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Nos niegan el derecho a descubrir cuánto podemos aprender y dar a la sociedad: Lupita

Para Lupita Rivera la parálisis cerebral no ha sido impedimento para abrirse paso educativo; el sistema y sus instituciones han sido el obstáculo mayor

Estudiante con Parálisis Cerebral

A Lupita Rivera, estudiante de Lic. en Educación por la Universidad del Valle de México, la parálisis cerebral no la ha detenido.

A Lupita Rivera, estudiante de Lic. en Educación por la Universidad del Valle de México, la parálisis cerebral no la ha detenido.

Gerardo González Acosta

Nos están negando el derecho a que nosotros descubramos cuánto podemos aprender, cuanto le podemos dar a la sociedad, a nuestra Familia; nos están negando el derecho a ser personas productivas”, dice Lupita Rivera, estudiante con parálisis cerebral.

De trato amable, voz cándida, y una actitud positiva que contagia, la alumna del sexto cuatrimestre de la Licenciatura en Educación por la Universidad del Valle de México (UVM) conversó en exclusiva con Crónica sobre cómo logró abrirse espacios en un sistema educativo mexicano que le sigue diciendo no en los hechos a la Discapacidad.

Mi Discapacidad, mi condición de vida no me impide tener la capacidad de estudiar, de aprender las cosas, de comprender la situación de mi vida, del país, del mundo”, explica.

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Le confía al reportero su plan de vida: ser Maestra frente a grupo primero, enseguida legisladora, y posteriormente gobernadora o secretaria de Educación Pública, para trabajar por en favor de las Personas con Discapacidad.

Lupita Rivera hizo solicitudes de ingreso a varias universidades públicas y privadas, pero todas le dijeron “pues sí, pero ahorita no podemos”; ese es el nivel de inclusión real que priva mayoritariamente para un alumno con discapacidad.

La Universidad del Valle de México fue la única que incluyó a Lupita en la educación, la única que le respondió “sí, te damos la oportunidad, te abrimos nuestras puertas”.

El día que la Universidad del Valle de México notificó a Lupita Rivera que era aceptada como estudiante universitaria, fue un gran acontecimiento familiar.

El día que la Universidad del Valle de México notificó a Lupita Rivera que era aceptada como estudiante universitaria, fue un gran acontecimiento familiar.

Gerardo González Acosta

La exclusión educativa en los hechos a las Personas con Discapacidad se ve en la cancelación que la Secretaría de Educación Pública (SEP) hizo del 95 por ciento del presupuesto para Educación Especial, sin que a la fecha haya sido resarcido o explicado.

No estamos enfermos

Tener parálisis cerebral no es una enfermedad, es una condición de vida diferente, y como condición debemos tener terapias especiales para mantener nuestro cuerpo, que no se nos ponga más rígido”, explica durante la conversación por Zoom.

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Lupita Rivera tiene parálisis cerebral con espasticidad grado tres, esto significa que sus manos, brazos y músculos están rígidos.

Manifiesta que si no tuviera las terapias que le dan en la Asociación Pro Personas con Parálisis Cerebral (APPAC), cada día le costaría más trabajo moverse; “mi brazo izquierdo me dolería más, que es con el que yo hago todo, comer, lavarme la boca, mover mi mouse, contestar el teléfono, todo”.

Las terapias son muy importantes para un estudiante con parálisis cerebral, y en APPAC incluyen en un mismo espacio la escuela y la rehabilitación física.

Las terapias son muy importantes para un estudiante con parálisis cerebral, y en APPAC incluyen en un mismo espacio la escuela y la rehabilitación física.

Gerardo González Acosta

Con cariño y gratitud en su voz, explica que APPAC es una asociación que recibe personas desde el mes de nacido hasta ya adultos, “ahí me dieron la oportunidad de estudiar desde primaria cuando tenía yo más de 30 años, y luego secundaria y preparatoria”.

Lupita, como cariñosamente la llaman sus Maestros y compañeros virtuales de aula, dice que APPAC y la UVM son las únicas instituciones que le dieron la oportunidad de entrar a una licenciatura.

“Yo no pude estudiar ni la primaria ni la secundaria cuando era chica, sino hasta después de los 30 años; en APPAC me dieron la oportunidad, nos tuvimos que cambiar de domicilio a la Ciudad de México”, relata.

Que la Ley sea real

Dice que si no fuera por los papás, los hermanos, tíos y abuelitos, “nosotros no podríamos llegar a hacer lo que queremos”.

Lupita Rivera pidió a la SEP, Legisladores y autoridades educativas, hacer realidad la Ley para que todo aquel con Discapacidad que quiera y pueda, logre estudiar.

Lupita Rivera pidió a la SEP, Legisladores y autoridades educativas, hacer realidad la Ley para que todo aquel con Discapacidad que quiera y pueda, logre estudiar.

Gerardo González Acosta

Lupita, si tú fueras la secretaria de Educación Pública, ¿Cuál sería tu primar decisión respecto a la Educación Especial?, se le pregunta.

Con energía y prontitud responde que “vería que la ley fuera real, incluir a todas las personas que quieran y puedan, que tengan acceso a su derecho a la educación, y que no por una condición de vida les quitemos este apoyo; vería que haya a una institución que brinde apoyo a las personas con alguna condición de vida diferente a una escuela normal”.

Luego se refiere a la condición salarial de los Maestros, Terapeutas y Auxiliares de la Educación Especial. Comenta que tanto las instituciones como los Maestros deberían tener unos salarios más dignos para su trabajo.

¿Por qué?, se le pregunta. “Porque estamos hablando de personas que por condición de vida diferente, necesitan un trato especial porque no solamente es el docente que dará la clase de español, o matemáticas, también están los auxiliares que aportan un gran apoyo para ir al sanitario porque muchos de mostros no podemos ir”.

¿Cómo solventas tus gastos como estudiante?

“Yo estoy muy bendecida por Dios, muy bendecida porque puso en mi camino a la UVM; tengo mi beca desde hace 2 años y esta me cubre el 100 por ciento de los gastos, solo debo sostener mi promedio y no bajar de 9.8 en cada cuatrimestre”.

En la entrevista con Crónica, Lupita Rivera señaló que la su beca en la UVM le cubre el 100 por ciento de sus gastos educativos, y debe sostener un promedio de 9.8.

En la entrevista con Crónica, Lupita Rivera señaló que la su beca en la UVM le cubre el 100 por ciento de sus gastos educativos, y debe sostener un promedio de 9.8.

Gerardo González Acosta

¿Qué exhorto nos haces como sociedad para que podamos mejorar?

“Al salir de las casas, lo primero que vemos son calles llenas de baches, las banquetas están algunas muy arriba y otras muy abajo y en silla de ruedas eso no es nada cómodo; gracias a Dios ya hay algunas esquinas con rampas pero dice uno, si bajo por esa rampa, me voy voltear y a caer de la silla de ruedas”, explica con preocupación en su voz.

Barreras Grandes, las mentales

Lupita Rivera pidió estructuras viales e inmobiliarias para una inclusión real a las Personas con Discapacidad; en los hechos, las calles de la Ciudad de México son un riesgo, por los baches que hay.

Lupita Rivera pidió estructuras viales e inmobiliarias para una inclusión real a las Personas con Discapacidad; en los hechos, las calles de la Ciudad de México son un riesgo, por los baches que hay.

Gerardo González Acosta

Finalmente, Lupita Rivera señala que las barreras más grandes son las que uno se pone en la cabeza; todavía hay papás o mamás que cuando ven a una persona con discapacidad le prohíben a sus hijos acercarse porque “se les puede pegar”.

“Pero nosotros no pegamos nada porque no estamos enfermos, no tenemos ni el Covid ni la influencia, ni nada, simplemente somos diferentes; afortunadamente esto ha disminuido, pero cuando era una niña hace 40 años, era muy común”, recuerda.

Enseguida hace una petición a las familias que cuenten con la fortuna de tener un hijo o hija con Discapacidad; “llévenlo a su terapia, sáquenlo de paseo con toda la Familia, añádanlo en las fotografías, inclúyanlo en las fiestas, platiquen de él; aunque no pudiera hablar, tengan la seguridad que dese su espíritu se los agradece infinitamente”.

Muchas familias le compran a su hijo con Discapacidad el sillón más bonito, pero no lo sacaban de su cuarto por ignorancia o por pena; “esa barrera mental destruye y daña más que la discapacidad”.

El mayor anhelo de Lupita es poder decir “ya tengo mi licenciatura, ya tengo mi título”.

“Tengo fe en Dios y en mi misma que estaré algún día frente a grupo para decirles mírenme a mi, que sí se puede”, culmina con la alegría y seguridad que le distingue.