Metrópoli

El moviento en pinza (electoral) que planea Morena para hacer chiquita a la oposición

El resultado ideal de Morena sería aislar la Alcaldía Benito Juárez, que esta fuera la única demarcación opositora, acaso tolerar que un par de alcaldías fuertes (como la de Lía Limón) permanezcan en la oposición

CDMX dividida CDMX dividida (Crónica)

La Ciudad de México, en 2021, vivió una oleada opositora que los morenistas no esperaban. La unión de partidos tradicionales estaba aún en proceso de consolidarse, tan es así que alcaldías como Gustavo A. Madero o Iztacalco probablemente hubieran sido arrebatadas al partido del Presidente si PAN, PRI y PRD hubieran presentado un solo candidato, algo normal ya en este proceso 2024.

Esta referencia, no obstante, es un poco tramposa, pues hace tres años, justo por la falta de una alianza opositora sólida, demarcaciones como Venustiano Carranza o la ya mencionada Iztacalco vivían el reacomodo del perredismo y los liderazgos locales del sol azteca no hubiesen aceptado que se les impusiera a un panista, ni aun cuando ello representara más posibilidades de triunfo. Otro tanto podría decirse de los liderazgos priistas.

Como ya es sabido, la ciudad quedó dividida de manera casi perfecta en un occidente opositor y un oriente lopezobradorista.

Los dos bastiones fuertes de cada bando no podrían ser más icónicos: una alcaldía Iztapalapa del lado de Morena, capaz de generar pobreza lo mismo infinidad de votos, en tanto que su colindante Benito Juárez, que tiene zonas con niveles de bienestar similares a los europeos y vive un apogeo innegable en materia económica.

Sobre esto último habría que decir que el tema inmobiliario motivó acusaciones desde la oficina de la entonces fiscal Ernestina Godoy (plaza lograda como cuota entregada justamente a las corrientes morenistas de Iztapalapa) y generarán más, seguramente; sin embargo es claro que ese prolongado boom constructivo en Benito Juárez muestra la bonanza del lugar. No lo dicen, pero liderazgos medios de Morena que antes vivían en otras demarcaciones han optado por comprar o rentar en la alcaldía panista.

Elección local y elección nacional

Dividida a la mitad, la Ciudad de México llega a una de las elecciones más importantes de su historia, sobre todo por lo que esta vital urbe del país significará en el contexto nacional. No es sólo lo que pase en la elección chilanga, sino también su conjugación con lo que pase en la federal. Todas las combinaciones resultantes entre lo federal y lo local pintan más que interesantes:

* Triunfo federal morenista y triunfo opositor en la CDMX. La capital se vuelve el dique de contención de la 4T; sin duda, un espacio desde el que se construirá la oposición para el 2030.

* Triunfo federal opositor y triunfo morenista en la CDMX. La ciudad es tan importante que la 4T tendría futuro aún perdiendo la contienda federal.

* Triunfo federal y en CDMX de Morena. Es el clímax de la 4T, el escenario perfecto para prolongar la visión de López Obrador.

* Triunfo federal y en CDMX de la oposición. Significaría que el desgaste de gobierno 4T ha sido excesivo; el tránsito de AMLO a sus sucesores se ha roto.

Por ello, la disputa por la Ciudad de México tiene una importancia más allá de su territorio.

Para ganar la ciudad, las alcaldías juegan un papel relevantísimo. Las estrategias que han dejado ver los dos bandos principales hasta este momento también reflejan diferencias de fondo. Movimiento Ciudadano, por su parte, se mantiene como una tercera opción al acecho.

Oposición: consolidar las alcaldías que tengo e ir por más

Tanto en sus trazos discursivos, como en lo que comentan off the record a Crónica, la oposición luce confiada y plantea consolidarse en las alcaldías que ya gobierna.

Álvaro Obregón, con la alcaldesa Lía Limón, alcaldesa que finalmente opta por la reelección, es un bastión bien defendido. Hubiera sido relativamente fácil para ella incluirse en listas plurinominales para el Congreso de la Unión o para el Congreso de la Ciudad de México, pero finalmente estará en la boleta de alcaldes.

Están también Azcapotzalco, con Margarita Saldaña, de quien hablaremos en el apartado siguiente de esta Crónica Electoral; Cuauhtémoc y Cuajimalpa, donde los alcaldes de oposición 2021-2023 ya voltearon bandera en favor de otros partidos; Tlalpan, con Alfa González (también hablaremos de ella en el siguiente apartado); Benito Juárez, el corazón de la oposición; Magdalena Contreras, donde el Güero Quijano puede considerarse como la gran revelación del trienio; Coyoacán con Gio Gutiérrez y Miguel Hidalgo, del panista Mauricio Tabe.

En el esquema opositor, cada quien defiende su plaza y eso implica desafíos fuertes. Una vez más es preciso aclarar que la idea de una estrategia totalmente unificada es muy poco realista en el bloque opositor. Nuevamente hay que entender que esto representaría que liderazgos de un partido se subordinen a otros en casos donde sus fuerzas son muy parecidas (caso de Magdalena Contreras, Gustavo A. Madero o Xochimilco).

De 2021 a 2024 han logrado que haya candidato opositor único en cada alcaldía, pero no existen incentivos para que los liderazgos de colonia de los tres partidos jueguen completamente al mismo ritmo. No hay acuerdos informales y mucho menos formales para integrar gobierno de coalición, así que los que surjan en caso de ganar tendrán el color del candidato.

En resumen, no hay una estrategia territorializada, sino la decisión de que las diferentes unidades locales tripartitas hagan su respectiva labor para ganar la alcaldía. Evidentemente el PAN jugará de cabeza en las opositoras Benito Juárez, Álvaro Obregón y Miguel Hidalgo. Misión complicada la de establecer una campaña consistente y exitosa en Azcapotzalco, donde hay dudas del arraigo que generó Margarita Saldaña.

Dos liderazgos panistas emergen de este acomodo. El primero es Luis Mendoza Acevedo, “el legislador más votado del país”, según se autodesignaba desde mucho antes de la elección. Va en caballo de hacienda como candidato a la Alcaldía Benito Juárez y tendrá en sus manos, de ganar la elección, el corazón mismo de la oposición capitalina.

El segundo y más importante es Mauricio Tabe, quien ha sabido afrontar campañas sucias en su contra, como candidato y como jefe de alcaldía. Pero ahora la coalición le ha dado un espaldarazo al entregarle a una de sus cercanas, Alessandra Rojo, la encomienda de ganar la Alcaldía Cuauhtémoc. Victorioso en Miguel Hidalgo, Tabe y su equipo se enfrentan a un reto de ligas mayores: la maquinaria Monreal.

El PRD, a pesar de su continuo achicamiento, será sin duda la cabeza en Coyoacán; allí la corriente a la que pertenece Gio, con el cabal respaldo de la dirigencia nacional, se ha robustecido. Perdió a una militante que nunca lo fue tanto: Sandra Cuevas, que ahora buscará una plaza en el Senado a través de MC.

Pero lo verdaderamente relevante de Cuevas es que deja de operar a favor de la oposición en tanto que su gran aliado, Ricardo Monreal, lo hará -ahora sí- por su candidata morenista. Para consolidarse como líder, Tabe puede encajar el golpe de perder Cuauhtémoc, pero no que su alcaldía, Miguel Hidalgo, pase a manos de Morena.

El PRI tiene la difícil misión de lidiar con terrenos adversos. Una figura innegable la tuvo en 2021 con Adrián Rubalcava, pero a mitad del trienio era evidente que el alcalde jugaba a dos bandas y su paso a las filas de Morena no sorprendió a nadie. Fuentes del PRI aseveran que Cuaji es opositora y la persona no fue el motivo del triunfo pasado, así que tampoco hay razón para que origine una derrota en junio próximo.

Todo el sur profundo de la Ciudad, Xochimilco, Tláhuac, Milpa Alta, tiene bastiones priistas, pero una vez más el tricolor debe remar contra corriente.

Morena tiene estrategia en la CDMX y hay quien dice que sale directamente de Palacio Nacional, no del presidente, sino de figuras muy cercana a Andrés Manuel López Obrador que comparten la opinión expresada al inicio de esta Crónica Electoral: La Ciudad de México definirá en gran medida el futuro de la 4T.

El papel de los alcaldes morenistas en funciones no es tan importante en la estrategia oficialista. De hecho, es muy posible que los candidatos reciban apoyo en función de la relevancia de su plaza, definido esto también de manera centralizada.

Las ya mencionadas figuras influyentes de Palacio Nacional ligan, además, un triunfo en la capital con lo ya hecho en el Estado de México, donde la victoria de Delfina Gómez fue aplastante.

A unos meses de la elección, el primer objetivo morenista es convertir a esa mitad opositora del territorio chilango en una manchita mucho muy discreta. Achicar territorialmente a la oposición, tornarlo un reducto.

Para ello, en un símil a lo que se hace en el plano militar, se ha planificado un movimiento en pinza, al norte y al sur de Benito Juárez, para aislar lo más posible al núcleo de la oposición.

Los ataques principales vendrán en las alcaldías débiles. Azcapotzalco al norte, donde además se planea conjugar un eventual triunfo en esta demarcación con otro en Cuauhtémoc, con Catalina Monreal, hija de Ricardo.

En efecto, Margarita Saldaña está lejos de aquel lustre que tuvo en sus épocas de delegada (cuando Andrés Manuel era jefe de Gobierno) y otro tanto puede decirse de Tlalpan será el objetivo al sur. Alfa González, quien incluso, sin coquetear con el oficialismo, nunca puso sus dos pies bien plantados en la oposición y eso puede ser un problema durante la campaña.

Cerrar el cerco desde el sur resultará mucho más complicado que en el norte. Magdalena Contreras hubiera podido ser un terreno propicio para que las políticas sociales de la 4T desgastaran al gobierno de el Güero Quijano. No ha sido así, es competitivo.

Para reducir a la oposición territorialmente por el sur, no sólo se requiere ganar Magdalena Contrears, sino lograr también el triunfo en Álvaro Obregón, otro hueso muy duro de roer al aclararse que Lía Limón sí estará en la boleta y, finalmente, que la voltereta de Adrián Rubalcava se traduzca en un triunfo en Cuajimalpa.

Como puede notarse, el movimiento en pinza luce complicado de completar, pero al menos los morenistas están pensando en que las alcaldías enunciadas pueden priorizarse para lograr el mayor caudal de votos posible y tratar de generar una oleada de apoyo en favor de las candidatas Brugada y Sheinbaum.

Así como la oposición no piensa en una estrategia unificadora, los morenistas tampoco han reparado mucho en la posibilidad de perder alcaldía que hoy gobiernan. Eventuales conflictos internos en Gustavo A. Madero e Iztapalapa, no se ven como un problema que vaya a impactar significativamente en las urnas.

La confianza parece estar muy presente en ambas estrategias.

Sólo el tiempo y los votantes podrán decir qué tan acertado estaba uno y otro bando 

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