Escenario

González Iñárritu: “He trabajado con libertad. Toda la mierda de mis películas es mía”

ENTREVISTA. El cineasta mexicano admitió que está en una “etapa de reflexión” al cumplir los 60 años en agosto, “porque, quieras o no, ya queda menos para adelante que lo que has estado haciendo atrás”

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“Empiezo a pensar en la impermanencia, en el tiempo que queda y en lo que quiero gastarlo y con quién”, explicó Gonzáles Iñarritu

“Empiezo a pensar en la impermanencia, en el tiempo que queda y en lo que quiero gastarlo y con quién”, explicó Gonzáles Iñarritu

Especial/@imcine

Recién cumplidos los 60 años y después de ganar cuatro Oscar, el cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu aseguró que ha tenido “la fortuna de ser absolutamente independiente y libre” en su trabajo: “Toda la mierda que hay dentro de mis películas es mía, no puedo culpar a nadie”.

He tenido siempre la última decisión, y no importaba de dónde viniera el financiamiento. He tenido libertad absoluta y eso es un privilegio”, afirmó en una entrevista con EFE el director.

Así mismo, recientemente clausuró Verdial, la Fiesta de las Letras y la Cultura Iberoamericana, que organiza en Málaga (sur español) el centro cultural La Térmica.

Admitió que está en una “etapa de reflexión” al cumplir los 60 en agosto, “porque, quieras o no, ya queda menos para adelante que lo que has estado haciendo atrás”.

Siento que estoy empezando a ser mucho más selectivo -explicó-. Empiezo a pensar en la impermanencia, en el tiempo que queda y en lo que quiero gastarlo y con quién. Entre cada película me tomó mucho tiempo porque quiero que sea la propia vida la que me vaya alimentando de lo que pueda hacer, sin estar buscando un proyecto tras otro”.

UN CONCEPTO MENTAL, NO REAL

Pese a sus cuatro Oscar y a haber trabajado en producciones internacionales, no cree haber sido absorbido por el sistema, y cree que ese sistema “es un concepto mental”, porque para él “nunca ha existido”.

“Empecé filmando en México -recordó-, filmé en EU 21 Gramos, Babel por todo el mundo, Biutiful en Barcelona, Birdman en Nueva York, The Revenant en Canadá, y Bardo en México. Finalmente he podido tener colaboradores de todo el mundo en una orgía global de creatividad hermosa”.

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Por ello, no puede “encontrar un patrón en ese sistema”, ya que cada película tiene “unas características muy particulares”, y él ha intentado “no pertenecer a un sistema porque cada película exige algo diferente”.

Creo que, si entras en una especie de fábrica donde produces lo mismo, sí podría ser un caso”, añadió Iñárritu, que resaltó que él y otros compatriotas como Alfonso Cuarón o Guillermo del Toro coinciden en ser “muy curiosos” y estar siempre “observando la otredad”. Y esa “curiosidad cultural” los ha “liberado de poder entrar en un sistema de fábrica ‘hollywoodiense’”.

Sobre el cine de su país, apuntó que “ahora viene un grupo de directores jóvenes, sobre todo mujeres, como Tatiana Huezo, Alejandra Márquez o Natalia Beristáin, con un poder visual y una sensibilidad que hacía falta”, y es algo que Iñárritu “celebra”.

Siento que hay una tradición visual mexicana muy poderosa. Desde la época precolombina, los mayas o los aztecas, nuestros ancestros reinventaron la forma de ver el universo”, resaltó.

EN LA EDICIÓN ENCUENTRA LA PELÍCULA

Como cineasta, admite que, cuando está editando una película, intenta “encontrar la mejor versión”, porque es en esa etapa donde “finalmente encuentras la película”.

“Una vez terminada, no la quiero volver a ver. No he visto ninguna de mis películas y no lo pienso hacer, porque me trae estrés postraumático. Te acuerdas de cada cosa que ves ahí”, argumenta.

Le ocurrió con su última película, Bardo, porque la terminó, al día siguiente se fue a Venecia, a verla “con 2.000 personas”, y se dio cuenta de que “todavía había trabajo que hacer”, algo con lo que no tiene “ningún problema”.

Pienso en las películas en el tiempo, no me importa la taquilla ni la crítica. Hay que hacer películas pensando que se van a quedar en el tiempo. Ahí hay que invertir la mirada, a largo plazo, no en la retribución inmediata”, defendió.