Escenario

El último duelo: ¿El canto de cisne de Ridley Scott?

El próximo jueves llegará a las salas mexicanas este filme que se perfila a ser uno de los más destacados del año

Corte y Queda

El filme tendrá su estreno un año después de la fecha programada inicial, que se retrasó por la pandemia.

El filme tendrá su estreno un año después de la fecha programada inicial, que se retrasó por la pandemia.

Cortesía

Ridley Scott es uno de los directores ingleses más importantes en activo, creador de cintas que se han ganado su lugar en la historia del cine, en este 2021 estrena, a sus 83 años, dos largometrajes que reflejan las obsesiones de su carrera, siendo el primero de ellos El último duelo (The last duel), película 26 de su filmografía y que remite a su debut cinematográfico en 1977 con Los duelistas (The duellists) pero ambientado ahora en el medievo.

En 1386, Marguerite de Carrouges afirma que el escudero Jacques Le Gris la violó en su casa en la ausencia de su esposo, Jean de Carrouges. 

El caso fue llevado a la corte del Rey Carlos VI de Francia, permitiendo, para su resolución legal, un combate a muerte entre los dos hombres, bajo la firme convicción de que sólo sobrevivirá aquel que haya dicho la verdad.

El último duelo parte de un guión coescrito por Ben Affleck y Matt Damon, quienes contaron con Nicole Holofcener para tener la perspectiva femenina que el trabajo necesitaba, usando como base la novela homónima de Eric Jager, que a su vez retrata un conocido hecho histórico que marcó el último duelo de este tipo en Francia, todo para narrar una historia que a pesar de su lejanía muestra sus ecos en la sociedad moderna, colocando el dedo en la llaga sobre la vulnerabilidad de la mujer en una sociedad dominada por hombres.

 El guión nos lleva por los intrincados caminos que debe recorrer una mujer violada para ser tomada en serio por una justicia dominada por hombres y la manera en que se le busca callar y minimizar.

Ridley Scott entrega una obra que sólo puede surgir de la mano de un verdadero maestro, de un creador que entiende el material tiene en su poder y que está dispuesto a llevarle a buen puerto, no sólo hace una impresionante recreación de época, sino que logra evadir lo políticamente correcto sin dejar de mostrar de forma clara su postura ante la violencia que sufren las mujeres, ante la fuerza de la seducción del poder y del instinto animal que vence la razón. 

Realiza un brutal retrato sobre la condición de la mujer en un momento histórico definido, dejando claro que, a pesar de algunos cambios, en el fondo se siguen cultivando los mismos prejuicios e injusticias contra ellas, siendo los verdugos, no sólo los hombres, sino las mujeres que se decían cercanas.

Y también se permite un par de dardos envenenados contra la iglesia y contra aquellos tienen el poder.

El último duelo se decanta por el estilo Rashomon para contar la historia. Vemos tres relatos del mismo suceso, cada uno bajo la perspectiva de quien narra la situación, siendo muy interesante ver cómo se van hilando las situaciones, pero, sobre todo, la manera en que ha cambios en ellas, algunos muy sutiles, otros radicales, otros donde las versiones coinciden de una forma total.

La cinta es protagonizada por Jodie Comer como el centro de las historias. Dependiendo del punto de vista son sus reacciones e intenciones. Eso lo muestra el director de forma brutal, al mostrar en ella una capacidad actoral que le pone desde ya en la mira de la temporada de premios, al mismo tiempo que a su pareja Matt Damon, quien es el ejemplo perfecto de los

caballeros de las cruzadas: tosco, bruto, nada refinado pero entregado a su causa, a su esposa y el honor de la familia.

Por otro lado, Adam Driver es refinado, es el sueño de las doncellas de la corte, es letrado, además de una bestia sexual cuya fama traspasa los muros. 

En el papel del noble, que ocasiona con su favoritismo el camino del drama, Ben Affleck le da al personaje un aire depravado. El cuidado impuesto al personaje de Damon es impresionante. 

Como espectador no podemos evitar el preguntarnos cómo sería el hedor que tendría tras semanas de lucha, de estar lleno de sangre; es un hombre de guerra, dueño de un sentido del honor estricto que le lleva a exponer la vida de su esposa con tal de cobrar venganza contra aquel lo ha humillado en la corte, viendo la violación de su mujer como si él fuera la única víctima.

Uno de los puntos más fuertes de la película es el diseño de arte, una recreación minuciosa que nos lleva al medievo, previo a la guerra de las Cruzadas, donde la pobreza de los palacios no se puede ocultar y lo decadente de la sociedad se percibe. 

Aprovecha las ventajas de las cámaras actuales para iluminar con velas muchas secuencias y hacer de la luz normal un lujo.

El último duelo no duda en utilizar diversos simbolismos y metáforas para plantear el pensamiento de la época. No es gratuito ver la forma en que la yegua recién adquirida sea montada por un semental que irrumpe por la puerta abierta; que los espectadores de la batalla final sean mujeres que esperan verse reivindicadas por Carrouges de alguna forma; que la figura del rey sea casi de juguete o que todos, plebeyos y nobles, pierdan la cabeza en el combate pidiendo a gritos la muerte de alguno de los duelistas.

Este filme estaba programada para estrenarse el año pasado, en diciembre, pero la pandemia retrasó su llegada a las salas, haciendo que ante ello se ponga a competir directamente con La Casa de Gucci del mismo director y protagonizada, entre otros, por Lady Gaga y Adam Driver, en espera de que una no opaque a la otra, pero lo cierto es que ésta ha dejado la vara muy alta. Totalmente recomendable para aquellos aman las historias del medievo, así como la sangre y pasión que les acompañan.

El filme tendrá su estreno un año después de la fecha programada inicial, que se retrasó por la pandemia.

El filme tendrá su estreno un año después de la fecha programada inicial, que se retrasó por la pandemia.

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