Deportes

Ni tan favoritos

Cuando terminó la vertiginosa y sorpresiva ronda divisional de playoffs de la NFL nadie, estoy seguro que nadie, imaginó que Bengalíes y 49ers estarían instalados en sus respectivas finales de Conferencia; de Cincinnati por ser un equipo realmente con poca experiencia, y de San Francisco por ser el sexto de siete sembrados cuando arrancó la postemporada.

Especial

Especial

Las similitudes entre ambos y su camino en estos playoffs ha sido de cierta manera de llamar la atención, ya que dejaron en el camino a los equipos número uno de cada Conferencia, a Titanes y Empacadores, respectivamente.

Ahora, a cinco días de enfrentar el duelo que los tiene a un sólo triunfo de llegar al Super Bowl, vuelven a coincidir en algo que pone entre dicho la condición de favoritos de sus rivales: ambos ganaron ya a esos conjuntos en la temporada regular.

Cincinnati dio cuenta de Kansas City en la semana 17 en un juego muy apretado, que dicho sea de paso quizá la costó a los Jefes no ser el equipo sembrado número uno en la AFC. En cuanto a San Francisco, derrotó en dos ocasiones a los Carneros de Los Angeles, siendo de mayor valor el triunfo de la última semana en el mismísimo SoFi Stadium de Los Angeles (el cual será la sede del Super Bowl 56) en tres semanas.

Es verdad que en las líneas de apuestas y especulación ya aparecen como claros favoritos los equipos locales, Jefes y Carneros, pues la lógica apoya tal argumento, pero ese sesgo de azar y sorpresa siempre cosquillea y no deja del todo claro si los locales tendrán un día de campo el domingo en sus estadios para después empacar las maletas y dirigirse al juego por el título. Bueno, no olvidemos que si ganan los Carneros disputarían en Super Domingo en su propia casa.

Aún así, no son pocos, y me incluyo, los que creen con un mínimo de certeza que tanto Bengalíes como 49ers tienen una buena oportunidad de ganar el boleto para el Super Bowl.

Argumentos

Vayamos por partes, por el lado de la AFC, Cincinnati no sólo le ganó a Kansas City en la semana 17, además le anotó la friolera de 34 puntos y mostró una vez más (tal cual como lo hicieron los Bills el domingo por la tarde) que la defensiva de los Jefes contra el pase es vulnerable. De hecho, el domingo Kansas triunfó gracias a la explosividad de Pat Mahomes en los segundos finales para empatar y posteriormente su efectividad en el tiempo extra (Muchos se preguntan que habría sucedido si los Bills ganan el volado).

Los Bengalíes tienen una gran oportunidad de ganar, eso no puede negarse, y aunque muchos argumentan la pobre actuación de la línea ofensiva de Cincinnati ante Tennessee que permitió un festín de capturas sobre el quarterback Joe Burrow, lo cierto es que los coaches del equipo harán algo al respecto para remediar en lo posible ese problema. Seguramente será un juego muy apretado, y aunque los Jefes parece que tienen a la vista su tercera incursión consecutiva al Super Bowl, no descartemos lo que puedan hacer los Bengalíes.

Del lado de la NFC la final de la Conferencia es de verdadero pronóstico reservado a pesar de que Los Angeles salgan con etiqueta de favoritos. No sólo los dos triunfos de San Francisco pesan en la atmósfera del duelo, sino el hecho de que estos 49ers de Kyle Shanahan suman seis victorias consecutivas sobre los Carneros de Sean McVay (relación alumno-maestro que tanto hemos señalado a lo largo del año).

Quizá la sombra que ejercen los 49ers sobre los Carneros se notó de manera más evidente en esa semana 17 de la temporada cuando, a pesar de que los angelinos se fueron al medio tiempo con una ventaja de 17-0 (el equipo bajo el mando de McVay jamás había perdido un juego al ir ganando a mitad de un encuentro), los gambusinos igualaron el marcador y ganaron en tiempo extra, un dato que hace pensar seriamente la manera en que Shanahan conoce al equipo de McVay.

Jetaturas

A veces pareciera cuestión de momentos o de hasta sugestión, pero quién no recuerda las marcas del destino de ciertos equipos o jugadores sobre algunos de sus rivales.

Si nos vamos muy atrás en el tiempo, cuantás veces los Petroleros de Houston vieron frenada su carrera hacia el Super Bowl por los Acereros de Pittsburgh en los 70. Fue la única barrera que jamás pudo derribar el equipo de “Bum” Philips.

Otra muy evidente fueron los Empacadores de Brett Favre que jamás pudieron con los Vaqueros de Troy Aikman y compañía, o a su vez los 49ers de Steve Young siempre estrellándose con esos mismos Empacadores de Favre.

Y mucho más reciente, pongamos los duelos de Peyton Manning y los Potros contra Tom Brady y los Patriotas, La realidad es que cuántas veces más habría llegado Manning e Indianapolis al Super Bowl de no haber existido Brady y Nueva Inglaterra.

De hecho, ahora mismo vemos esa misma jetatura que ejerce Pat Mahomes y los Jefes sobre Josh Allen y los Bills.

Todos los casos anteriormente citados sólo sirven para señalar que McVay bien podría ser presa de esa misma influencia llámese psicológica o de coincidencia que ejerce Shanahan sobre él, lo cierto es que si existe un equipo que puede ganar a los Carneros en su propia casa son los 49ers, y aunque nada esta escrito sobre piedra, la historia deja una huella para quien quiera descubrirla.