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‘Puan’: Una comedia inteligente, entretenida y perspicaz

CORTE Y QUEDA. La cinta argentina de María Alché y Benjamín Naishtat ha cautivado a la audiencia y la crítica desde su llegada a la cartelera mexicana

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Fotograma del filme.

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Cortesía

Puan, la película argentina de María Alché y Benjamín Naishtat, se nos presenta como una obra cautivadora que combina la sagacidad filosófica con un humor sutil y astuto. La trama, centrada en Marcelo y su enfrentamiento por una cátedra universitaria tras el fallecimiento de su mentor, se convierte en un microcosmos que reflexiona sobre los cimientos de la educación y la política en América Latina, específicamente en Argentina.

La película se suma a ese selecto grupo de producciones latinoamericanas que no solo entretienen, sino que también desafían y reflexionan sobre la realidad social y política de la región.

El personaje de Marcelo, interpretado de una cautivadora manera por Marcelo Subiotto, se convierte en el epicentro de un duelo filosófico que va más allá de la simple lucha por una posición académica. Su torpeza y los esfuerzos por demostrar su valía se entrelazan con la caída del país hacia el caos, creando una metáfora reveladora sobre la intersección entre la academia y la conflictiva realidad política. La película logra equilibrar hábilmente la crítica social con momentos cómicos, creando una experiencia muy valiosa.

Algo que destaca en Puan es su capacidad para cuestionar tanto el sistema político como el educativo, exponiendo las contradicciones y complejidades de ambos, muchas veces aferrándose a ideas antiguas que ya no convergen con la actualidad que vivimos. La influencia filosófica impregna cada diálogo, agregando capas de profundidad y significado a la narrativa, pero sin dejar de ser divertidos de escuchar, también gracias a las actuaciones de Leonardo Sbaraglia, Julieta Zylberberg, entre otros.

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Fotograma del filme.

La cinta se convierte así en un ejercicio reflexivo que invita a la audiencia a mirar más allá de la superficie y a cuestionar las estructuras que dan forma a la sociedad, a través de un ojo cómico y entretenido que te sacarán más de una sonrisa.

Algo que no pude evitar pensar a medida que veía la cinta, son todas las afinidades temáticas y espirituales que comparte con la serie española Merlí, que también explora la filosofía en el contexto educativo. Ambas obras capturan la esencia de las aulas universitarias, utilizando la filosofía como herramienta para analizar y cuestionar la realidad circundante.

Al igual que Merlí, la película argentina se beneficia de un enfoque inteligente y un humor sutil para desentrañar la complejidad de la vida académica y política en Latinoamérica. Esta conexión proporciona un marco adicional para apreciar el ingenio y la perspicacia de Puan, consolidándola como una obra que no solo se destaca en su propio contexto, sino que también se inscribe en un diálogo más amplio sobre el papel de la filosofía en la educación contemporánea.

En definitiva, Puan no solo es una comedia inteligente y entretenida, sino también un recordatorio de la potencia del cine latinoamericano para abordar temas serios con un enfoque fresco y perspicaz. La película se posiciona como una joya argentina que no solo divierte, sino que también invita a la reflexión sobre la complejidad de la vida en la región.