Escenario

Festival Internacional de Cine Judío y el séptimo arte como una mesa de Shabat

ENTREVISTA. La directora del festival Fredel Saed nos da detalles del evento fílmico que se desarrolla hasta el 21 marzo, en Cineteca Nacional y en 14 sedes de Cinépolis entre las que se encuentran en la Ciudad de México

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Fotograma de 'Shtetel'.

Fotograma de 'Shtetel'.

CORTESIA

El Festival Internacional de Cine Judío en México ha buscado asegurar que la imagen que desarrollan alrededor de la temática seleccionada vaya acorde a la misión y visión del proyecto. Como resultado de ello, cada año invitan a un artista para la conceptualización del spot e imagen de la edición en curso.

“Hemos aprendido a no dar nada por sentado, todos los festivales de cine lo hicimos, también aprendimos que hay muchas maneras de mostrar la diversidad de lo que es la cultura judía y hacerlo a través del cine ha sido un gran refugio para nosotros, pase lo que pase estamos de pie como un roble y seguimos adelante”, platicó en entrevista para Crónica Escenario la directora del festival, Fredel Saed.

El Shabat toma un significado muy importante en esta edición: “Todos los viernes hacemos una cena de Shabat, para contextualizar, cuando Dios creó el mundo, pasaron los días en que hizo el sol, la tierra, la luna, etc., pero hubo un día en que Dios descansó y precisamente este día es el Shabat, es un día que se nos da, que nos regala para que descansemos bajo el entendido de frenar todo lo que estamos haciendo y conectar con nuestra familia, desayunar, comer, cenar juntos y la frase de 'Shabat Shalom' es para desearnos siempre tener un viernes en paz”, dijo.

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“Es una frase que decimos por lo menos diez veces al día”, añadió sobre el momento en el que las y los judíos se desprenden del material para conectar y disfrutar en familia y en el mejor de los casos, invitar a quienes más quieren a compartir la mesa.

Cuando se prenden las velas de Shabat, durante la cena, cuando saludas, cuando te despides y hasta cuando estás en Shabat, no tienes nada más que decir: “El eslogan es ‘El cine que nos une’, y el cine, igual que una mesa de Shabat, nos une, no solo en un espacio físico o una cena donde nos sentamos a cenar, es una sala de cine donde nos sentamos a ver una película, nos une en diálogo, en tolerancia y empatía, es lo que queremos llevar en esta edición del festival, un lugar donde podemos empatizar con las posturas de otras personas de cualquier tema.”, comenta Fredel.

Este año, la selección toma otra importancia pues busca hablar desde la risa y desde el gozo de su cultura. Mostrarse como son, diversos y humanos, Saed nos comparte su visión de nuestro país para estos eventos: 

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“México es un lugar súper diverso, es donde más nacionalidades tenemos, hoy en día es un lugar para venir a estar muy a gusto, la misión y visión del festival es que estamos en la búsqueda de compartir lo diversa que es nuestra cultura judía a través del cine, lo hacemos con las risas, las lágrimas, dramas y siempre queda bien ir al cine solo a sentarte y reír. Muchas veces la gente se va con la idea de que todo el cine judío es sobre el holocausto o de la guerra, y no, es tan diverso como la cultura judía lo es y este año pretendemos que vean esa riqueza del cine”, expresó.

“Para mí, como judía, fue un punto de inflexión en muchas cosas. Dejé de creer en muchas cosas, creí en otras, me arraigué a otras, y a través del festival, mi objetivo y el del proyecto, tiene que ver con demostrarle al mundo cómo somos muchísimo más que lo que vemos en las noticias, que somos más que un conflicto en este momento. Somos danza, somos cine, somos museos, gastronomía, teatro, somos risas, por supuesto, somos historia cotidiana, somos un montón de cosas, es como si tratáramos de enfrascar todo México en el narco”, rectifica.

Como cada año, traen una selección variada para quienes quieren reír, aprender y conocer la cultura judía a través del cine que nos une. “De las más de doscientas películas que llegan tratamos de reducirlas a treinta películas que mandamos a un comité de selección y las que mejor estén calificadas elegimos entre cinco y siete películas. Y más o menos es como para agosto, septiembre, ya tenemos nuestra selección porque toma mucho tiempo subtitular, todo lo que se tiene que hacer para que el producto llegue al cine”, explicó.

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Así mismo nos comparte la importancia de abrir espacios para celebrar la multiculturalidad y ver más cine: “Cinépolis es nuestro aliado más importante, nuestro socio más importante y buscamos con ellos estar en diferentes puntos de la ciudad, en donde podamos llegar a mucho más público. Y por otro lado hemos hecho un camino en las cinetecas en México, en Ciudad de México, en la Cineteca de Guadalajara y en la Cineteca de Nuevo León. Año con año exhibimos con ellos y la verdad es que nos ha funcionado porque es un público que quizá no va regularmente a Cinépolis”, comentó.

Desde el 22 de febrero y hasta el 21 marzo, el FICJM tiene presencia en Cineteca Nacional y en 14 sedes de Cinépolis entre las que se encuentran en la Ciudad de México: Plaza Carso, Magnocentro, Universidad, Perisur, Plaza Satélite, Paseo Interlomas, Diana, Interlomas y Arcos Bosques. Además, el Festival tendrá nuevamente la oportunidad de viajar hacia el interior de la República con Cinépolis a: Plaza Morelia, Las Américas en Cancún, Esfera en Querétaro, Altabrisa en Mérida, Centro Magno en Guadalajara, ahí mismo en la Cineteca UDG y CONARTE en Nuevo León.

Para concluir, Fredel Sael agregó lo siguiente: “Solo me queda decir que vengan al cine y se den la oportunidad de entrar a ver una película con los prejuicios que quieran, pero permitirse salir cuestionando exactamente todos los prejuicios con los que entraron, subestimamos el poder que es el que nos enseña y permite cambiar ideologías y creencias, cambiarlas y reconsiderarlas para sumar información de cualquiera de las películas que están en el cine”, concluyó.