez y Julio Quiñones le siguen muy de cerca en la delantera con cuatro chicharros por cabeza y una sed de cara a portería que está sirviendo para prolongar la tendencia ganadora.