Llegaron al escenario como un tornado. El ensamble de 20 músicos iba in crescendo con la imagen del desastre natural en una pantalla cilíndrica gigante que subió para dejar ver a las dos fuerzas románticas que unían su voz una vez más. Emmanuel, una figura indiscutible de la balada con gran influencia de la música italiana. Manuel Mijares, otro baladista, pero de apariencia más ruda, que se volvió popular tres décadas atrás y cuya trayectoria ha merecido más valoración en la música popular que su impacto mediático socialité.

Su entrada ha sido como la de una big band pero con la tonada de “Bella señora”, ese mega éxito de Emmanuel que es una tropicalización de “Bella signora”, un tema escrito por la leyenda italiana Lucio Dalla y por Mauro Malavasi, un letrista italiano que le entregó a Emmanuel más de un tema pues colaboraron muy de cerca en algunos discos.

Es cierto, el repertorio de Emmanuel y Mijares está lleno de temas clásicos pero ellos en el escenario, el primero de 66 años y el segundo de 63, al entrar en contacto con el micrófono, no viajan al pasado pues los años corren por su cuerpo, pero traen esas viejas glorias al presente a base de alegría y sentimiento en el rostro de Mijares y energía y goce en el cuerpo de Emmanuel.

Así se sintió el inicio del concierto dado la noche de este jueves en el Auditorio Nacional, este recinto que, si bien no fue el primero que vio nacer al exitoso Two’r Amigos (porque ese se dio el 25 de mayo del 2013 en el Auditorio Citibanamex de Monterrey), si ha sido el que ha consagrado su presencia por más de ocho años. Lo de anoche fue su concierto 54 en el concierto y se reafirman como el dúo con más presentaciones en el Coloso de Reforma.

Pero el inicio no pudo ser más energético y contundente. Además de esa “Bella señora” que puso de pie a los miles de presentes, la dinámica de turnos de glorias musicales continuó con la otra “Bella” de Mijares, la “transparentemente” y “endiabladamente” que puso a gritar a un solo tono a todo el recinto.

Tras esa carta de presentación en el escenario se quedó Mijares para ofrecer una tanda de romanticismo en un popurrí que incluyó temas como “Poco a poco”, “Tan solo”, “Me acordaré de ti”, que emocionó especialmente a la audiencia tanto como el final del tema “Siempre”, en la que lució su voz extendiéndola por un tiempo prolongado. Aunque el tema que más hizo vibrar en esta parte fue su icónico “No se murió el amor”, ese tema romántico en exceso que una década atrás la revista Chilango criticó porque no podía creer que se usara la palabra “matemático” en un tema “tan cursi”.

“Todos hemos pasado mucho tiempo sin vernos las caras, entonces no saben el gran deseo y emoción de verlos aquí presentes, les agradezco muchos que hayan venido a acompañarnos y poder verlos cerca, porque los streamings están bien, pero tenerlos cerca con sus aplausos, con sus gritos, es maravilloso”, comentó Mijares al saludar a su público.

Luego tocó turno de Emmanuel, quien regresó al escenario con nueva vestimenta y zapatos cada vez más brillosos para lucir sus característicos bailes que parecen responder a descargas eléctricas provocadas por la música y que han cautivado a generaciones de mujeres por décadas. No pudo haber algo que lo inspirara más que “El rey azul”, otro tema con toque italiano si recordamos a la original “Nel sole nel blu”, en la cual su carismático tono hizo que el público cambiara su embeleso romántico por un seductor baile desde su butaca.

“Hola México, ha pasado tiempo. Pero no han salido de aquí”, exclamó Emmanuel señalando a su corazón y haciendo juego con el inicio de “Este terco corazón”: “Ha pasado mucho tiempo, mucho tiempo, desde que te dejé llorando en la Alameda”, sonaba en todo el Auditorio Nacional. Ese tema no solo le permitió brillar al cantante sino también a sus coristas y más aún, permite ahora recordar a sus escritores Manuel Alejandro (curiosamente el padrino de bautizo de Alejandro Sanz) y su pareja la actriz Ana Magdalena.

Guitarras y saxofones acompañaron con dulzura también temas como “Es mi mujer”, “Pobre diablo” y “Detenedla ya”, que dieron paso al regreso al escenario de Manuel Mijares a ritmo tropical de los timbales y la batería de “Corazón de melao” y “Baño de mujeres” que subió de nuevo la vibra festiva.

En el escenario ha quedado olvidada esa anécdota que Mijares confesó en uno de los shows: “Siempre es importante ser agradecido en la vida, yo tuve la oportunidad de que me diera trabajo este señor, este ‘chiquilín' me dio la oportunidad y tuve la gran suerte de hacerle coros allá por 1983. Fue una gran aventura”, dijo años atrás.

“Manuel (Mijares) nunca fue mi coro, él era un gran cantante que estaba detrás de mí, acompañándome”, así respondió el intérprete de ante el abrazo y agradecimiento de su amigo enmarcado en un momento emotivo en aquella presentación.

Otro éxito máximo de Mijares llegó con “Soldado del amor” cuya versión en vivo cobra una mayor velocidad y aire épico en sus arreglos musicales, pero que conecta con los presentes en cada palabra, especialmente con el lado de los hombres a quienes se les llegaba a ver brincando como adolescentes viendo a una boy band.

Quizás el momento climático más grande de Mijares fue su siguiente tema “Si me tenías”. “Por qué cruzaste la frontera de otro cuerpo”, inicia la canción y se detuvo de golpe para preguntar a su público: “¿Seguros que quieren esa? Es de dolor eh”. Con una ovación le pidieron que continuará, y con una gran sonrisa se adentró en ese hermoso y doloroso tema de superación de un desamor.

Con las luces apagadas tocó turno a Emmanuel quien interpretó una versión a piano de su emblemática balada “Con olor a hierba”, que dio paso a “Solo” y a una ovación que respondía a su conexión con el público. El desenvolvimiento del cantante en el escenario excesivo y natural, como de quien canta y baila en la sala de su casa cuando está solo, pero él estaba ante más de nueve mil espectadores.

Acto seguido, los músicos del ensamble deleitaron con su instrumentación mientras se acomodaron dos sillas en el centro para los intérpretes. Con los reflectores hacia ellos se tomaron una pausa para compartir los aplausos: “Hace unos días un grupo compuesto por puras mujeres entró al Salón de la Fama del Rock, quiero pedir un aplauso para Belinda Carlisle que está aquí con nosotros”, dijo Emmanuel para presentar entre el público a la integrante de The Go-Go’s.

Emmanuel aprovechó el momento para dedicar unas palabras a todos aquellos que atravesaron tiempos difíciles este año, y envió un mensaje de aliento para los asistentes: “Aquí estamos con una ilusión y pasión enormes, tratando de darles a ustedes la alegría que se escapó por casi dos años, tratando de resurgir esta alegría en nuestros corazones y entregarles nuestro corazón a ustedes”, expresó Emmanuel.

Así comenzó una parte del show con temas que originalmente son románticos pero que se adaptaban al contexto de empatía y reconocimiento de las pérdidas y sufrimientos por la pandemia. La más simbólica fue la interpretación de “El breve espacio en que no estás”, un tema legendario que escribió Pablo Milanés y que Mijares canta desde 1988. Fue uno de los momentos más emotivos de la noche.

Con el mismo aire de homenaje a las pérdidas de la pandemia llegaron “No hace falta”, cuyo coro vale la pena poner íntegro: “No hace falta decir / Que me quiero morir a tu lado / Te amo / No hace falta que te quedes / No hace falta que te insista / No hace falta que te llore / Si nos veremos arriba”. Pegado a él cantaron “Tengo mucho que aprender de ti”, en la cual se interrumpió el tema para que Emmanuel dedicara unas palabras más de respeto:

“Gracias a Dios de que estamos todos aquí, debemos de pedirle por todos aquéllos que se han ido, nuestros amigos, familiares, aquellos que en este tiempo tan espantoso nos tuvieron que decir adiós y hoy estar en la ciudad de los vivos, está pendiente, le tenemos que dar gracias a la Virgen de Guadalupe, que nos da nuestra amada luz, que contra viento y marea nos sigue protegiendo, defendiendo.“Les tenemos que dar gracias a todos ustedes, a sus corazones, a sus manos, ojos, voces, que siguen que este México cante, que este país tenga sabor, alegría, dulzura y que no nos venzamos, sino que ganemos”, dijo Emmanuel.

Tras el discurso, ambos cantantes terminaron la canción con un fragmento de “Hey Jude”, cover del cuarteto británico The Beatles, el cual hizo cantar a todos los asistentes, mientras movían los brazos de un lado a otro.

En otra tanda de baladas también brillaron temas como “Quiero dormir cansado” de Emmanuel y “Solo Dios sabe”, de Mijares. Para cuando tocaron “Rompecabezas” se dio una imagen representativa de los cantantes que reflejaba lo que dijeron hace ocho años cuando comenzaron la gira:

“Es un concierto en el que queremos divertirnos, no es una competencia de quien canta mejor, a ver quién cierra o quién abre, lo cual pasa muchas veces con las giras de algunos artistas. Aquí queremos divertirnos y contagiárselo a la gente”, dijo Emmanuel, en ese entonces.

“No necesitamos demostrar nada en el sentido de que haré un falsete allá arriba y quiero ganar, sólo queremos que el público disfrute y basándonos en eso, todo saldrá muy bien”, añadió Manuel Mijares. En ese momento de la noche estaban abrazados cantando con su público como iguales.

Al terminar de cantar “El rey de la noche” de Mijares, la cual se fusionó con “Tú y yo” de Emmanuel, se despidieron y abandonaron el escenario, que durante unos minutos se quedó en silencio, aunque la velada no había terminado. Tras el encore apareció el lado más meloso de Mijares con “Para amarnos más” y “El privilegio de amar”, pero también el más inspirador con “Uno entre mil”. Se unieron una vez más con el tema “Hay que arrimar el alma” y luego sonó “Sentirme vivo”, para despedirse momentáneamente una vez más.

El regreso tras el segundo encore se dio con “La chica de humo” que fue la más eufórica de la noche para la gente poniendo a bailar todos, incluso algunos emulaban los pasos extravagantes de Emmanuel. Ese tema, que también le escribió el italiano Mauro Malavasi, como una adaptación al español de “Ma tu chi sei” (pero que Emmanuel estrenó antes que Morandi en Italia), dio paso al cierre con toque italiano pues también sonaron “La última luna”, que originalmente es de Lucio Dalla así como “Toda la vida” que Emmanuel ha convertido en un himno a la vida en Latinoamérica como Dalla en su país.

Con un “muchas gracias, hasta pronto” de los cantantes. Salieron al escenario, a la espera de que se presente la versión 55 de su Two’r Amigos, en el Auditorio Nacional. Sí, Emmanuel y Mijares son dos cantantes imprescindibles.