El mundo empresarial y de los negocios tiene como fundamento principal la capacidad de tomar decisiones estratégicas. Lo que marca la diferencia entre una empresa exitosa y otra que no lo es es la elección del camino a seguir, que debe estar basada en la asunción de numerosos escenarios.

Para poder llevar a cabo este plan de la mejor manera es esencial contar con la información adecuada y en el tiempo justo, para que el peso de esa decisión quede soportado por una gestión de operaciones ágil y rápida. Hay quien llama a eso negocios inteligentes, pero esto es porque añaden en este concepto la influencia que tienen las nuevas tecnologías y la era digital en el ámbito empresarial.

¿Qué es un negocio inteligente?

Los negocios inteligentes son aquellos que se sirven de las tecnologías de la información para optimizar tareas cotidianas, automatizarlas y reducir así el error humano. Encontramos un claro ejemplo en la recolección, almacenamiento y procesamiento de datos que todas las empresas tienen que tratar.

Si estos procesos están apoyados por sistemas Big Data, ejecutados por software especializados, no solo es que el error humano se reduce, sino que se accede a una información mucho más jugosa de los clientes potenciales. No obstante, cuando se piensa en un negocio inteligente es importante mantener mucha cautela y precaución, ya que la información que se genera hay que tratarla con discreción.

En este sentido, las nuevas tecnologías aparecen en contextos como el Business Intelligence (BI), que hace referencia al conjunto de procesos, aplicaciones y sistemas que facilitan la obtención rápida de los datos que llegan desde los sistemas de gestión empresarial. Una vez esta información está en posesión de la empresa, tocará manejarla con solvencia.

Este BI actúa como factor clave y estratégico para todas las organizaciones, ya que provee de los recursos suficientes para una toma oportuna de decisiones. Esta elección se asienta, además, en un espacio confiable que permite responder ante los desafíos empresariales de un modo más seguro.

¿Hasta dónde llega el Business Intelligence?

En un negocio inteligente, la información brindada por el BI puede aplicarse a todos los alcances, desde el nivel operativo al táctico pasando por el estratégico. Con el primer escenario, nivel operativo, hacemos referencia a las decisiones diarias que se acometen en la empresa y que tienen incidencia directa en los resultados.

El nivel táctico aporta información para los responsables medios y ayuda a tomar decisiones en plazos cortos de tiempo, pero no inmediatos. Este objetivo va claramente dirigido a controlar la toma de acciones para procesos que pueden desviarse del objetivo marcado, pero que hay que ir entroncándolos hacia la meta final.

Finalmente, el nivel estratégico es el que compromete a los grandes mandos. Aquí se toman las decisiones de mayor impacto en la compañía. El nivel de actuación no es tan inmediato ni tiene un carácter tan preciso, sino que son líneas generales que marcan hacia donde debe dirigirse la empresa.

Las herramientas para un negocio inteligente generalmente muestran la información en forma de cuadros de mando o dashboards, con informes específicos que se pueden crear a partir de los análisis de datos obtenidos con los ERP.

¿Cuáles son los beneficios de aplicar la inteligencia en los negocios?

La inteligencia en los negocios solo se aplica si quienes forman parte de las organizaciones empresariales están suficientemente formados para ello. Pero en el tema de la formación aparece un punto muy relevante, y es que la experiencia y el “know how” es tan importante como esta.

De este modo, es importante conocer cuáles son las mejores universidades privadas de México, pues en ellas podemos encontrar mucho talento y formar a nuevos profesionales, pero esto debe venir acompañado de una experiencia práctica que se consigue solo en las empresas, asumiendo retos y enfrentando situaciones problemáticas.

Con todo esto, la inteligencia en los negocios lleva a un incremento indudable de la eficiencia. El hecho de contar con los datos de manera accesible contribuye a generar información de valor que es muy útil para la toma de decisiones. Igualmente, tener la información a mano acelera esa toma de decisiones.

Otro apartado donde adquiere mucho valor el BI es en la atención al cliente. La clave, insistimos, es contar con la información más cercana y en tiempo real. Así, las empresas pueden ofrecer un servicio de mayor calidad, desde el pedido hasta el servicio posventa si se trata de una tienda o cualquier otro aspecto si no es un comercio. Este BI también analiza hábitos de compra, reconoce los productos más vendidos y segmenta a los clientes en función de sus intereses.

Finalmente, no hay que olvidar la cuestión económica y financiera. No hay supervivencia posible sin un control pormenorizado de todos los gastos, especialmente el pasivo a largo plazo, pero también el cash flow, el colchón de tesorería o el retorno de la inversión.