Después de 22 años, es tiempo de volver a la Matrix. La cuarta entrega de esta saga de ciencia ficción que marcó a toda una generación de forma inesperada llega por fin a salas de cine de la mano de Lana Wachowski, una de las creadoras de este peculiar universo que trae de vuelta a Keanu Reeves y Carrie Anne Moss como Neo y Trinity que, para esta nueva aventura, agregan a nuevas caras para liberarnos la mente.

Una de ellas es la actriz mexicana Eréndira Ibarra, que interpreta a Lexy en esta resurrección de una franquicia que espera ser igual de exitosa. En Crónica Escenario estuvimos presentes en la conferencia de prensa virtual donde compartió con algunos medios nacionales parte de su experiencia dentro de esta cinta.

“Se siente bonito formar parte de un proyecto inclusivo donde llegabas al set y veías al mundo representado en él. En realidad, Matrix es una historia de amor, algo que necesitamos para sobrevivir. A pesar de que las Wachowski nos llenaron de verdades desde la primera película, nos la dieron con amor, con un cuidado donde rompían nuestras definiciones del mundo pero dándonos la oportunidad de elegir, de la esperanza de crear un mundo nuevo, incluso en el fin del mismo. Y seguimos hablando de ella a la fecha porque nos conmovió el corazón más allá de la forma”, comenzó la actriz comentando acerca de la importancia de la saga.

Nacida a partir del duelo de Lana Wachowski como una forma catártica para sanar la dolorosa pérdida de sus padres, Matrix Resurrecciones resulta un filme con tintes muy personales. “Este universo es un bebé que crearon en su momento entre Lana, Lily y su padre juntas. Lana había dicho que no quería volver a escribir pero volvió a hacerlo como una forma de enfrentar su duelo. Lily tuvo otro proceso, diferente al de Lana por lo que ella no formó parte esta vez de Matrix. Aunque ella es parte de la historia, sin estar realmente ahí”, agregó Ibarra.

Eréndira ya había trabajado con Lana en la serie original de Netflix, Sense8, algo que le brindó la suficiente experiencia y entendimiento de lo que la realizadora buscaba hacer en sus formas de usar el lenguaje cinematográfico. “Nuestra labor fue como de guía para los que se integraron a esta manera de filmar que tiene. Nosotres ya conocíamos esa forma y de alguna manera tranquilizamos al resto del crew con que todo iba a salir bien porque ya sabía exactamente cómo quería que todo se viera”, afirmó.

El regreso de esta saga viene cargado de vistazos a la trilogía original, pero también tiene elementos donde se busca darle un toque más actual. Al respecto, Ibarra declaró: “Es una mezcla entre nostalgia e innovación de una manera muy revolucionaria. Los que vimos la primera estaremos metidos de lleno. Pero la forma en cómo se dicen las cosas esta vez, en cómo se expone la complejidad de este mundo. Antes era escoger entre rojo o negro, una u otra opción. Esta película, similar a mi generación, busca redefinir la definición de ‘nuestro lado’ y como eso no es lo que era hace 18 años”, comentó.

El personaje de Ibarra, Lexy, es una gran admiradora de Trinity y lo que ha logrado, por lo que la actriz ahondó en el tema de la importancia de este personaje de la trilogía original para su rol. “No es tanto que ella sea fan de Trinity sino que ella es por Trinity. El camino que tomó ella de la liberación es lo que inspira a Lexy a despertar de la Matrix siendo que ella vivía en muchos niveles de opresión que, en la vida de las mujeres y las personas diversas, es así. Y de repente te das cuenta que el mundo es más que eso, que puedes tener tus propias ideas. Incluso me atrevo a decir que, como mi personaje, Eréndira es un poco como es debido al camino de Trinity”, dijo.

Una de las mejores experiencias que le trajo a Eréndira el formar parte de esta secuela fue conocer a Trinity, Carrie Anne Moss. “Ella es mágica, en general todes lo son. Cuando se me acercó en mi primer día en la carpa de entrenamiento y me abrazó, lo primero que me dijo fue que amaba a Daniela, mi personaje de Sense8. Y cuando tuvimos la oportunidad de hablar acerca de lo que nos hace ser quienes somos, tuvimos un reflejo de almas muy especial. Para mí, es una mujer que inspira mi maternidad y muchas cosas más, sobre todo en mi trabajo como actriz. La admiro profundamente y cada oportunidad que tenga de aprender de ella, la tomaré porque su mundo como actriz es pequeño a comparación de su universo como persona”, comentó emocionada.

Ibarra aprovechó para explicar algunos de los retos que enfrentó al meterse en la piel de esta nueva heroína dentro de la Matrix. “Por primera vez disparo más de lo que hablo. Estoy muy acostumbrada a agarrar un texto, romperlo, cuestionarlo, trabajar mis líneas y demás, pero no estaba acostumbrada a ir a campos de tiro a tirar por dos horas, buscar diferentes dinámicas y formas de disparar. Los madrazos sí se me daban bien y de chava fui peleonera aunque ya no lo soy. Toda esa parte fue complicada, el poder estar en paz cuando estaba en guerra; era llegar a trabajar y en lugar de estudiar la escena, era meterme a practicar las coreografías”, detalló.

Algo que resulta interesante es la importancia de los personajes femeninos fuertes tanto física como mentalmente en la saga de Matrix. “Para mí, Trinity siempre ha sido la protagonista de la saga. No existiría Neo sin ella. El trabajo que hace Lana ahora es justamente deconstruir ideas y sistemas, como el concepto patriarcal de que el hombre llega y nos salva. Es algo que ella, al hacer las primeras películas de este universo no tuvo la intención de hacer, era más de juzgar la idea del elegido que enaltecerlo. Fue una exploración necesaria de romper una vez más con la heteronorma interiorizada al meterle más elementos que me parece hablan de la época en la que estamos y la necesidad que tenemos de desmontar la masculinidad, la feminidad y todas las ideas del sistema patriarcal”, aseveró Eréndira.

Inevitablemente, Lexy se suma a la lista de las heroínas de Matrix, algo de lo que la actriz se siente orgullosa y con lo que busca llegar más allá. “Estoy agradecida con la oportunidad además de sentir la necesidad de empujar la conversación más allá de lo femenino. El poder introducir estos personajes que fueran asignados mujeres y que tengan esta capacidad de ponerse al tú por tú con los héroes que siempre tenemos en mente, que son los hombres, no sólo pone en la mesa que siempre tuvimos que estar ahí para empezar, sino que todes cabemos en el mismo espacio. Me emociona pensar que si hoy hablamos de mujeres en todos los sentidos, mañana estemos hablando de personas. Que el género no venga antes de otra cosa, porque somos fuertes”, enfatizó.

Otro aspecto interesante en la cuarta entrega de la franquicia es el tema de la inclusión orgánica, algo que Wachowski viene practicando desde Sense8 y aquí se vuelve a hacer presente. “Una cosa es la inclusión frente a la pantalla. Como productora, activista y persona es más importante lo que ocurre detrás de la pantalla porque en México y en el mundo hemos caído en las fórmulas. En el set de esta película era todo lo contrario. Llegabas y veías a gente en cámara, en VFX, maquillaje, vestuario, en todos los engranajes de la producción había una multiculturalidad, multirracialidad, todo el mundo se reflejaba en el lugar y es algo que se agradece mucho porque así deja de ser una fórmula y se convierte en una declaración, un cambio de verdad. La visibilidad es muy chingona pero no sirve de nada si no conlleva cambios estructurales”, manifestó tajante la joven actriz.

No cabe duda de que la saga completa ha planteado una cuestión profética acerca de la era digital que parece consumirnos día a día en la actualidad. Sin embargo, para Eréndira Ibarra esta cuarta entrega presenta una oportunidad de mejorar esta visión del mundo. “Siento que por películas como ésta, más que un augurio hacia un futuro, sea una advertencia suficiente para aquellos que viven atorados en su pastilla azul despierten”, dijo.

“Aún recuerdo muy cabrón cuando vi la primera película y siento que ese día nació una gran parte de la Eréndira que ahora existe, ese lado activista en mí. Creo que encontrarán una cinta que si evoca esa nostalgia por las anteriores pero que ofrece las sacudidas y las verdades de toda la saga pero que nos orilla a entregarnos al cambio, me parece que esta película es un puente para romper las brechas generacionales entre este mundo que no quiere terminar de soltar lo que nos define y que estamos constantemente buscando dejarnos de definir por el mismo”, concluyó.

Matrix Resurrecciones, la cuarta entrega de la saga de ciencia ficción, estrena el próximo 22 de diciembre en cines mexicanos mientras que en Estados Unidos llegará de manera simultánea a cartelera y al sistema de streaming de HBO Max.