Escenario

Demián Rugna: “No es casualidad que en épocas de mucho odio el cine de terror esté en auge”

‘Cuando la maldad acecha’, del cineasta argentino, fue el filme ganador del último Festival de Cine Fantástico y de Terror de Sitges

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“cuando el mal se mete en la cabeza, genera locura y terror”, dijo el director de ‘Cuando la maldad acecha’

“cuando el mal se mete en la cabeza, genera locura y terror”, dijo el director de ‘Cuando la maldad acecha’

EFE/MadAvenue

El argentino Demián Rugna, director de la película ganadora del último Festival de Cine Fantástico y de Terror de Sitges (España) Cuando la maldad acecha, está convencido de que “no es casualidad que en épocas de mucho odio en el mundo el cine de terror también esté en auge”.

Después del 2001 -cuando volaron las Torres Gemelas- explotó el cine de terror. Cada vez hay más guerra en el mundo y el terror se aprovecha y se pone a flote”, consideró en una entrevista con EFE, con motivo del estreno de la cinta este viernes en salas españolas.

El cineasta no esconde que Cuando la maldad acecha surge de lo que él mismo absorbe de la realidad. “Me nutro del crecimiento del odio en las redes sociales, del auge del fascismo, y de cómo los medios de comunicación pueden cambiarte la forma de pensar y alienarte. Y estudio cómo eso puede contagiar una locura social”, reflexionó.

Porque “cuando el mal se mete en la cabeza, genera locura y terror”, lanza como explicación a este relato de posesiones demoníacas donde no se trata de que “un cura llegue a salvar a alguien”, porque en estos escenarios argentinos donde ocurre la película “los campesinos están olvidados por todos, nadie los viene a salvar: se tienen que salvar ellos”.

Tensa y turbadora, no escatima en imágenes repulsivas -como la representación del ‘encarnado’, o ‘embichado’-, o extremadamente violentas, como la escena de la mujer incapaz de evitar abrirse a sí misma la cabeza de un hachazo.

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Fotograma de Cuando acecha la maldad.

“Pues lo más difícil de rodar de esa secuencia del hachazo fue que había cabras, estaban locas, no había manera”, se ríe el argentino.

Ezequiel Rodríguez, Demián Salomón, Silvia Sabater, Luis Ziembrowski y Marcelo Michinaux dan vida a unos personajes sólidos y tremendos, que Rugna crea desde la nada, según confiesa a EFE.

“Les voy dando forma a partir de los diálogos que escribo: intento colisionar dos ideas que no tienen que ver entre sí y me siento rápido a escribir. Cuando empiezo, nunca sé cómo va a terminar, eso es lo que me apasiona, no saber hacia dónde voy, por eso a veces asesino a los protagonistas”, señaló.

En el caso de Cuando la maldad acecha, “cada uno de los paisanos tiene un conflicto y una culpa. Todos tienen eso en común. Y me gusta hacerlos verosímiles”, concluyó.

La historia comienza en un pueblo remoto donde dos hermanos descubren a un hombre infectado por fuerzas malignas que está a punto de dejar salir al demonio que lleva dentro, un poder sobrenatural que se mete en los cerebros y los manipula, infectando hasta los más puros e inocentes.

Hay un niño autista, varias madres y ancianas con una profunda conexión con sus hijos y una declaración de intenciones: “A los niños les gusta el mal y al mal le gustan los niños”.

Se puede decir que en este caso el demonio arraiga en los más violentos, pero también en los más frágiles”, resumió.

Tras ganar en Sitges -la primera vez en 56 años de historia del festival que se reconocía una producción latina-, la película se estrenó en Argentina donde fue una de las más vistas.

Hoy, opina, “con el auge de las plataformas, hay un montón de géneros que puedes ver en tu casa con una pantalla hermosa, pero el terror se privilegia de la sala más que otros, es de los que puede sobrevivir, porque, cuando vas al cine, o eliges una superproducción o una de terror”.

Rugna está preocupado por el futuro del cine en Argentina: “Es un hecho que el presidente ya decidió eliminar la financiación de la cultura, sobre todo del cine. Siempre pasa con los gobiernos de derechas, que atacan a la cultura porque es la que intenta ayudarte a pensar y ser sensible a ciertas injusticias”.

Tengo mucha bronca con Milei -dice-, porque el cine argentino siempre fue un modelo a seguir y estoy seguro de que con este presidente las películas argentinas tal y como las conocemos van a desaparecer”.