De nuevo los parques se ven con multitudes después de estar por mucho tiempo cerrados y cuando abrían estaban desérticos.

Crónica realizó un recorrido en el Bosque de San Juan de Aragón, donde capitalinos toman un descanso y visitan las instalaciones como en los tiempos en los que no existía el COVID; en este parque ubicado en la alcaldía Gustavo A. Madero en la CDMX los ciudadanos se ven ahora sin temor a enfermarse o ser contagiados, mientras realizan las distintas actividades que ofrece el sitio.

Este domingo el parque estuvo lleno, cientos de personas en las áreas verdes y en las palapas que rentan en $200 todo el día; la gente disfruta de las atracciones como jugos mecánicos, en los que había largas filas para subirse; para los puestos de tricicletas, botanas y ambulantes de raspados y papas es un día fuerte en cuanto a las ventas.

En el recorrido, Crónica presenció una fiesta realizada a lo grande (cuando se habla de palapas en las que cabe una familia de 15 integrantes); aproximadamente 40 personas asistieron al evento en donde hubo payaso, inflable, piñata y mesa de dulces, como un festejo con normalidad como antes se hacía.

Apreciamos a capitalinos que han olvidado los cuidados y bajaron la guardia, aun cuando las autoridades del lugar han manifestado los cuidados que deben de tener los visitantes como portar cubrebocas en todo momento, usar gel anti bacterial, lavarse las manos.

Se ingresa de manera individual para caminar, trotar o correr, los juegos infantiles y el skatepark se puede utilizar siempre y cuando se pongan cubrebocas que tape boca y nariz, se laven con frecuencia las manos.

El Coronavirus se ha quedado cada vez más en el pasado, pues la gente se siente más segura de salir y hacer actividades; aquí hay aglomeración, se organizan eventos y reuniones en parques; son actividades que se ven con frecuencia porque es un lugar abierto y la mayoría de la gente se siente con más seguridad.

“Estoy feliz de estar reunida con mi familia porque después de mucho tiempo puedo jugar con ellos en un parque y distraerme en compañía de ellos, ya extrañaba estos tiempos de salir en un domingo de descanso y comer en el parque”, dijo Guadalupe visitante del parque.

Cada día nos vamos despidiendo un poco más del Coronavirus, la gente desea que la vida vuelva a la normalidad, que se cierre el ciclo de la pandemia y puedan vivir todo lo que se detuvieron a hacer casi 2 años por motivos sanitarios.

Luis el señor de los raspados comenta a Crónica que los fines de semana es cuando trae todo el producto completo para vender, pues los fines es cuando el obtiene mayores ingresos.

“Entre semana solo traigo poca mercancía porque luego ni la vendo y el hielo que traigo para hacer los raspados se me deshace y solo se desperdicia, pero un fin de semana como hoy, trato de traer lo más que pueda, porque sí se me acaba todo, como ahorita ya saqué 500 pesos aproximadamente y eso que apenas son las 2pm, espero que de aquí a las 5 de la tarde que cierra el parque termine toda la barra del hielo, porque solo así es como andamos saliendo adelante”, dijo Luis Gutiérrez.