En el marco del “Día Internacional del Hombre”, que se conmemora este 19 de noviembre, conocido también cono el mes de la salud masculina, a través del cual se busca fomentar una mayor conciencia en la salud de los hombres del país siendo padres, esposos, hermanos, primos, tíos, amigos, conocidos, todos ellos formando parte importante de nuestra vida familiar y social.

Los hombres, sin importar su edad, al igual que las mujeres, deben tener presente que una de sus prioridades debe ser la de vigilar su propia salud, por interés personal, pero también vigilando el bienestar y tranquilidad de quienes los rodean.

En entrevista con Crónica, Ricardo Villarello, especialista clínico de Boston Scientific, enfatizó la importancia de que los hombres en general vigilen su propia salud, y tengan conocimiento de que uno de los padecimientos más comunes en los varones a partir de los 50 años, es la Hiperplasia Prostática Benigna (HPB), padecimiento del cual se estima que la incidencia (casos nuevos), en nuestro país es de 424.86 casos por cada 100 mil hombres, con una prevalencia (casos existentes ya confirmados), es de 3,873.73 pacientes entre 100 mil hombres a nivel nacional.

Ante ello, es importante promover las revisiones y exámenes médicos entre los varones de manera periódica sobre todo cuando se tienen factores de riesgo y mantener estilos de vida saludable y acudir al médico especialista al primer síntoma.

Ricardo Villarello, explicó que la hiperplasia prostática benigna, también conocida como “agrandamiento de la glándula prostática”, es un padecimiento frecuente, a medida que los hombres envejecen y se debe sobre todo a los cambios hormonales que van presentando con la edad, con lo que hasta un 50% de los hombres mayores de 50 años puede padecerlo.

Uno de los primeros síntomas es el incremento que se registra en el tamaño de la próstata, la cual, en condiciones normales, suele tener el tamaño de una nuez y se encuentra ubicada debajo de la vejiga, rodeando a la uretra.

Con el paso de los años, puede crecer y cuando este crecimiento se da de forma anormal causa un impacto en la calidad de vida del hombre, ya que en muchos de los casos, los pacientes suelen abrumarse pensando que se trata de cáncer, sin embargo, la hiperplasia prostática benigna (HBP) es sólo un crecimiento de la glándula prostática.

SÍNTOMAS DE LA HIPERPLASIA PROSTÁTICA BENIGNA

Refirió que los hombres con agrandamiento de próstata pueden variar sus síntomas, pero conforme pasa el tiempo, pueden empeorar y agravarse, en tanto que algunos signos y síntomas frecuentes son: ardor al orinar, acudir en repetidas ocasiones al baño, fiebre, dolor de cabeza y cuerpo cortado, al orinar, se siente un flujo sin fuerza y esta se compacta por pequeños chorros, además de que se quedan con la sensación de que tiene ganas de orinar.

Al respecto, enfatizó que una vez que el individuo a detectado alguno o algunos de los síntomas mencionados, es importante que acuda lo antes posible con un especialista en urología, quien a través de un examen físico y tacto rectal podrá detectar la enfermedad a tiempo para determinar el tratamiento más adecuado a la condición del paciente.

En este mismo sentido, respecto al tratamiento, indicó que para los casos leves y moderados, se recomienda un cambio en la dieta diaria ayuda a disminuir los síntomas, además de administrar algunos medicamentos para disminuir la presión de la uretra.

En algunos casos, se recurre a la cirugía, sin embargo, hoy en día existe tecnología de punta como la terapia con vapor de agua que ha llegado a México y nace como una nueva alternativa a la medicación y también al quirófano.

Indicó que el sistema de terapia con vapor de agua, utiliza la energía del vapor de agua, siendo en la actualidad, el tratamiento menos invasivo y más eficiente para solucionar la hiperplasia benigna de próstata.

Esta técnica, abundó, permite, se inyecte en la glándula prostática del paciente el vapor de agua que, al generar energía térmica, permite eliminar el tejido sobrante de la próstata, con las ventajas de que: se preserva por completo la función sexual masculina, incluida la eyaculatoria, además de que se trata de un procedimiento rápido y mínimamente invasivo, ya que sólo requiere mínimo 10 minutos, en tanto que la recuperación es rápida y provoca menos molestias que las ocasionadas con otros procedimientos.

Otras ventajas, es que se realiza sin anestesia general, no es necesaria la hospitalización y existen diversas formas de tratarlo, por lo que es importante acudir al experto, para hacer una evaluación completa de la condición del paciente para encontrar la mejor opción.