‘La maldición: despertar de los muertos’: Disparejo pero entretenido cóctel multigenérico
CORTE Y QUEDA. El filme derivado de la serie de Netflix, además de mantener la premisa temática del show televisivo original, se emplean a algunos de sus personajes estelares, funcionando como una especie de spin-off de la misma
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Fotograma de 'La maldición: despertar de los muertos’.
Todo comienza con un asesinato el cual resulta inusual por varias razones. Los exámenes forenses revelan que la víctima (ejecutivo de una importante empresa química) falleció a consecuencia de la exposición a una rara toxina presente en algunas criaturas marinas. Y dicha toxina parece tener un efecto acelerado, matando a la víctima en cuestión de minutos.
Aunque lo más raro (y escalofriante) del asunto, reside en la identidad del homicida, quién fue hallado sin vida cerca de su víctima. Al examinarlo e indagar sobre su identidad, descubren que se trata de una persona que lleva muerta varios meses. Ello deja a las autoridades perplejas, las cuales no pueden encontrar una explicación racional a lo ocurrido.
Al mismo tiempo, Im Jin-hee (interpretada por la actriz Uhm Ji-won), una periodista especializada en investigaciones policiales y con compromiso social, y cuyo programa se transmite en vivo por internet, se encuentra promocionando su más reciente libro en un show; cuando recibe una extraña llamada de un hombre quien clama ser el responsable del bizarro asesinato, y desea presentarse en su próximo programa donde, además de confesar su crimen, desea hacer un anuncio. La reportera se muestra desconcertada a la vez que intrigada por tan extraña petición, pero decide aceptar y entrevistarse con el misterioso sujeto en el lugar indicado por él, a pesar la oposición de Jung Sung-joon (Jung Moon-sung), un jefe de la policía local y pareja de ella.
El filme conecta con la serie de Netflix.
Finalmente, la misteriosa reunión se lleva a cabo, y el presunto culpable le revela cómo llevó a cabo el extraño asesinato valiéndose de artes oscuras las cuales le permiten “revivir” y controlar los cuerpos de personas muertas. Y demanda que el presidente del poderoso emporio donde la víctima laboraba, se disculpe sincera y públicamente sobre ciertas acciones reprobables e inmorales cometidas por su empresa. Y amenaza con que, de no hacerlo, en los siguientes días él y otros dos altos ejecutivos serán asesinados empleando el mismo método. Las autoridades intentan detenerlo, pero descubren que el supuesto homicida es en realidad otro “revivido”.
Este será el inicio de una exhaustiva investigación a contrarreloj para, por un lado, descubrir la verdadera identidad del autor del crimen y detenerlo antes de concretar lo que tiene planeado. Y, por otro lado, develar cuales son los motivos detrás de tan horrendas acciones, y el papel desempeñado en ello por los involucrados, lo cual los llevará a develar una historia donde se involucran posesiones, magia y rituales antiguos; pero también explotación inescrupulosa de inmigrantes ilegales, violaciones a los derechos humanos, y experimentos científicos peligrosos e inmorales.
El filme cumple con la parte de entretenimiento.
En 2020, la televisión surcoreana transmitió por vez primera Maldición (The Cursed / Bangbeob), una serie de drama y suspenso y en la cual se mezclaban temas sobrenaturales con otros relacionados a la corrupción en altas esferas empresariales e industriales. Esta serie se ha vuelto muy exitosa, sobre todo después de haber sido lanzada mundialmente por la plataforma Netflix.
La maldición: despertar de los muertos (The Cursed: Dead Man's Prey / Bangbeob: Jaechaui) es un filme derivado de dicha serie en donde, además de mantener la premisa temática del show televisivo original, se emplean a algunos de sus personajes estelares, funcionando como una especie de spin-off de la misma. Sin embargo –y aunque ciertas situaciones presentes en la serie son mencionadas aquí-, no es un requisito indispensable haberla visto para poder adentrarse en esta narración.
La múltiple combinación de elementos en su guión, se extiende también a la variedad de géneros empleados para narrarlo. Como pasa con buena parte de la cinematografía coreana actual, el relato pasa por los terrenos del cine de drama, el de suspenso, el de horror, el fantástico y el policíaco, mezclados aquí en un cóctel especial que busca insuflar vida a una trama sobre empresas de conductas inescrupulosas, venganzas y justicias, hechizos y demonios, la búsqueda de la verdad a toda costa, y diversos comentarios sociales.
El filme estrenó en México el pasado fin de semana.
Sin embargo, a diferencia de lo que acontece con otras películas provenientes de ese país, en el argumento escrito por Yeon Sang-ho y dirigido por Kim Yong-wan (guionista y realizador de la serie original respectivamente), la combinación multigénerica se percibe un tanto dispareja, sobre todo en lo tocante a su ritmo: la historia arranca fuerte, y brinda unos primeros minutos muy intensos, para luego perder dinamismo y comenzar a estancarse cuando aborda los pormenores de la investigación, o las relaciones interpersonales de sus personajes, y posteriormente vuelve a cobrar velocidad cuando se vienen secuencias de acción y diversos enfrentamientos, y continúa así durante sus casi dos horas de duración, lo cual torna la narrativa cansina y densa de a ratos.
La maldición: despertar de los muertos adolece de estos y otros defectos como un nivel de fantasía el cual llega a elevarse a niveles un tanto disparatados, donde los personajes actúan y esgrimen poderes propios de un superhéroe de Marvel o DC; o de una producción más cercana a lo televisivo que a lo cinematográfico, dando por momentos la impresión de estar viendo un capítulo extendido de la serie, o de un puente para algo más. Pero con todo, se deja ver y funciona como mero entretenimiento escapista, el cual dejará satisfechos principalmente a los fanáticos de la serie, y a los consumidores compulsivos e indiscriminados de productos audiovisuales provenientes de Corea del Sur.
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