Durante una noche lluviosa, una joven despierta después de una pesadilla. Descubrirá que las cosas no son tan normales ya que la casa se ha convertido en un laberinto surrealista, con una criatura siniestra esperando en las sombras. Esta es la sinopsis de uno de los cortometrajes más llamativos que forma parte de la selección de la 21 edición del Festival Macabro, ganador en SITGES y que continúa su paso con gran éxito en muchos otros certámenes.

Se trata de Unheimlich, de Fabio Colonna, joven realizador que anteriormente escribió y dirigió una miniserie online llamada Snap Payaso y ahora, con Reserva Films, productora de la cual es socio y director, prueba las mieles del éxito con este proyecto del cual nos habló más a detalle en exclusiva para Crónica Escenario.

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“A mí lo que me gusta hacer cuando empiezo un nuevo proyecto es la parte de la investigación, porque nace de una idea y de ahí es ir a fuentes, a referentes y vas viendo como va tomando vida. Siempre he sido muy de la idea que el arte nace por sí solo, siempre va a buscar una forma de ser, dependiendo la persona, el formato, si es en fotografía, en danza, un guión, en la literatura, la música, como sea, siempre va a encontrarla. Entonces este proceso de investigación se me hace muy bonito porque es cuando empiezo a escuchar que la misma obra te empieza a hablar”, hablo Colonna acerca de la génesis de éste y todos los proyectos que normalmente tiene en mente.

En Unheimlich, la idea que a Fabio y su equipo se les vino a la mente, fue el manejo del tema de las dualidades. Por ello, la principal influencia resultó ser el expresionismo alemán de principios del siglo pasado. “Queríamos que oscilara entre lo claro y lo oscuro, que hablara de para dónde vamos a ir, cómo somos, cómo juegan las dos partes de la moneda, cómo convergen. Esto en el expresionismo alemán ayudaba mucho. Recuerdo haber tenido una clase de cine donde hablamos de esta corriente. El maestro explicó que su filosofía no solo es la parte estética, sino que también de lo que hay de fondo, acerca de la entrada, de nuestro lado oscuro. Esto resultaba perfecto para el proyecto así que lo tomé para la base visual y porque tenía que ver totalmente con la historia”, explicó el joven realizador y productor.

El título también tiene un origen muy alemán, pues el término "unheimlich" viene de las enseñanzas freudianas, donde la frase hace alusión a lo ominoso. “Me obsesioné con el texto, fue un proceso muy largo la parte de bajar ese concepto al guion, porque era algo muy abstracto y también abarca un poco los contrastes de los que hablaba antes. Pero sí, el título y parte del relato salió gracias a ese texto de Freud, que maneja esa parte de la extrañeza, lo oculto, lo siniestro. Ese era el objetivo del corto y buscar la manera de plasmarlo en fue un trabajo muy arduo”, confesó Fabio.

Al realizar este tipo de proyectos siempre existen algunos inconvenientes o problemas que uno tiene que sortear. Colonna nos habló de esas ex peer y lo que ha aprendido de ellas. “Me gusta mucho planear las cosas, tenerlo todo muy estructurado, también tener espacio y jugar con la improvisación, así uno no se pierde. Aun así, hay veces que la misma obra toma vida y va haciendo giros que no esperabas. Te dice: tú pensaste esto, pero realmente yo quiero ser contada de esta otra manera, te cambia la tortilla y ni pedo, a ponerse pilas para cacharla y que no se te vaya”.

Eso sucedió un poco con el guion, que de repente, en la parte final, tuvo que cambiarse por completo para tener el resultado que terminó por verse. “Lo que he visto en entrevistas con Kubrick o Spielberg, es que son cosas que pasan al último momento. Kubrick estaba reescribiendo El resplandor mientras la filmaba o Steven en Tiburón tenía al guionista ahí a lado del bote en la grabación para rehacer algunas ideas, es lo que pasa y es parte de este oficio. El final no estaba escrito y ese momento donde los dos personajes se quedan viendo y acaban haciendo como un Yin y Yang, salió un día antes de rodar”, declaró el ganador en SITGES el año pasado.

Parte del encanto de Unheimlich recae en el encanto de su protagonista, la multifacética Helena Puig. “Ella es una bestia de actriz, es un monstruo. La capacidad que tiene para darle vida al papel, es algo como ver magia. Se pone en personaje y es otra Helena. Tiene esa sensibilidad y don de los actores que los hace destacar mucho, es algo que ves en la pantalla. Con ella fue muy bonito tenerla porque habíamos trabajado juntos dos años antes en Snap Payaso, que era un horror comedy punch porque era todo en sus perfiles de Instagram o de Snapchat. La conocí en un casting, luego trabajamos juntos y hubo mucha sinergia, quedé fascinado con su labor. Tenemos una relación de amistad muy bonita y mientras estaba escribiendo Unheimlich ya estaba pensando en ella”, afirmó Fabio acerca de colaborar con ella de nueva cuenta.

El compromiso de Puig siempre fue notorio, desde los ensayos y los últimos trabajos en el guion. “Ese proceso duró como 6 meses antes de filmar. Fue muy duro porque toda la creación del personaje, Helena y yo nos clavamos mucho, además ella es bien intensa y se clava mucho con los personajes, hace poemas, arte, pinturas de sus personajes. Fue muy bonito, pero sí requirió de mucha preparación y muchos ensayos y luego con el otro personaje, que fue el monstruo en la cinta. Gracias a esos ensayos pudo salir mucho de lo que fue el final, era muy chafa el que yo había escrito. Pero el último día antes del rodaje tuvimos ese ensayo y salió ese momento. Eso fue gracias a los actores”, aportó Colonna.

El aspecto técnico también resalta y, como buen relato expresionista, juega un papel fundamental el blanco y negro, aunque haya costado trabajo lograrlo. “Tuvimos que cuidar mucho los detalles. La idea principal, fue hacerla así por la onda del expresionismo. Ya en la corrección de color medio dudamos tantito porque estuvimos tentados a hacerla de color, pero mi socia decidió que no y fue la mejor decisión. Un detalle curioso fue con la tela de los vestuarios, iba a ser de otro tipo pero Diego Vargas, el fotógrafo, le dijo al vestuarista que necesitábamos unas telas que rebotaran la luz”, dijo.

“Como nos tiramos a los altos contrastes del expresionismo, era muy fácil perder a Helena, pero sí hubo muchas pruebas de vestuario para que tuviéramos este efecto deseado. Muchos de los rayos que hacíamos a color se veían muy chafas porque se veían color azul, pero conseguían un mejor efecto en estos tonos. Fue un bonito aprendizaje porque los fotógrafos también jugaron en la corrección de color, porque si le metes mas al azul o al rojo generaban diferentes contrastes. Honestamente fue una locura muy chistosa, pero fue algo a lo que nos tuvimos que adaptar”, manifestó Colonna.

Asimismo, el realizador desarrolló aún más en ese juego de los contrastes, algo que de alguna forma es inherente al ser humano. “Está muy bien tenerlos, es lo más natural, justo es lo que genera que cada persona sea compleja. Las contradicciones también, pues a veces deseamos una cosa pero hacemos otra. Para mí, eso significa que hay pasión en nosotros y muchas veces nos equivocamos y tomamos malas decisiones, pero no importa, lo que trasciende es que lo hagamos, que cada quien tenga las riendas de su propia vida”, expresó.

“Si se toma una decisión, tomar la responsabilidad de esa decisión a pesar de que muchas veces la sociedad quiera realizarnos para ir hacia un lado, o dejemos de hacer ciertas cosa o hagamos otras, al final de cuentas el instinto y la pasión terminan teniendo un peso muy fuerte entres nosotros. Es muy sabio reconocer eso, en lugar de querer reprimir. Queremos sobrepensar todo, pero no, tenemos emociones, impulsos, instinto. Lo más bonito es cuando podemos reconciliarnos con esas sombras, esos demonios y podemos entablar un diálogo con ellos sin que nos estén espantando o les tengamos una fobia sin sentido, al final esa parte es nuestra y si la queremos sanar se trata de reconocerla, eso también forma parte del mundo de Unheimlich”, añadió.

También, Fabio no dudó en aplaudir el trabajo al lado de su productora y su crew, pues es algo fundamental para crear este tipo de proyectos. “El cine es de colectivos, es un arte de equipos. A diferencia de la literatura, la música, la escultura, la pintura, luego son formatos artísticos que lo puedes hacer tú solo en tus tiempos, pero el cine es imposible hacerlo individual. El trabajo en equipo siempre es lo más importante para poder mantenerse y sacar todos los retos que conlleva la producción. Con Rejas ya van como 8 años que trabajamos juntos, sí ha sido todo un equipo, pues se ha convertido en una familia que se ha formado a través del tiempo, hemos pasado por muchísimas cosas. Lo más importante es que en las buenas y las malas hemos estado juntos y soy muy afortunado por tenerlos”, dijo de manera emotiva.

La carrera festivalera de Unheimlich comenzó exitosamente en SITGES y llegó por primera vez a México en Feratum el pasado mes de noviembre, una experiencia que a Fabio le ha parecido increíble. “Fue un proceso de 4 años, desde que empezó hasta que dijimos ‘ya está bonito’ y salió luego, luego para Barcelona. Fue una locura, ha sido un sueño, pues desde los primeros cortos que empezaba a hacer ya tenía en mente estos festivales y era mi sueño poder ser parte de uno y me costó trabajo. Los primeros tres cortos que saqué no quedaron en ninguno y fue así como de ‘chale ¿cómo haces un corto para un festival?’. Cuando nos dan la noticia de SITGES, nos llegó por correo. Le dije a mi socia, juntamos nuestra lana y nos fuimos, solo por el simple hecho de asistir. Estuvo bien padre porque vimos a toda la banda de allá, una locura. Luego nos dan la noticia de que ganamos y fue impactante”, recordó el joven director.

Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas ante la buena recepción y la exitosa corrida del festival. “Experimentamos emociones muy duras. Era muy raro porque me puse a pensar que en octubre del 2020, fue un año horrible porque todos estábamos encerrados, estaba muy aislado, muy deprimido y luego pasa los de SITGES y te sorprende lo mucho que puede cambiar todo en tan poco tiempo. Además está esta cuestión de haber cumplido un sueño y preguntarme ‘¿ahora qué hago si ya llegué aquí?’. La respuesta es seguir trabajando, seguir escribiendo. Fue un gran premio y ayudó muchísimo, pero también tienes que aprender a tener los pies en la tierra, no es como de ganas un premio y ya tienes las puertas abiertas, al contrario hay que seguirle dando”, reflexionó el director.

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Aunque la gran recepción de Unheimlich es un aliciente para Colonna, esa pasión por lo que hace le sigue abriendo paso en el gremio. Tal es así, que ya viene un nuevo proyecto, La miserable existencia de dos escorpiones, del cual nos habló un poco. “Me gusta comparar mucho la onda de la música y la onda del cine, porque son hermanas, más que en el teatro. Son muy parecidos los procesos de grabación, de postproducción, de distribución y hasta de cómo creas. Me acuerdo mucho de una frase que decía que el cineasta y el músico hacen el mismo trabajo, nada más que al músico le llega la canción en tres minutos y al cineasta le llega la película en tres años”, dijo.

“Este próximo cortometraje nació muy rápido, a diferencia de Unheimlich que salió en cuatro años. Esa es la espontaneidad que tiene y la facilidad en la que salió todo. Es un cortometraje que acabó siendo muy personal, no fue planeado, sucedió una cosa muy bonita con un equipo nuevo como de ‘vamos a filmar, tenemos estas escenas que son referencias de la serie Euphoria de HBO y vamos a hacer algo nuevo’. De inicio, solo íbamos a grabar unas escenas y divertirnos y cuando lo hicimos hubo mucha sinergia, los actores se rifaron muy cañón. Al verlo todo, fue como ¡wow! aquí hay algo. Nos metimos a la edición, le dimos la vuelta, le sacamos todo el jugo y así es que se creó”, ahondó el realizador.

“A diferencia de Unheimlich, este otro corto se inclina más por el drama y tiene un poco más que ver con los actores, con lo que están pasando en el momento, con el tipo de relación que están teniendo ellos, es algo mucho más chiquito pero es muy personal, fue como un aire fresco que la vida me dio y me siento muy agradecido de dirigir ese cortometraje que pronto va a empezar su recorrido en festivales también”, agregó emocionado el joven realizador mexicano.

Finalmente, Fabio Colonna agradeció el interés y difusión por hablar de estos proyectos de directores que, como él, luchan desde la trinchera para que el arte sea visto por el público . “Hacemos cine, pero sin la difusión no pasan muchas cosas. Este tipo de apoyos es muy importante porque ayudan a esparcir la noticia, ayudan a uno a seguir estando motivado, a poder llegar a más gente. Por eso hacemos cine, para mostrarlo y compartirlo con la mayor gente posible”, concluyó.

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