Tranquilos y estrepitosos fueron los 30 años de Los Estrambóticos
COBERTURA. La banda capitalina festejó su trigésimo aniversario en un concierto entre una discografía completa, invitados de lujo y un lleno total en el escenario del Pepsi Center.
Música
“2 de octubre no se olvida”, repetimos año con año desde aquel fatídico otoño de 1968 y si bien es cierto, no es fácil darle otros significados a tal fecha tan encarnada en el corazón de los mexicanos, pero, también hay personas que celebran su cumpleaños o su aniversario y este último es el caso de una de las bandas más representativas del ska mexicano, Los Estramboticos.
30 años no son cualquier cosa y Los Estrambóticos lo sabían, era de esperarse una celebración en grande donde la mezcla de rock y ska, nacida en los años 90, esa misma que logró desde un inicio colarse bajo la piel de los capitalinos sonara en lo más alto y ante un público multigeneracional.
La noche fue increíble, desde la concurrida entrada al Pepsi Center, pasando por un aforo que llegó a rozar el sold out, hasta el camino de regreso a la realidad, es más, la música de los capitalinos se logró filtrar en los sueños de algunos, si no es que todos, los que presenciaron el festejo.
Con un concierto que duró poco más de tres horas, Los Estrambóticos, hicieron un recorrido por toda su discografía, en tres momentos clave, comenzando con el estallido que trae consigo “No me haces falta”, seguida de “Volver a ver”, “Epidemia”, “30 monedas”, “El cuchillo” y “Mi parte viva”.
Fueron muchos altibajos y obstáculos los que enfrentaron y sobrepasaron los capitalinos, para llegar a este momento repleto de epicidad, de ser marginados y pioneros de una primera ola de ska, esta primera ola que ganó fama en el famoso circuito de rock de la Ciudad de México que de hecho se encontraba en las orillas de la urbe, Ecatepec, Chalco, Atizapán, Naucalpan o Nezahualcóyotl.
“El niño Objeto”, “Espergesia”, “Mi tamagochi”, “Ciegos de amor” y “Camino a ninguna parte”, fueron las que siguieron en el extenso repertorio que se aventaron en la noche, y en donde el público ya se había entregado por completo a el festejo y bailaba el clásico slam entre “matudos y pelones” como decía el Molotov, momento en que se presentaron los primeros invitados de la banda, como gente de Los de Abajo y La Tremenda Korte.
El ánimo decayó un poco con la primera pausa, un tanto prolongada, la llegada de un momento acústico donde Arturo “Pinocho” Ruelas, David “Chadou” Sánchez y Adrián Vallarta dieron un momento para las complacencias y algunas interpretaciones más personales e íntimas, cosa que no a muchos fanáticos les pareció, pero que era necesario.
En este paréntesis acústico interpretaron “Quiero estar”, “Con alguien mejor”, “La gota que derramó el beso” y “Eres lo qué más quiero”, momento en que dedicaron estas rolas a la afición, un par de chicas de la audiencia, a sus familiares y desde luego a sus esposas.
Ya pasado el momento sentimental y regresando un poco la energía se tocó de forma increíble “Gracias” y “El recuento de los daños”, esta última cover de Gloria Trevi. “Fantasmas” que siguió después en un ambiente de velas electrónicas.
Para coronar el evento se regresó a la energía típica de los capitalinos con temas como “Tu”, seguido del nuevo sencillo “Reír o llorar”, así como los temas “El gran infierno”, “Ese baboso”, “No te quise lastimar” y “El orangután” esta última original de la Sonora Santanera.
Aparte de los invitados mencionados salieron al escenario en diferentes ocasiones La Sonora Dinamita de Lucho Argaín, así como Banda Los Inútiles.
Finalmente antes de despedirse y mencionar que estaban orgullosos de estos treinta años Los Estrambóticos interpretaron “De amor nadie se muere”, “Perdido” y una de las más queridas “Todos somos estrambos”, seguida de las también clásicas mañanitas, luego un merecido descanso.
En un tercer momento la banda regresó con otro invitado de lujo para cerrar con broche de oro, se trataba de Luis Álvarez “El Haragán”, que hizo un pequeño popurrí de sus canciones como “Se le hizo fácil” y “Barata y descontón” para acompañar al festejo de los Estrambóticos, momento que no se dejó ni un segundo de bailar y cantar.
“La herida”, que es una de las canciones más conocidas y apreciadas de la banda fue tocada de manera magistral ya en una carnaval de emociones mismo que ya no decayó ni un poco seguida de “Soñar contigo” y la también apreciada y esperada “Peter Punk”.
Finalmente y con todos los invitados en el escenario y en un momento de mayor éxtasis cantaron “Me enamoré en la cola de las tortillas”, “Mostrilio”, “La cerveza y el dolor” y “Todo algún día termina” ante un público sudoroso, bailador y exhausto, un concierto redondo, con altibajos, momentos de cumbre y momentos planos. Eso si, si así fueron los 30 años no hay forma de saber cómo celebrarán sus próximos aniversarios.