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Diagnóstico tardío de bipolaridad desgasta a pacientes y familiares

Pasan hasta 7 años antes de tener un diagnóstico y tratamiento, sin que estos pacientes tengan la atención médica y farmacológica que necesitan

Trastorno bipolar, mal diagnosticado puede conducir al suicidio. No se cura, pero bien diagnosticado y con apego a los fármacos, el paciente tiene buena calidad de vida

Trastorno bipolar, mal diagnosticado puede conducir al suicidio. No se cura, pero bien diagnosticado y con apego a los fármacos, el paciente tiene buena calidad de vida

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El diagnóstico para las personas que padecen bipolaridad puede tardar hasta siete años en darse, debido a la necesidad de documentar claramente los periodos de depresión y manía, por lo que hace falta más investigación para ayudar a quienes experimentan este trastorno, señaló la académica de la Facultad de Psicología de la UNAM, Karina Torres Maldonado.

La jefa de la División del Sistema de Universidad Abierta resaltó que aún en la actualidad, la gente entiende poco de esta afectación y le genera impaciencia, ya que muchas veces la escuchamos decir: “no le está echando ganas, no se quiere dejar ayudar”, sin embargo, la realidad es que sí lo quieren, pero no siempre tenemos las estrategias para ello.

Previo a la conmemoración del Día Mundial de la Bipolaridad, el próximo 30 de marzo, refirió que datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que indican que el trastorno bipolar, afecta hasta un 4% de la población en el orbe, la cual es una cifra alta.

Señaló que una persona puede ser diagnosticada a los 21 años, porque a esa edad el sistema nervioso ya ha alcanzado su maduración y las personas están cerca de la adultez.

No obstante, abundó, no es fácil tener la evaluación, porque hay ocasiones en que un paciente puede deprimirse visiblemente, pero cuando pasa al periodo maniaco este no se nota y se le diagnostica como depresión, pero no como bipolaridad, de ahí, que el diagnóstico tarde hasta siete años, y en ese tiempo, el padecimiento suele desgastar tanto al paciente como a la familiar.

Cuando la persona está en una de las fases, pero estable, lo más conveniente es recurrir a la psicología, para encontrar acompañamiento, porque abiertamente se siente mal; pero si está en etapa aguda, es la familia, quien busca apoyo a través de la psiquiatría que ofrece fármacos para que se reincorpore a sus actividades.

Torres Maldonado puntualizó que los determinantes sociales son importantes en la detección del problema, como lo fue la pandemia, ya que quienes tenían un diagnóstico previo vieron su condición exacerbada, ya sea por el confinamiento, la interacción familiar y, sobre todo, la desesperanza.

Aunque este padecimiento se presenta con mayor frecuencia en personas adultas, también suele ocurrir en adolescentes, con lo que, las conductas de riesgo llegan a marcar un problema por cuestión de género.

Uno de los principales peligros del periodo maniaco, refiere, es que se pueden seguir prácticas sexuales de riesgo o las mujeres muestran conductas excesivas en compras, por ejemplo, mientras que los hombres inician con el consumo de drogas o alcohol, ante lo cual, es obligado el seguimiento médico a fin de tener un diagnóstico certero y en consecuencia iniciar el tratamiento médico y/o farmacológico más conveniente en cada caso.