WOS y su ‘Oscuro éxtasis Tour’ deleitaron al joven público mexicano
COBERTURA. El rapero Argentino se presentó en el Pepsi Center con una mezcla de ritmos, letras impecables y un sentimiento común de éxtasis y el querer más por parte del público.
Música
En los años 80 y 90 el Rap y su complemento el Hip Hop eran los reyes en las principales listas musicales de popularidad, además eran a su vez el género por excelencia de la juventud, naturalmente se expandió por el mundo y más exponentes fueron saliendo y enriqueciendo la escena. Un par de décadas adelante, estos géneros salieron de su nicho y comenzaron a jugar con otros ritmos y estilos, unos más compatibles que otros, pero funcionales en su mayoría.
Hoy día un talento relativamente nuevo se apodera del espacio, el un rapero, freestyler y cantante argentino WOS y su singular estilo, su dicción extra normal y su curiosidad musical secuestraron el escenario del Pepsi Center a su regreso a el país, como parte de la gira Oscuro éxtasis Tour, gira internacional que parte del estrenos de su segundo material discográfico llamado de la misma forma.
El pasado miércoles en el World Trade Center de la Ciudad de México el día pasaba con naturalidad, pero, poco a poco se comenzaba a aglutinar la gente fuera del Pepsi Center, el fenómeno provocado por el rapero argentino era inaudito, faltaban 8 horas para el concierto y los seguidores ya se hacían notar, ni los vendedores de recuerdos habían logrado tal hazaña.
“Ese loco es un genio, cada canción que he escuchado de él me mueve algo, sabes, los ritmos son increíbles y no hablemos de las letras, es una locura”, comentó Diego de 23 años, un seguidor del argentino horas antes del espectáculo, cargando su pizza y su refresco para aguantar la espera en la fila.
Un Pepsi Center relativamente lleno fue el saldo de la noche. Momentos antes de que apareciera el rapero la gente ya estaba impaciente pero en exceso, no naturalmente como lo es previo a los conciertos, probablemente fue porque la mayoría de los presentes pertenecen a la generación de la inmediatez, como algunos expertos llaman a la generación Z y Alpha.
Pero no fue relevante pasadas las 21 horas cuando el freestyler saltó al escenario con un sonido estremecedor, bajos intensos y una iluminación enceguecedora, además de un setlist bastante prolongado que recorrió su trayectoria, desde su paso en la batallas, su primer EP y ahora desde luego su segundo disco de larga duración.
“Buitres”, “Culpa”, “Andrómeda” y “Convoy Jarana”, fueron los primeros temas interpretados por Valentín Oliva como fue nombrado el argentino en su natal Buenos Aires, temas que fueron cantados igual o más fuerte por el público, y cuyo común denominador es el cantante argentino y su lírica, ya que la música empleada es en su mayoría diferente, elemento que hace especial a cada una de los temas.
Sin parar salvo para recuperar el aliento WOS prosiguió con “Okupa”, “Alma dinamita”, “Lleno de zafiros” y “Luz delito”, donde demostró esa capacidad vocal que lo hizo campeón de Freestyle tras vencer al mexicano Azcino , además de dar pie a un momento de estilo libre y una batalla extraordinaria entre WOS y su baterista, mismo que al final dio la impresión de ganar la justa, pero el único ganador fue el público, Cliché.
Seguido de este momento abrumador el rapero argentino regresó al escenario con una guitarra y rasgándola como músico de garage interpretó “40”, una canción que inmediatamente recordó a bandas del punk rock, a manera de intermedio, para después interpretar “Que se mejoren”, bajo este mismo estilo rockero.
“Pared de cristal” fue la que regresó al modo onírico y parafraseado del rap, seguido por una balada que también es herramienta del rapero, “Arrancarmelo”, canción que fue cantada por todos al igual que “Algo del vacío”, “Niño gordo flaco” o “Fresco”.
Con “Cambiando la piel” el rapero argentino también dio muestra de su capacidad para fusionar estilos, con un gran bajeo y melodías de Disco, coronada con una bola disco en lo alto, dotando de magia a la canción y al show.
Finalmente concluyó con “Canguro” y un Jam para presentar a la banda que lo acompaña y dar las gracias a México, final que ya no es un final sino un tiempo fuera para regresar en la euforia de la masa colectiva, e interpretar “Melón vino”, “Mirá mamá”, “Gato negro” “Mugre” y “Púrpura”,
En fin, la noche del miércoles fue una noche repleta de expectativas y sorpresas, con grandes aciertos y sin ningún reproche o queja, con cierto ánimo de seguir más de cerca la carrera de WOS y esperar que vuelva a sorprender a la comunidad capitalina que crecerá exponencialmente, y que enriquecerá la escena del rap, el hip hop o la música en general y lo hará.