Lana Del Rey entrega su corazón a los fans mexicanos: “¿Esto es un sueño?”
COBERTURA. Con localidades agotadas, la cantante estadounidense conmovió a sus fans con sus icónicas letras, su misteriosa estética y su dulzura sonora
música
Lana del Rey en el Foro Sol.
Elizabeth Woolridge Grant ha construido una de las carreras más impresionantes dentro de la industria musical bajo su nombre artístico Lana Del Rey. Con el propósito de la gira sobre su noveno álbum de estudio Did you know that there's a tunnel under Ocean Blvd llega a la Ciudad de México en uno de los escenarios más grandes atendiendo a las peticiones de oleadas de fans.
La historia que comenzó como un personaje femenino que vivía apresuradamente por probar las mieles de la fama, que amaba incondicionalmente y la atormentaban traumas del pasado, se fue diluyendo hasta desaparecer esas barreras entre el personaje y el artista. En este último álbum la cantante abre su corazón en un “canto automático”, sin filtros de colores, ni historias rebuscadas y se destapan verdades que en sus discos anteriores ocultaba en poesía.
La cantante mostró su cariño a los fanáticos.
“Dios les bendiga, Ciudad de México”, así recibió al público de la fría noche del 15 de agosto en el Foro Sol. Para dar inicio con “A&W”, la “épica canción de siete minutos”, que entre una secuencia de beats y su dulce voz se revela una violación y cómo se vuelven costumbre formas tan tóxicas de amar.
Ella, con un velo que extendieron en el escenario y vestida de blanco, cual novia hacia al altar, Lana se preguntaba “¿seguirás amándome cuando ya no sea joven y hermosa?” al interpretar “Young and beautiful”. Tres flores rojas le ponían un toque de color a su atuendo. Mucho se ha señalado la magia detrás de Lana Del Rey, por sus canciones y su estética, por lo que este escenario en el Foro Sol guardaba un aire de misterio con un espejo, un árbol y dos estructuras que simulaban ventanas.
El show también destacó por su producción en el escenario.
“¿Esto es un sueño?”, exclamó emocionada por volver a tocar en tierras mexicanas. Cada canción se convertía en un performance acompañado por un grupo de bailarinas que en esta primera parte del show vestían trajes negros y danzaban con candelabros y bolas metálicas al rededor de la cantante al interpretar “Bartender” y “Chemtrails over the Country Club”.
Dos coristas la acompañaron para “The grants”, un tema que hace mucho énfasis a referencias gospel y al R&B. Para “Cherry” las bailarinas volvían en vestidos blancos y en “Pretty when you cry”, con una toma en contrapicada y tonos azules dejaban ver la vulnerabilidad de quien sufre por amor.
Interpretó lo mejor de su repertorio.
Lana Del Rey se pone de rodillas de espaldas al público y observa la pantalla de los visuales proyectar fragmentos de sus primeros videos del disco Born to die. Con esta nueva producción, la escena que presenta en su concierto es un énfasis a dejar como un recuerdo aquel primer personaje. Con esta entrada interpretó “Ride”.
En “Ultraviolence”, uno de los temas más coreados y en los que se escuchaban a los fans sollozar cada frase, el escenario se convirtió en un caos: los visuales de un cielo rosado y esperanzador se convertían en tormentas, las luces prendían y apagaban, mientras que las bailarinas corrían de un lado a otro. Así representaba en su show una relación destructiva a la que el personaje femenino se aferra con la línea “Él me golpeó y se sintió como un beso”.
Presenta su noveno disco de estudio.
Al finalizar, todo el escenario se apaga y la artista se da el tiempo de bajar y convivir con sus fans, tomarse fotos, recibir besos y regalos de quienes esperaron desde el domingo para tener un espacio en la primera fila. Para regresar al escenario y cantar “Born to die”, “Diet mountain dew” y “Summertime sadness”, de las más populares.
La noche cerró con un “Video games”, “Did you know that there's a tunnel under Ocean Blvd” y “Hope is a dangerous thing for a woman like me to have - but I have it” en medio de una escena en la que aparecía un hombre que hacía referencia a su primer personaje y sale del escenario sobre una sábana. Esta parte se puede interpretar como el aceptar dejarse llevar por sus emociones.
El mensaje para sus fanáticos mexicanos.
Así, una artista que marcó a una generación por sus letras que abrazan la angustia y la tristeza, presenta una nueva etapa que refleja una introspección. Con dos fechas abarrotadas de fans, Lana Del Rey declaró que México tiene su corazón.
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