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Biblioteca Nacional: “Llave para permanecer en el tiempo”…

Su acervo inventariado es de un 1 millón 365 mil volúmenes e incluye distintos formatos, aunque su caudal rebasa los 2 millones. Entre los tesoros está el Libro de Horas, un manuscrito con cánticos de 1412. Un recinto abierto, donde caben todas las ideologías.

UNAM: PALPITAR DE UNA NACIÓN

La Biblioteca Nacional de México

Descripción de la imagen

Adrián Contreras

Ver el paso acelerado de un bibliotecario rumbo a la parada del pumabús para tomar de la mano a una mujer invidente, conducirla a la sala de consulta y comenzar a leerle un libro, resume la grandeza y dimensión social de una de las instituciones más colosales en el país: la Biblioteca Nacional (BN).

Es una estampa familiar en la Máxima Casa de Estudios, donde la BN se asentó en 1929, tras concretarse la autonomía universitaria. Desde 1967 es administrada por el Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB).

¿Hay algo de derechista o conservador -palabras usadas en Palacio Nacional- en acercar el conocimiento a otras personas, más aún cuando requieren algún tipo de apoyo?

Volvamos a la parada. La visita es coordinada por un área especial en la Universidad. Por eso el bibliotecario sabe con tiempo de la llegada de la mujer, a quien guía hacia un mundo extraordinario. Sus opciones son diversas: puede dirigirse a la sala tiflológica, la cual cuenta con un catálogo en braille. O bien, disfrutar de la lectura de un libro o solicitar le sea grabado en un CD para después escucharlo en casa. Otra posibilidad es adentrarse en la fonoteca, y optar por un audiolibro. Para quien tiene debilidad visual, es posible hacer uso de un escáner con capacidad para agrandar letras.

Todo eso brinda la Biblioteca. Y más, mucho más…

Su acervo inventariado es de un 1 millón 365 mil volúmenes e incluye distintos formatos: impresos, audios, videos, materiales didácticos e imágenes. Y diferentes salas especiales, adicionales a la colección general de libros: fonoteca, videoteca, mapoteca e iconoteca.

La Biblioteca Nacional de México

La Biblioteca Nacional de México

Adrián Contreras

En realidad, el caudal rebasa los 2 millones, porque el grado de avance del inventario es de un 60%.

La Ley General de Bibliotecas obliga a todos los editores y productores bibliográficos del país a entregar a la BN dos ejemplares de todas las obras publicadas en México, tanto en formato impreso como en electrónico o digital. Uno es para resguardo y preservación, otro para compartir con los usuarios.

A la par, la UNAM recibe donaciones o realiza compras directas de todos los libros cuyo tema sea México, sin importar dónde sean publicados.

Un universo de libros… Seis mil volúmenes al año, en promedio.

“Tenemos una biblioteca singular en el mundo, porque normalmente las bibliotecas nacionales dependen de las secretarías o ministerios de cultura de cada país, y aquí está albergada en la UNAM. Fue una gran visión la de José Vasconcelos y de quienes depositaron en la Universidad a esta gran institución creada por Juárez en 1867”, refiere Pablo Mora Pérez-Tejada, director del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB)

Pablo Mora Pérez-Tejada, director del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB)

Pablo Mora Pérez-Tejada, director del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB)

Adrián Contreras
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Recorrido por la UNAM dónde se aprecia a los estudiantes disfrutar de las instalaciones en sus tiempos libres.

“Contamos con los fondos antiguos y contemporáneos más importantes del país, prácticamente toda nuestra historia. Y uno de los programas de fomento a la lectura más inclusivos, para todas las edades y condiciones. La lectura es una de las actividades más hermosas y generosas de la civilización. Y el libro, la llave que hemos creado los hombres para permanecer en este planeta rompiendo los límites del tiempo”.

Entre los tesoros bajo su custodia está el Libro de Horas, un manuscrito con cánticos y oraciones religiosas, el cual data de 1412: el más antiguo en el recinto. Además, 175 incunables auténticos: impresos en la primera imprenta europea antes de 1501; y 27 incunables americanos, impresos entre los años 1534 y 1600 en las primeras imprentas llegadas al continente, como la de Perú o la de Juan Pablos, en la Nueva España. Son joyas resguardadas en el llamado Fondo Reservado.

“La palabra reservado siempre causa mucho ruido, pero no es que sea inaccesible. Es material antiguo que no está abierto a la consulta generalizada, sino a usuarios con motivos especiales de investigación. La razón es que es mucho más delicado. En el fondo contemporáneo, que va de 1945 a la fecha, tenemos dos ejemplares de cada libro, pero en el reservado no, es único. Los restauradores dirán que los antiguos se cuidan solos, por la calidad del papel. Y sí: casi todo está en buen estado, pero hay que cuidarlo”, explica Gisel Cosío, académica de Difusión Cultural del IIB.

TODAS LAS IDEOLOGÍAS. 

Cada año, la BN recibe entre 18 y 20 mil usuarios. Y da trámite a cerca de 25 mil préstamos.

Entrevista y recorrido por la biblioteca nacional de la UNAM

Entrevista y recorrido por la biblioteca nacional de la UNAM

Adrian Contreras

En el patio central, donde los visitantes pueden aventurarse a la lectura entre árboles y pájaros, nos encontramos con Luis Alberto Cruz, jefe de servicios de la Biblioteca.

“Lo más pedido es literatura: novelas, cuentos, poesía, y luego sigue todo lo de historia de México, en específico Conquista, Revolución e Independencia. Tenemos colecciones únicas de cada tema”, cuenta.

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-¿Cuál es el perfil de los usuarios?

-El mayor porcentaje son estudiantes de licenciatura, vienen a prepararse para un examen o alistar su tesis; apenas volvió una chica que se tituló para agradecernos el apoyo, y ahora hace su tesis de maestría. También chicos que desean ingresar a la UNAM: recuerdo a un grupo de cinco que venía todos los días, tres se quedaron en Contaduría e igual regresaron para agradecer a los bibliotecarios. Pero la Biblioteca está abierta a todos, caben todas las ideologías, formas de ser, gustos y preferencias, hasta las más extrañas.

Entrevista y recorrido por la biblioteca nacional de la UNAM

Entrevista y recorrido por la biblioteca nacional de la UNAM

Adrian Contreras

-¿Cómo cuáles?

-Tuvimos un usuario que venía a diario a pedir todos los libros que hablaran sobre el diablo, magia negra y conjuros. En total, encontramos 12. Algunos le preguntamos para qué los quería y siempre respondía: “investigación”. Buscaba la Biblia del diablo, pero no la encontramos. Luego los bibliotecarios comenzaron a decir que en el área de religión salían volando los libros. Es un ejemplo para ilustrar la diversidad.

-Y la inclusión…

-Sí, aquí vienen investigadores muy renombrados, universitarios de todos los estratos sociales, pero también personas muy sencillas, en bermudas o shorts, y no se restringe a nadie. O visitantes que buscan todas las comodidades y otros que se sientan en el piso a leer. La Universidad es casa de todos.

-¿Los niños?

-También tienen acceso. Tenemos una sala infantil, ahí pueden entrar adultos con niños, y no importa que hagan ruido o lloren, el espacio es para ellos, y a la vez no se molesta a otros que requieren más tranquilidad.

TAREA DE COMPARTIR. 

La UNAM también es hogar de la Biblioteca Nacional Digital de México, la cual recibió en 2021 más de 95 mil consultas en línea. La Ley General de Bibliotecas fue modificada en 2021 para abarcar el depósito legal de libros digitales, por lo cual la BN debió adecuar su red y servidores a este avance tecnológico, a fin poder compartir estos materiales con la población.

Recorrido por la biblioteca nacional de la UNAM

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Durante la pandemia, por ejemplo, se generalizó la referencia virtual: por medio de un chat en la página web, abierto las 24 horas del día -aunque con operación en tiempo real de 9 de la mañana a 7 de la noche-, los usuarios pueden solicitar información sobre un libro o la digitalización de algunas páginas, capítulos o extractos, lo cual les es enviado por correo electrónico. Por la crisis sanitaria, la Universidad tomó la determinación de no cobrar por el servicio.

“Aquí no hubo pandemia, los bibliotecarios siguieron laborando y con mayor carga de trabajo, porque tenían que buscar material para otros que estaban confinados en sus casas. Ayudaron no sólo a seguir con las investigaciones sino a salvar la salud mental de un montón de gente. El proceso se fue acoplando a las circunstancias y ha continuado hasta ahora, dividiendo a los usuarios entre presenciales y en línea”, describe Cosío Colina.

Este servicio, dice Luis Alberto Cruz, “hoy sirve mucho a quienes viven en otros estados. Por ejemplo, en días pasados una tesista de Nuevo León nos contactó para solicitarnos datos de un libro que sólo está en la Nacional: ´Historia del apellido Treviño´. Le escaneamos 20 páginas con las que pudo terminar su trabajo”.

Luis pasa de 10 a 12 horas diarias respirando papel.

-¿Qué es vivir entre libros? -se le pregunta.

-Es imaginar, transportarse a mundos diversos, aprender y sobre todo compartir conocimiento a otros, sin distingo. Es el cometido de la Biblioteca Nacional y de la UNAM…

Recorrido por la biblioteca nacional de la UNAM

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Adrián Contreras