Este año, la cinta 50 (o dos ballenas se encuentran en la playa), ópera prima de Jorge Cuchí, ha abierto la conversación sobre la forma en que la viralidad de las redes sociales afecta a los jóvenes. El filme se estrenó en la Semana de la Crítica de la Mostra de Venecia y este lunes se convirtió en la gran ganadora de la edición 19 del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).

El jurado presidido por el icónico cineasta Volker Schlöndorff, y que incluyó también a Mark Cousins y Philippe Claudel, le ha otorgado el premio Ojo, el máximo galardón del festival como el Mejor Largometraje Mexicano de Ficción, además de los premios actorales para sus protagonistas José Antonio Toledano y Karla Coronado.

Cuchí, que se estrena así en la dirección, recuerda que decidió escribir el guion cuando hace tres años se topó en la prensa con La ballena azul, un juego de rol por internet de origen incierto que induce supuestamente a los jóvenes al suicidio.

Su historia es la de Félix (José Antonio Toledano), un muchacho de 17 años lleno de traumas que se adentra en este siniestro ritual y decide cumplir los cincuenta desafíos que un desconocido le propone por internet hasta llegar al último, el suicidio. Y en este tenebroso contexto conoce a Elisa (Karla Coronado), con quien irá cumpliendo las pruebas decididos ambos a llegar al final. Son jóvenes rotos, marcados por las decepciones de sus cortas vidas y que se encuentran en este juego de muerte para conocer el amor, lo que les plantea cierto conflicto.

“El amor me gustaba porque es lo único que pensaba que podría ser más poderoso que el poder de no querer estar aquí, de vivir. Pensé, ‘¿qué fuerza es tan poderosa que te puede hacer quedarte en un lugar que no te gusta?’. Si no es el amor, no se me ocurre otra”, dijo el cineasta durante el festival.

Por su parte, el segundo premio en importancia a la Mejor Dirección fue para Laura Santullo y Rodrigo Plá, por su trabajo en El otro Tom, que llegó a Morelia precedida del éxito en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF), gracias a su manera de distintas reflexiones sobre la salud mental infantil, así como su impacto en el desarrollo de los jóvenes en medio de ambientes hostiles desde círculos sociales y familiares fragmentados.

El otro filme ganador fue Nudo Mixteco, el más reciente largometraje de Ángeles Cruz, que se llevó el premio al Mejor Guion (una categoría que se abrió este año), así como el Premio del Público. Este filme era uno de los favoritos del festival junto con Una película de policías, de Alonso Ruizpalacios que se fue en blanco en Morelia.

Por otro lado, en la categoría de documental mexicano la gran ganadora fue Las hostilidades, de M. Sebastián Molina, sobre los estragos de la violencia en el pueblo de Santa Lucía, de donde es originario el director. La cinta es protagonizada por su familia y fue filmada como ejercicio del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), donde estudió Molina.

Teresa Camou Guerrero recibió el premio para documentalistas mujeres por el largometraje Cruz; Isabel Vaca se llevó el premio del público por Temporada de campo y Juan Javier Pérez una mención especial por Vaychiletik.

En las categorías de cortometraje fueron galardonadas la película animada La odisea espeleológica de Sócrates de Aria Covamonas; el corto documental Yollotl (Corazón) de Fernando Colin Roque y el cortometraje de ficción Al motociclista no le cabe la felicidad en el traje, de Gabriel Herrera. La cuarta puerta de Hugo Magaña fue premiada en la categoría de cortometraje en línea. El premio especial del jurado fue para Alma y paz, de Cris Gris, mientras que La libertad interna de Porfirio López Mendoza se llevó el premio de la sección michoacana.

Benigno Cruz de Jorge Hernández; Cartas desde el país de los Tarahumaras de Federico Cecchetti y Un lugar llamado música, de Enrique M. Rizo, recibieron apoyos de postproducción de la séptima edición de Impulso Morelia.